Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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El coste salarial de la dependencia colonial

In Actualidad on 28 agosto, 2008 at 9:04

El diferencial de cifras entre la colonia, Canarias, y la potencia colonizadora, España, no es fruto de casualidades ni del mal hacer de las canarias y de los canarios. Reflejan, ni más ni menos, el coste que para nuestro país y para nuestro pueblo supone la dependencia del imperialismo español. Y no se trata de un índice o dos, sino de toda una batería de datos que, vistos en su conjunto, retratan bastante bien nuestra situación.

Sólo en lo que se refiere a las condiciones laborales nos encontramos ya con apabullantes diferencias. Así, en lo que se refiere al paro, el INEM da la cifra de 176.101 canarias y canarios sin empleo a finales de julio, lo que representa un 16,96% de la población activa (1.038.100 según el INE para el primer trimestre de 2008, último dato). Mientras tanto, y con las mismas fuentes, el paro en el conjunto del Estado alcanzó un porcentaje del 12,59%. Eso supone un 4,38% más en Canarias sobre la media estatal.

Pero es que si a finales del primer trimestre la población activa en Canarias era de 1.038.100 personas según el INEM, para la misma fecha el INSS da 793.024 en alta laboral. Esto supone 245.076 canarias y canarios sin empleo (23,61%). Si el INEM solo contabiliza a finales de marzo 158.842 parados en Canarias, desaparecen de las propias estadísticas oficiales ni más ni menos que 86.234 paisanas y paisanos.

En cuanto a salarios, si la media de coste de un trabajador en el Estado español es de 1.689,14 euros al mes, la media en Canarias es de 1.440 euros, lo que supone 249,14 euros menos (-17,30%), según los datos del primer trimestre de la Encuesta de Coste Laboral del INE. Esa misma fuente oficial da el dato de 12,23 euros por hora efectiva trabajada como media del Estado, mientras que en Canarias la hora sale a 10,20 euros, un 19,90% inferior.

También hay que constatar que, según esa misma encuesta oficial, mientras las horas pactadas a nivel estatal son 156,3, en Canarias ese número de horas asciende a 161,2, lo que supone 4,9 horas más al mes. En horas efectivas, la diferencia es de 138,1 horas/mes en el Estado y 141,1 en Canarias, lo que supone que trabajamos 3 horas más.

Por lo que se refiere a las pensiones, mientras que la media estatal de 721,33 euros, en Canarias apenas alcanza los 677,35 euros al mes, 43,98 euros menos (el6,49%), según datos del Ministerio español de Trabajo de agosto de 2008.

El propio INE da, en la Encuesta de Condiciones de Vida 2006, el dato de que en el Estado hay un 19,90% de la población bajo el umbral de la pobreza. Y que en Canarias ese porcentaje alcanza el 28,30%, un 8,40% más. Aplicado sobre dos millones de habitantes, nos encontramos con 566.000 canarias y canarios bajo el umbral de la pobreza.  

 No es casualidad que las canarias y canarios suframos más el paro y la pobreza, trabajemos más horas y cobremos salarios inferiores. Es sólo una de las manifestaciones del colonialismo, frente a la cual no caben llantos sino lucha y movilización.

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Unidad ¿para qué?

In Actualidad on 23 agosto, 2008 at 15:39

Pedro Brenes

La unificación política y la unidad de acción contra el Poder colonial español, de los independentistas de Canarias, es un asunto muy serio. Por eso sería bueno que los que últimamente, con inesperado entusiasmo, enarbolan la bandera de la causa unitaria, nos explicaran bien cuáles son sus intenciones. Y no estaría de más que nos concretaran cuál es su concepción de la unidad, y nos dijeran qué es lo que nos proponen, exactamente, cuando hablan de unidad.

Porque algunos grupos, dado el «claro componente electoral» de su táctica política, insisten en la necesidad  de que nos vayamos preparando con tiempo para afrontar las próximas citas con los votos. ¿Deberíamos entonces interpretar sus llamadas a la unificación como una oferta de coalición electoral? Y, si es así, ¿en base a qué programa?,  ¿con qué objetivos?,  ¿en función de qué proyecto político?.

No lo sabemos. La indudable maestría de todos estos colectivos de la «izquierda nacional canaria», para ocultar sus principios ideológicos, y  su proverbial destreza para disimular sus objetivos políticos, impiden, de momento, averiguar las características concretas de su proyecto, y conocer qué ideología de clase aspiran a representar y qué intereses sociales pretenden defender.

Pero si, como sospechamos, todos ellos coinciden en el «socialismo democrático y moderno» y en la «izquierda rojiverde», más que de unidad deberían hablar de la fusión entre grupos ideológicamente afines, en un partido de carácter socialista democrático, antiimperialista y anticolonialista.

