A pesar de los odios que concita y la huída de sus responsabilidades como líder parlamentario en la cámara autonómica, Juan Fernando López Aguilar ha ganado con una cómoda mayoría el 11º Congreso de la sucursal del PSOE en Canarias. Y Jerónimo Saavedra, hasta ahora factotum del partido en el Archipiélago, no sólo deja de ser el presidente sino que ha sido barrido de la Ejecutiva.
La fuga de López Aguilar hacia «más altas responsabilidades» en su carrera, desertando de la política canaria, y su verborrea sin contenido, o, por otra parte, la monarquía caciquil que hasta ahora venía ejerciendo Saavedra, quién le apadrinó, así como los múltiples navajeos y traiciones a varias bandas de los mandos intermedios, no deben ocultarnos algunas claves de este congreso en la colonia.
Así, hay que resaltar en primer lugar el alineamiento de los congresistas con las órdenes de la metrópoli, que se vieron reforzadas con la presencia in situ del estado mayor del PSOE en apoyo a López Aguilar. Cuando Saavedra dijo que le habían «abandonado los coroneles» no hacía sino reflejar el rápido alineamiento del cuerpo de burócratas que es ese partido con los vientos del poder. Los cargos públicos profesionalizados y los funcionarios «en expectativa de destino» no se andan con chiquitas.
En segundo lugar, triunfa la línea más españolista, radicalmente contraria a llegar a ningún tipo de acuerdos con Coalición Canaria y dispuesta a torpedear todas las iniciativas que no se adecuen al centralismo más feroz (como la Policía Autonómica). Sin embargo, no ha descartado un posible futuro pacto «antinacionalista» con el PP. Eso sí, si las respectivas cúpulas metropolitanas le dieran el placet, cosa que no parece muy probable a corto plazo. Para CC parecen quemadas las naves de retorno a un pacto con el PSOE.
La tercera incógnita que este congreso deja en el aire es la de quién va a ser el candidato a la presidencia del ejecutivo autonómico en 2011. Aunque algunas voces apunta a José Miguel Pérez Suárez, presidente del Cabildo grancanario, lo cierto es que, mientras el secretario general fugitivo será el portavoz del grupo del PSOE en el parlamento europeo, no queda atrás una cabeza de cartel del PSOE en Canarias.
Por último, es harto significativo el «regalo» que Zapatero ha traído a la colonia: nos promete un Consejo de Ministros de la UE en Canarias en 2010. No es algo que se le ocurra a él sólo, y hay que entender el «regalo» en el marco de la pugna entre EEUU y Europa por la hegemonía en nuestro continente, en la que el Archipiélago es visto como una potencial «Miami africana».
Demasiado a revolver para un partido con cuadros menos que mediocres, y con un futuro acceso al gobierno autonómico más que incierto.