Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

Afganistán: España mata

In Actualidad on 15 mayo, 2009 at 0:01

afganistanLos enfrentamientos entre las tropas ocupantes españolas, integradas en el contingente de la OTAN, y la resistencia afgana, se han saldado recientemente con dos insurgentes muertos. Poniendo en evidencia, una vez más, el carácter de invasión bélica de la intervención española en el país asiático, lejos de las paparruchas sobre “misión de paz” o “labores humanitarias”. Se trata, simplemente, de guerra: una guerra imperialista en la que España juega a ser un país con pretensiones de importancia, a la vez que paga peaje a sus amos estadounidenses.

A medida que las fuerzas ocupantes de EEUU y de la OTAN van cediendo terreno y convirtiéndose en enemigos más vulnerables, el imperialismo busca desesperadamente nuevas estrategias para salvar los muebles en Afganistán. Por un lado, releva al comandante de las tropas norteamericanas y de la OTAN en Afganistán desde mayo del año pasado, el general David McKiernan, buscando “un nuevo liderazgo militar en la zona”, más “político”, que intente captar a parte de la resistencia. Por otro, intensifica las acciones de guerra con 21.000 soldados más y con la involucración del ejército de Pakistán en el valle del Swat, rompiendo la tregua con los talibanes y los clanes locales paquistaníes.

Sin apoyo sobre el terreno, con toda la población en contra, los invasores deben limitarse a bombardeos masivos e indiscriminados sobre civiles (para ellos indistinguibles de la resistencia), lo que a su vez genera más odio popular y más combatientes para la resistencia. El exasperante desprestigio del gobierno títere de Kabul, hundido en la corrupción y el narcotráfico, tampoco ayuda. Y por si fuera poco, lo que está ahora en peligro de perder no es ya Afganistán, sino el propio Pakistán, cuyos ciudadanos no ven precisamente con buenos ojos un gobierno que ha permitido que los estadounidenses y la OTAN bombardeen aldeas paquistaníes y se convierta en una marioneta de EEUU.

La impopular ofensiva en el valle del Swat, sin embargo, es imprescindible para los ocupantes en tanto en cuanto es la entrada de armamento, municiones y suministros para el ejército invasor, y un blanco fácil que la insurgencia afgana ha golpeado reiteradamente en los últimos meses. Sólo les queda la opción de comprar con dinero y facilidades para la exportación de opio a algunos jefes tribales. Pero aquellos señores de la guerra que se dejaran comprar saben que tendrían los días contados, bien por los talibanes, bien por su propia gente que sufre las matanzas de EEUU y la OTAN.

La situación de norteamericanos y europeos en Afganistán es la de “tener un tigre agarrado por la cola”: ni pueden seguir agarrándolo, ni lo pueden soltar. Porque incluso la retirada es cada vez más difícil y puede convertirse en un auténtico desastre militar. Mucho más con el creciente peligro de la pérdida su retaguardia paquistaní. Obama, la OTAN, los líderes europeos… Todos optan por la huída hacia delante, y confiar en que se produzca algún tipo de milagro que cambie la situación.

Mientras tanto, con nuestros impuestos, España seguirá matando patriotas y civiles afganos para mantener la ocupación. Cuando no recibiendo cadáveres de soldados españoles. A seguir ayundando a asesinar mujeres, niños y civiles a quienes se masacra con bombas de gran libre, de fragmentación o de fósforo blanco. Zapatero, el PSOE, el PP, Coalición Canaria y demás partidos del régimen seguirán haciéndose los sonsos. Como Pilatos, se lavarán las manos manchadas de sangre. Todos podemos hacer lo mismo. O exigir la inmediata retirada de Afganistán de las tropas que financiamos. Y castigo a los culpables.

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