Y en cuanto a su actividad política y sus expectativas electorales, es fácil de entender que fusionados en un solo partido, claramente definido en cuanto a su programa de reivindicaciones económicas y de transformaciones sociales, tendrían mucho más respaldo popular que dispersos en varios grupos, que no van más allá del localismo municipal y del oportunismo electoral, buscando un puñado de votos donde quiera y de cualquier manera, apuntándose, de forma acrítica, a toda iniciativa o movilización que prometa influencia inmediata sobre un determinado nicho de votantes. 

Los comunistas llevamos mucho tiempo combatiendo el sectarismo, la indefinición ideológica, la ambigüedad política, el electoralismo vulgar y los métodos primitivos que han caracterizado, durante una larga etapa, al Movimiento de Liberación Nacional. En una muy dura y prolongada batalla ideológica hemos ido arrinconando las manifestaciones más extremas de estas tendencias que, hasta entonces, dominaban en la mayoría de los grupos anticolonialistas.

Y hemos demostrado, sin lugar a dudas, en la teoría y en la práctica, que no hay luchadores más firmes y consecuentes por la unidad anticolonial y antiimperialista que los marxista-leninistas. Y que sólo los comunistas son capaces de asegurar la conformación y la consolidación definitiva del Movimiento de Liberación Nacional de Canarias.

Pero siempre hemos defendido que la solidez y la coherencia de la alianza de las clases populares, contra la opresión y la explotación del pacto entre la burguesía canaria y el Poder colonial español, (el Pacto Colonial Histórico, materializado hoy en el proyecto democrático-colonial «autonómico»), depende de la creación de un Frente político de los partidos que verdaderamente representen a los trabajadores asalariados o clase obrera, por un lado; y a los autónomos y pequeños empresarios o pequeñaburguesía, por otro. Clases sociales excluídas, y obligadas a pagar los costes sociales y económicos, del Pacto Colonial.

Por supuesto que el Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias está, y estará siempre, dispuesto a debatir éste y cualquier otro tema con los grupos socialistas democráticos independentistas. Pero, desde luego, no permitiremos que nos arrastren a burdos montajes electorales. Podemos adelantar, con toda claridad, que siempre exigiremos una posición de clase, y que pediremos el abandono definitivo de los juegos de la ambigüedad ideológica, los equívocos políticos y la confusión programática.

La alianza democrática anticolonial necesita un Proyecto político claro y definido. No nos valen acuerdos superficiales ni coaliciones electoralistas. Pedimos un acuerdo programático en torno al que se articule un Frente de partidos para combatir la falsa democracia colonial «autonómica», rechazar la Constitución burguesa, monárquica e imperialista española, y levantar, frente al proyecto de «comunidad autónoma» del Pacto entre la burguesía y el colonialismo , el proyecto unitario y popular de la República Canaria independiente, antimonopolista y antiimperialista.

Pero para unirse -insistimos una vez más- primero hay que definirse. Mientras nuestros socialistas permitan, a causa de su desorientación, su dispersión y su inoperancia, que amplios sectores de la sociedad canaria (trabajadores autónomos, pequeños empresarios de la ciudad y del campo, intelectuales, etc.) no encuentren otra alternativa para defender sus intereses que el PSOE o, lo que es peor, los «progresistas» de Coalición Canaria y de Nueva Canarias, del tipo de Aureliano Santiago o Román Rodríguez, poco podremos hacer para avanzar hacia la unidad.

La propuesta unitaria de los comunistas consiste, por consiguiente, en la alianza de las clases trabajadoras a través de un Frente político de los partidos que las representan, para forjar el núcleo de un amplio Movimiento de Liberación Nacional capaz de combatir en todos los frentes -político, sindical, ciudadano, cultural, etc.- al imperialismo borbónico y a sus aliados de la burguesía canaria, vendida a cambio de las migajas colonialistas y traidora, como siempre, a los intereses del pueblo canario.

 

Por una Alternativa Social para África

In Documento on 18 agosto, 2008 at 0:28

Teodoro Santana

Los novecientos millones de personas que vivimos en África asistimos al absoluto empobrecimiento y las más extremas formas de miseria en nuestro continente, a pesar de sus inmensas riquezas naturales y sus enormes reservas de combustibles. Aprovechando el endeudamiento externo de la mayoría de los países africanos, los gobiernos de EEUU y la Unión Europea – a través del FMI, el Banco Mundial y la OMC- han impuesto en África programas radicales de ajuste estructural.

