La sucursal del PSOE en Canarias se encuentra en plena guerra civil cara a su próximo congreso. De un lado, quienes se desesperan por tantos años sin tocar poder autonómico, encabezados por Jerónimo Saavedra, quién anuncia -al más puro estilo PRI mexicano- que lleva un tapado frente a un Juan Fernando López Aguilar que aparece como obstáculo para una componenda con CC. De otro, quienes, en un intento de colocarse en la oficialidad más zapateril, y desesperados ante lo que ven como imposibilidad de romper el pacto PP-CC, apoyan a Aguilar. A eso se reducen las diferencias, ya que en lo demás («españolidad» de Canarias, modelo económico, etc.) coinciden plenamente.
Esta situación coincide con las noticias de los reiterados encuentros entre CC y NC para recomponer la unidad perdida y poder afrontar las elecciones de 2011 con ciertas garantías. Lo que empezó siendo un rumor ha pasado a noticia, con las carreras de Ignacio González hijo para colocarse en lo que salga. NC, que parecía debatirse entre el municipalismo más estrecho, partidario de volver a CC, y el pequeño sector en torno a Román Rodríguez, más proclive a acuerdos de largo alcance con el PSOE, ha optado por el pragmatismo puro y duro. Cosa fácil si tenemos en cuenta que no hay ninguna razón ideológica y política para no estar en CC, y todo se limita a un desacuerdo en el reparto del poder.
Por otro lado, la sucursal de IU en el Archipiélago sigue a la expectativa de las consecuencias que tendrá la próxima Asamblea Federal española, que puede marcar el «principio del fin» de esa fuerza política o prolongará su larga agonía. En todo caso, el desencuentro entre los ecologistas, mayoritarios en Tenerife, y la gente del PCE, que controlan Las Palmas, sigue sin resolverse.
Los grupos socialdemócratas nacionalistas -la llamada «izquierda nacional»- siguen, incomprensiblemente, sin ponerse de acuerdo. Sin diferencias ideológicas, SíSePuede-APC, ANC y UP están desperdiciando la oportunidad de conformar un partido socialista canario con visos de viabilidad.
Lo cierto es que todo el panorama político canario está moviéndose, aunque algunos de estos movimientos sean puro visajes y muchos nervios. Mientras tanto, el trabajo de los comunistas sigue siendo poner en pie un partido que represente los intereses generales de la clase obrera canaria que, de momento, no aparecen en este escenario.