Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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Cuba socialista: 50 años de lucha antiimperialista

In Actualidad, Efemérides on 1 enero, 2009 at 0:01

revolucioncubanaEste 1º de Enero celebramos medio siglo del triunfo de la Revolución Cubana. Durante este largo período histórico el pueblo de Cuba, el Partido Comunista y su mítico dirigente Fidel Castro, dando muestras de una perseverancia y un heroísmo extraordinarios, han logrado construir el socialismo haciendo frente, en las mismas narices del imperio norteamericano, al bloqueo económico y la agresión militar.

Desde los primeros instantes del proceso revolucionario el imperialismo yanqui, acostumbrado a hacer y deshacer gobiernos en lo que consideraba su patio trasero, mostró toda su hostilidad criminal contra el nuevo régimen, utilizando el sabotaje, negando suministros, cortando  lazos económicos y organizando guerrillas contrarrevolucionarias a las hubo que combatir durante mucho tiempo.

Pero lejos de amedentrarse, los revolucionarios cubanos iniciaron, como respuesta al hostigamiento imperialista, un rápido proceso de transformaciones políticas y económicas que empezaron por la recuperación de las grandes empresas y los latifundios en poder de las multinacionales imperialistas y culminaron con las reformas agraria y urbana y las nacionalizaciones de los sectores industrial y comercial.

La progresiva radicalización política de las masas populares y los líderes de Cuba, estimulada en gran medida por la amenaza de intervención militar imperialista, que pronto se concretó en el intento de invasión contrarrevolucionaria -financiada, dirigida y apoyada militarmente por los Estados Unidos- en Playa Girón, permitió acabar en un plazo de tiempo muy corto con la burguesía como clase, e instaurar un sistema socialista inspirado, como era propio de aquella época, en el modelo soviético.

En aquellos años de Guerra Fría y constante amenaza de conflicto nuclear entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, de expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) cuando, salvo escasas y muy honrosas excepciones, los gobiernos de América Latina estaban totalmente subordinados a los designios políticos y a los intereses económicos de los Estados Unidos, Cuba consiguió además del respaldo político y militar de la Unión Soviética, integrarse en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).

El apoyo incondicional y generoso de los pueblos soviéticos y de Europa Oriental a la Revolución Cubana facilitó las grandiosas realizaciones educativas, culturales, sanitarias y deportivas de los isleños, que ya entonces asombraron al mundo.

Sin descuidar un sólo instante la defensa de la Revolución y la garantía de la independencia del país, por medio de la modernización de las Fuerzas Armadas y del fortalecimiento constante de las Milicias Populares, Cuba fue capaz de realizar increíbles hazañas internacionalistas.

En Angola, los combatientes cubanos, interviniendo en el momento más crítico de la invasión sudafricana, pararon en seco a los racistas y los hicieron retroceder en desbandada hasta la frontera namibia. Esta espléndida victoria militar salvó la independencia nacional de Angola y desacreditó al ejército fascista sudafricano que nunca se recuperó de esta humillante derrota.

Pero donde el coraje y la determinación de los revolucionarios cubanos y la unidad del pueblo y el Partido Comunista se demostraron en sus más altas cotas de heroísmo y firmeza fue, sin duda, durante lo que ellos llamaron «período especial». Abandonados a su suerte por un sistema socialista en caída libre, aislados por los hipócritas europeos «democráticos» y acosados por el imperialismo más feroz y agresivo los cubanos, prácticamente solos en el mundo, debieron superar pruebas imposibles.

En aquéllos años nadie daba un duro por la Revolución Cubana. Sólo se hablaba de las modalidades de la «transición» de Cuba al capitalismo que, supuestamente, siguiendo la experiencia de Rusia y de los países de Europa oriental, debía obligatoria e inevitablemente seguir el «régimen de Castro».

Pero se equivocaron de medio a medio. Cuba resistió. Las conquistas políticas y éticas del socialismo se mantuvieron y se reforzaron. El espíritu antiimperialista no retrocedió ni un paso.

Para vergüenza y escarnio de traidores y excomunistas, para ridículo y descrédito de teóricos del fin de la historia y de la desaparición definitiva de la ideología liberadora y superadora del marxismo-leninismo, y para sorpresa de reaccionarios, revisionistas y desertores de todo pelaje, la Revolución Socialista Cubana es hoy más fuerte, más coherente y más sólida que nunca.

Ejemplo de rectitud y firmeza para todos los revolucionarios antiimperialistas y para todos los comunistas, el pueblo de Cuba y sus líderes, después de romper exitosamente el aislamiento internacional con el establecimiento de sólidas relaciones económicas y políticas con los países socialistas (China, Vietnam) y con las potencias antiimperialistas (Rusia, Irán, Venezuela) se disponen ya con la misma serenidad, determinación y lucidez de las que ha hecho gala durantes estos cincuenta años, a avanzar por la senda del perfeccionamiento económico, social, político y moral del socialismo.

Camino en el que,  sin duda, los cubanos harán importantes aportaciones para la transición, a escala universal, hacia la nueva sociedad comunista, llamada a enterrar para siempre al capitalismo y a extirpar de la faz de la tierra la ignominia, abyecta e inmoral, de la explotación del hombre por el hombre.

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