Después de más de dos décadas de liberalización del comercio y de decidida promoción de economías orientadas a la exportación, la liberalización de los mercados de capital, la promoción de las inversiones extranjeras y la privatización de los servicios públicos en los países africanos, los efectos negativos son claramente obvios.

Recientemente los países africanos (y del Caribe y del Pacífico) se enfrentados al refuerzo de semejantes políticas a través de los Acuerdos de Cooperación Económica (EPA por sus siglas en inglés) propuestos por la Unión Europea.

Consideramos necesaria una alternativa para nuestro continente en este siglo XXI. Nuestras propuesta es una Alternativa Social para África para la integración de los pueblos africanos que compartimos espacios geográficos, vínculos históricos y culturales y, sobre todo, necesidades y potencialidades comunes.

Se trataría de una integración basada en principios de cooperación, solidaridad y complementariedad, como una alternativa al modelo neoliberal, que no ha hecho más que profundizar las asimetrías estructurales y favorecer la acumulación de riquezas a minorías privilegiadas en detrimento del bienestar de los pueblos.

Y de acabar con los obstáculos que impiden el desarrollo de nuestro continente: son la pobreza y la exclusión social; el intercambio desigual y las condiciones injustas en las relaciones internacionales, el acceso a la información, a la tecnología y al conocimiento; aspira a construir consensos, para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo autocentrado nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos.

En ese sentido, la construcción de la Alternativa Social para África afianzaría el desarrollo autocentrado, soberano y equilibrado de los países del continente, basándose en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países africanos.

Se trata de construir consensos que conlleven a repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que contribuya a erradicar la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos.

Mientras que la integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio y las inversiones, en cambio la Alternativa Social para África debe centrar su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, otorgando una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física.

Además, la lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía, es la base para preservar opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con la seguridad y autosuficiencia alimentaria.

La Alternativa Social para África tiene que atacar de raíz:

a. La pobreza de la mayoría de la población;

b. Las profundas desigualdades y asimetrías entre países

c. Intercambio desigual y condiciones injustas en las relaciones internacionales

d. El peso de una deuda impagable

e. La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político.

f. Los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y,

g. Prestar atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social

Y, desde luego, profundizar una integración africana mediante una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos capitalistas internacionales.

En ese sentido es prioritario:

– La desmilitarización de nuestro continente, acabando con la presencia y las injerencias militares, tanto de EEUU como de la UE.

– La descolonización definitiva de todos los territorios africanos bajo soberanía europea.

– El fortalecimiento de la Unión Africana.

– La creación de un Banco Africano de Desarrollo, al margen del FMI y el Banco Mundial.

Para ello, los pueblos africanos debemos exigir:

– Que los gobiernos europeos y de EEUU terminen con su imposición de políticas económicas destructivas a los países africanos mediante las instituciones del FMI, el Banco Mundial, la OMC y acuerdos bilaterales de comercio.

– Que los gobiernos europeos y de EEUU y los bancos condonen de inmediato la deuda externa africana, y reconozcan su deuda ecológica y social hacia África.

– Que el gobierno de EEUU y la Comisión Europea deje de presionar a los gobiernos africanos y retire sus exigencias de las EPA.

– Que los gobiernos africanos resistan esas presiones negándose a firmar los EPA.

– Que las corporaciones transnacionales detengan su extracción predatoria de los recursos africanos, la destrucción del entorno y del equilibrio ecológico y la explotación de sus pueblos.

Y proponemos:

– Adoptar el principio de la soberanía alimentaria que los movimientos populares en todo el mundo levantan como una alternativa al modelo neoliberal de la agricultura industrial y la producción alimentaria controladas por las corporaciones.

– La potenciación del espacio político de los Estados africanos para apoyar sus agriculturas y proteger sus mercados regionales.

– Acabar con las políticas que impulsan la privatización de las semillas y de la biodiversidad, la propagación de los OGM y el concepto de los derechos de propiedad intelectual promovidos por corporaciones estadounidenses, europeas y otras.

– Políticas de utilización de las tierras que no favorecen a las corporaciones sobre los agricultores y las futuras generaciones y

– Estrategias para el desarrollo agrícola africano que no estén dominadas por donantes.

– Defensa del derecho de los países africanos y europeos a apoyar con fondos públicos a agricultores en pequeña escala, siempre que ese apoyo no afecte negativamente a otros agricultores fuera de sus respectivos países y regiones.

– El apoyo al desarrollo de una cultura democrática en particular a través de procesos transparentes y creíbles, con una fuerte participación de la sociedad civil en todas sus etapas, desde la educación cívica hasta la supervisión de elecciones.

