Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

El asesinato sistemático de la cultura canaria

In Cultura on 1 marzo, 2009 at 0:01

teo08bTeodoro Santana

La cosa es impedir que crezca. Que se desarrolle. Desde los que la niegan (por ejemplo, aseverando sesudamente que no hay literatura canaria, sino «hecha en Canarias», parada y fonda) hasta los que hinchan la pechera presumiendo de defenderla. No hay forma de que las canarias y los canarios puedan conocer, valorar y desarrollar su propia cultura, sus propios valores culturales.

No hay que retrotraerse al genocidio cultural de la conquista y posterior colonización. El crimen se sigue perpetrando hoy día, ahora mismo. Los que han hecho desaparecer la asignatura ¡optativa! de Historia de Canarias de 1º de bachiller. Los que impiden que la obra de los escritores y creadores canarios penetre en las escuelas. Los que convierten las universidades canarias (¿o «en Canarias»?) en inexpugnables barbacanas en las que los autores vivos, por muy consagrados que estén, jamás puedan poner un pie. Que ningún futuro profesor de lengua de nuestros hijos haya podido hablar jamás con José María Millares, con Carlos Pinto, con Rafael Arozarena…

Los matarifes se empeñan en que nuestros jóvenes se convenzan de que el localismo español para la segunda forma del plural (vosotros sois) es la «forma culta», mientras que la expresión culta que usamos la inmensa mayoría de los hispanohablantes (ustedes son) es una manifestación de incultura de sus propios padres. Persisten en el crimen utilizando la televisión pública de la autonomía para darle negocios a productoras españolas que se limitan a versiones coloniales de sus programas más infames.

¿Qué es la cultura canaria para ellos? Algo pueblerino, que está bien loar para las elecciones. Ya se sabe: el timple, el cachorro, el potajito, el equipo de fútbol… y los carnavales. Es decir, la copia de los carnavales de otro país, tras liquidar las tradiciones carnavaleras canarias. Pero ellos para cultura, lo que se dice cultura, van a París, Madrid, Salzburgo… A presumir de europeos, no vayan a pensar que son africanos.

¿Y para la tropa? Pues nada, oye, a traernos cantantes de moda, sea reguetón o bolero. La cosa es que salgan en la tele, que eso da muchos votos. Para los más culturetas, traemos unas compañías de teatro españolas, con caras conocidas. ¿Los teatreros de aquí? Va usted a comparar, si son todos unos rojos. Y músicos locales, los menos y lo menos conflictivos. Y nada de poetas, por favor, que en Canarias das una patada en el suelo y salen cien. Para mariconadas de esas, los poetas de fuera de toda la vida.

La banalización, el desprecio, el ninguneo a los autores canarios (y la compra de algunos, preciso es reconocerlo, a base de misérrimas subvenciones), son las armas con las que se perpetra el crimen. Periódicos «canarios» (de propiedad de la burguesía local o de la española), periodistas acomplejados, políticos burgueses y aburguesados, licenciados «en Canarias» (que no canarios), universidades que quieren tirarse los gases por encima de los glúteos, profesores que se han rendido ante la burocracia educativa… Todos son corresponsables de este auténtico genocidio cultural sistemático.

Un genocidio cultural que sólo es entendible desde nuestra realidad colonizada. Invertir la tendencia, abrir paso a nuestros creadores y a nuestras expresiones culturales más genuinas, va en la dirección de acabar con esa eterna minoría de edad cultural. Y a la inversa: sólo desde la dignidad de nación soberana se puede desarrollar en su plenitud la cultura canaria.