El Ministerio español de Defensa, rechazando la petición del pueblo y las instituciones de la isla de Fuerteventura, declara que el campo de instrucción y adiestramiento de Pájara es de «interés para la defensa nacional» y que, por consiguiente, se niega en redondo a abandonarlo, y continuará desarrollando en él sus actividades regulares de ejercicios con fuego real y potentes emisiones radioeléctricas aéreas y subacuáticas que destrozan, arruinan y contaminan el territorio, la costa y el mar aledaño, y exterminan la flora y la fauna terrestre y marina del lugar. Y que persistirán en la destrucción arbitraria de los refugios y casetas tradicionales de los pescadores que trabajan en las inmediaciones del polígono militar.
Además, la participación de los ejércitos de la potencia colonial ocupante de Canarias en la alianza militar imperialista de la OTAN, así como su vinculación con el Pentágono a través de los acuerdos militares directos entre España y los Estados Unidos, nos condenan a soportar la presencia y a sufrir los daños ocasionados por las Fuerzas Armadas terrestres, navales y aéreas de los países integrados en la OTAN y nos vincula, de una u otra forma, a la estrategia imperialista norteamericana contra los pueblos de nuestro continente, a través del mando unificado militar del AFRICOM, cuyo cuartel general parece ser que se prepara ya, en una zona muy cercana a las islas orientales de nuestro Archipiélago, en las proximidades de la ciudad marroquí de Tan Tan.
De la misma manera, los arrogantes generales españoles se niegan a desalojar las bases militares que ocupan en Gran Canaria, que constituyen un serio obstáculo para el libre desarrollo de las infraestructuras civiles urbanísticas, portuarias y aereoportuarias de esta isla.
En el caso de la Base Aérea de Gando, totalmente integrada en el aeropuerto civil, la presencia de los invasores españoles y las constantes operaciones de sus cazabombarderos F-18 de producción norteamericana, obliga a la construcción de una tercera (que no segunda, pues ya hay dos en funcionamiento) pista de vuelo, para poder atender el muy denso tráfico que soporta esta instalación de la que depende, no sólo la comunicación con el resto de las islas, sino también la principal fuente de riqueza y de puestos de trabajo de nuestro país, ya que casi la totalidad del turismo que nos visita llega por vía aérea.
Para colmo, la ampliación del aeropuerto de Gran Canaria obliga a realizar obras de gran envergadura y de alto costo, como la desviación de la autopista del Sur y la expropiación de barrios enteros de pacíficos ciudadanos que deben sufrir directamente las consecuencias de la presencia de las bases militares colonialistas en nuestro suelo.
Otro tanto ocurre con la Base Naval de Las Palmas, instalada en pleno corazón del Puerto y en la conexión natural entre éste y la ciudad, en el antiguo Muelle Frutero, robado impunemente a sus legítimos propietarios por los militares golpistas adictos al general fascista Francisco Franco.
A pesar de los reiterados llamamientos de las sucesivas corporaciones municipales, para que las fuerzas de ocupación colonial desalojen estas instalaciones portuarias, junto con sus almacenes, talleres de reparación de armas y polvorines, la respuesta siempre ha sido la misma que en Gando o en Fuerteventura: la del conquistador que se considera autorizado a hacer lo que le da la gana, sin sentirse obligado a considerar los derechos, las necesidades y la conveniencia de los conquistados.
Por supuesto, los gobiernos municipales, insulares y supuestamente autónomos de Canarias, formados por las alianzas de los partidos españoles y españolistas (PP, PSOE y CC-NC), bajan la cabeza en signo de sumisión ante los militares imperialistas, y aceptan humildemente los desplantes desdeñosos, la soberbia altanera y la insolencia pedante de los generales y almirantes de las muy gloriosas, conquistadoras y genocidas Fuerzas Armadas Españolas.
Nosotros, por el contrario, rechazamos la presencia de tropas colonialistas en nuestro territorio, nos negamos a acatar las órdenes de las fuerzas de ocupación y hacemos un llamamiento a todos los patriotas canarios para que, unidos y coordinados, iniciemos una campaña firme, organizada y prolongada de movilizaciones contra la presencia de Bases Militares imperialistas en nuestro país, contra la OTAN y el AFRICOM, por el desmantelamiento de la Base Naval de Las Palmas, la Base Aérea de Gando y los Campos de Tiro de Pájara y de la Isleta. Y por la declaración de neutralidad de Canarias y el establecimiento de relaciones pacíficas con todos los pueblos del Mundo.