– La regulación, mediante la implementación de leyes legalmente vinculantes, de las corporaciones transnacionales, particularmente aquellas activas en las industrias extractivas, para que terminen con las violaciones de los derechos humanos y con su participación en conflictos locales y regionales y que todas las CTN sean responsabilizadas en sus países originales por su conducta criminal en el extranjero.

– Reclamar el derecho a la alimentación, a la educación, a la salud, y otros servicios básicos a las instituciones financieras internacionales, a la OMC y a las agendas de los acuerdos de libre comercio bilaterales o regionales.

– Acabar con las actuales políticas migratorias, impulsadas por la preocupación por la seguridad y por la explotación de seres humanos, que criminalizan a los trabajadores itinerantes y amenazan sus derechos humanos y sociales tanto en Europa como en África. La emigración masiva es en gran parte el resultado de políticas europeas que cierran todas las demás oportunidades para los africanos, negándoles derechos económicos, sociales y culturales, especialmente el derecho a la alimentación.

– Acabar con la exteriorización de la política fronteriza de la Unión Europa que es impuesta a los gobiernos africanos para su implementación, así como con la política de detención, expulsión y deportación y los acuerdos de readmisión.

– Acabar con el Programa Frontex, que representa una inmensa inversión en la militarización del control fronterizo, crea la base para intervenciones directas en los países africanos y representa una verdadera declaración de guerra contra los trabajadores itinerantes.

– Acabar con todas las medidas y políticas que promueven exclusivamente la migración temporal y sistematizan la huída de cerebros, así como con todas las medidas económicas y acuerdos de libre comercio que reestructuran las economías locales, aumentando las desigualdades sociales y destruyendo los medios de vida y los puestos de trabajo.

– Que todas las políticas migratorias se basen en el reconocimiento de los derechos humanos fundamentales y de los derechos laborales garantizados instrumentos y protocolos de la ONU y de la OIT, incluyendo la libertad de movimiento, y el reconocimiento, con los derechos de asilo, de los refugiados del hambre y de la ecología.

– Adelantar iniciativas conjuntas de los países africanos para el desarrollo energético y minero a través la articulación de cadenas de agregación de valor integradas, que agreguen valor a las materias primas e impulsen el desarrollo endógeno en la región con base en la innovación tecnológica, con el propósito de lograr la soberanía productiva.

– Levantar un mapa minerometalúrgico de África y estudio de sus potencialidades industriales, como base de un plan estratégico minero del continente

– Implementar estrategias conjuntas de mercadeo y reingeniería de los medios logísticos para el transporte, almacenaje y distribución de crudos y productos en África.

– Establecer las bases para la creación de un Fondo de Desarrollo Minero orientado a la asistencia técnica, financiera e investigación y desarrollo científico y tecnológico del sector .

En definitiva, se trata de articular políticas comunes que reduzcan la dependencia y la descapitalización de nuestro continente, combatan el neocolonialismo y garanticen el camino a la plena soberanía de los pueblos africanos.

Nace el Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

In Documento on 17 agosto, 2008 at 0:54

El Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC) es una organización comunista que nace para la independencia nacional del Archipiélago Canario y para la construcción del Socialismo.

El PRCC es un partido proletario que fundamenta su ideología, su política y su trabajo en la ciencia del marxismo-leninismo. Y que entiende que la Revolución Canaria es un proceso ininterrumpido que se desarrolla por fases y por etapas: una primera fase democrática y otra, posterior, de carácter socialista.

En la Nación Canaria, colonizada y sometida por el imperialismo español, la fase democrática, previa a la fase socialista de la Revolución, tiene carácter nacional, antiimperialista y antimonopolista. Por tanto el Estado que debemos destruir es el Poder Colonial español en Canarias, prolongación en las Islas de los aparatos militares y policiales, jurídicos y burocráticos, educativos e ideológicos del Estado burgués-capitalista español.

El PRCC trata, por tanto, de consolidar un frente político anticolonial entre todos los sectores sociales marginados y perjudicados por el Pacto Colonial histórico entre la burguesía capitalista y el Poder Colonial español, es decir, los trabajadores asalariados y autónomos y los pequeños empresarios que, como los esclavos y los siervos en tiempos de la conquista, y los aparceros, medianeros y arrendatarios hasta hace pocos decenios, son las víctimas sociales del colaboracionismo político y del reparto de beneficios económicos con los invasores extranjeros, producto de la indigna complicidad de las clases dominantes de Canarias con el colonialismo, desde Guanarteme y los menceyes traidores de Los Realejos, hasta la burguesía dependiente, intermediaria y comisionista de nuestros días.

Las razones para fundar el Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias se expresan en su Documento Fundacional.