Prosigue la penetración del imperialismo estadounidense en nuestro país
En medio de la feroz disputa por el control de nuestro continente y de sus recursos, Canarias aparece como plataforma estratégica cada vez más involucrada en las maniobras imperialistas norteamericanas. Y todo por treinta monedas de plata.
El agente Juan Verde, que actúa como presidente de la Delegación Canaria de la sucursal en España del lobby de presión imperialista Cámara de Comercio Americana, y que fue quién formuló la propuesta imperialista de convertir a Canarias en «la Miami de África» -base aeronaval de la OTAN incluida-, junto con la Consejera económica de la embajada de EEUU en España, Ellen Lenny-Pessagno, presentaron el pasado miércoles lo que llaman «Segunda Misión Comercial».
La «Primera Misión Comercial», según afirmaron, consistió en que tres compañías estadounidenses (la empresa de subcontratas Giga Trust, la de un producto médico de monitorización de fetos, Birth Track, y una tercera, dedicada al outsourcing de energías renovables llamada White Door) invirtieran 3 millones de dólares a través de la Zona Especial Canaria (ZEC).
Ambos agentes norteamericanos aseguraron que en la «Segunda Misión», ya en marcha, vendrán otras diez compañías estadounidenses, y significaron a Sutherland Global Services, una empresa dedicada a las subcontratas. Además, recalcaron que ventajas fiscales como las derivadas de la ZEC es uno de los atractivos para la entrada de capitales, así como «el buen nivel de infraestructuras y seguridad jurídica que hay en un lugar tan cerca de África». Eso sí, Verde insistió en pedir al gobierno autonómico que subvencione la creación de una línea aérea directa EEUU-Canarias.
Más allá de la política de autopromoción de Verde como intermediario buscavidas, lo cierto es que no podemos obviar los intereses objetivos del imperialismo estadounidense en el Archipiélago, que suponen incrementar aún más nuestros niveles de dependencia y de extroversión de nuestra economía, convirtiéndonos en un auténtico portaviones para su guerra por los recursos africanos en la zona de Marruecos, Sahara Occidental, Mauritania, Senegal, Guinea y Cabo Verde.
Y no sólo un portaviones económico y operativo, sino también militar, en un momento en que la disputa por África se libra en todos los terrenos. Buen ejemplo es la guerra en Congo, donde una oferta mutuamente ventajosa de China al gobierno desató la ofensiva de una guerrilla protegida e impulsada por EEUU y Francia (antes enfrentados en ese país) con el paraguas de los cascos azules de la ONU.
Ese interés militar por Canarias se constata en la proliferación de maniobras de la OTAN y de Estados Unidos entre nuestras aguas y la costa continental. Tampoco es casual que el mando militar estadounidense para África (AFRICOM) se instale en Tan-Tan, a pocos kilómetros de Canarias, donde existen otras dos bases de la OTAN, la Base Aérea de Gando y la Base Naval de Las Palmas, que refuerzan la posición de Tan-Tan, protegen su flanco y su retaguardia, y representan una garantía de abastecimiento y una importante potencia de fuego adicional.
El apoyo de poderosos sectores de la oligarquía norteamericana a la candidatura del medio africano Barak Obama, no es ajeno a sus intereses en nuestro continente. El hijo de un kenyata es una magnífica carta de presentación del imperialismo y una excelente maniobra de relaciones públicas. Precisamente, el agente norteamericano Juan Verde insistió en que Canarias aumentará sus oportunidades de relaciones beneficiosas con Estados Unidos con la próxima llegada a la presidencia del país de Barak Obama, del que aseveró haber sido asesor de su equipo de campaña electoral.
Recientemente, y tal y como informamos en Independencia y Socialismo, fue España la que anunció su deseo de aumentar su presencia militar y la de la Unión Europea en nuestro continente. Una vez más se juega nuestro futuro, y las canarias y los canarios asistimos a él como espectadores y «sufridores». Pero ese no es un designio al que estemos condenados. Podemos, debemos y necesitamos hacernos con las riendas de nuestro destino.
En esa línea, insistimos en hacer un llamamiento a los antiimperialistas de las Islas para que, entre todos, iniciemos la programación de actividades informativas, propagandísticas y de movilizaciones contra la presencia de las fuerzas imperiales de la OTAN en nuestro territorio, por la desmilitarización y la neutralidad del Archipiélago, y el cese de la ingerencia euronorteamericana en nuestro continente.