China se ha comprometido a realizar nuevos préstamos a África por valor de 10.000 millones de dólares durante los próximos tres años. Además, el primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo en la apertura de la 4ª Conferencia Ministerial del Foro de Cooperación China-África, que se ha desarrollado en Egipto, que su país piensa anular pronto 168 deudas de 33 de las naciones de nuestro continente.
Además, los chinos se comprometieron a invertir más recursos en proyectos de energías limpias a lo largo de África. «Nosotros ayudaremos a África a desarrollar sus capacidades financieras”, subrayó Wen, quien añadió que “suministraremos 10.000 millones de dólares a África en préstamos bonificados».
La conferencia ministerial, reunida en la ciudad de Sharm El Sheik, contó con la presencia de representantes de medio centenar de países, y en el transcurso de las sesiones se espera que Pekín defina el rumbo que tomarán sus inversiones en África en los próximos años. El comercio de China con 53 países de África asciende a 107.000 millones de dólares anuales, lo que multiplica por diez la cifra de 2001.
A medida que trata de asegurar su acceso a las vastas reservas de petróleo, gas y minerales de África, China, al contrario que el imperialismo euronorteamericano, trata de contribuir al desarrollo de las naciones africanas. Los chinos prometieron construir más escuelas y hospitales en África, e invertir en programas de estímulo agrícola y lucha contra la malaria. Igualmente prevén eximir de impuestos a productos africanos para favorecer su entrada en el mercado asiático.
En el discurso pronunciado en la mañana del 8 de noviembre, Wen Jiabao dijo que China construirá 100 centrales de energía eléctrica no contaminantes, 30 hospitales, 30 centros contra la malaria y 50 escuelas.
La última cumbre del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) se efectuó en Beijing hace tres años. En ella, China asumió ocho medidas de compromisos de asistencia destinadas a impulsar la cooperación bilateral.
La construcción de seis zonas de cooperación económica y comercial en África, fueron empezadas por China. Aproximadamente, 1.600 empresas del país asiático han comenzado negocios en países africanos con una inversión directa de 7.800 millones de dólares. También se está ampliando la cooperación en servicios de contratación de proyectos y de mano de obra entre las dos partes.
A la anulación de las deudas de múltiples países africanos, el primer ministro también sumó el compromiso de que los créditos concesionarios por 5.000 millones de dólares serán aplicados muy pronto. En cuanto al Fondo de Desarrollo China-África, cuyo primer desembolso alcanzó los 1.000 millones de dólares, entró en operación como estaba previsto.
Todas estas medidas han sido de gran ayuda para los países africanos a la hora de enfrentar la crisis financiera, elevando la capacidad de desarrollo autónomo del continente.
Pero las relaciones bilaterales entre China y África son aún más amplias: en materia de cultura, educación, salud y capacitación de recursos humanos, también creció el intercambio entre ambas partes.
Y para fines de este año, China preparará a un total de 15.000 africanos de diferentes profesiones, aseguró Wen Jiabao. De este modo, los chinos colaboran en la capacitación de los trabajadores africanos que luego impulsan el desarrollo autónomo de sus países.
En los tres años transcurridos desde la Cumbre de Beijing, las dos partes han trabajado conjuntamente, en la construcción de una asociación estratégica caracterizada por la igualdad política, la cooperación económica de beneficio mutuo y por los intercambios culturales.
Esta política de respeto a los intereses de ambas partes, forjados sobre la base de la promoción china de aumentar la capacidad de desarrollo autónomo de África, difiere radicalmente de la actitud imperialista de EEUU y la Unión Europea.
«El objetivo fundamental de la cooperación con África es aumentar la capacidad de autodesarrollo de los países africanos», dijo el primer ministro chino en una conferencia de prensa en la cuarta reunión ministerial del FOCAC.
También subrayó que «el desarrollo de los lazos entre China y África no es un fenómeno nuevo. Tan temprano como el siglo pasado, China apoyó a los africanos en sus esfuerzos para construir caminos y ferrocarriles, y envió equipos médicos a los países africanos». Y sentenció, que «durante ese periodo, China no tomó ni una sola gota de petróleo o una sola tonelada de minerales».
Ahora China quiere asegurarse el acceso a esas grandes reservas del continente africano, pero con una política no imperialista que todavía muchas personas de izquierdas no terminan de comprender.
Desde el acuerdo de las ocho medidas que se iniciaron en la Cumbre de Beijing, en 2006, el volumen comercial entre las dos entidades creció el doble: de 50.000 millones de dólares a más de 100.000. Y la inversión directa de empresas chinas en África aumentó un 77% en los tres pimeros trimestres de este año.
El FOCAC ha alcanzado un progreso fenomenal y ahora entra en un nuevo capítulo. «Desde su fundación hace nueve años, el FOCAC ha desempeñado un importante papel en la guía y promoción del desarrollo de las relaciones de China y África y se ha convertido en un puente de amistad y en una plataforma de cooperación entre ambas partes», dijo Wen en la ceremonia inaugural de la Cuarta Conferencia Ministerial del FOCAC.
Todavía queda mucho por hacer. La amenaza que se cierne sobre los intereses del imperialismo euronorteamericano en África, con el ejemplo chino, es un asunto que preocupa y mucho a los países que mantienen relaciones históricas de caracter colonialista e imperialista.
Pero es necesario que cuantitativamente, continuen mejorando las relaciones comerciales y financieras bilaterales entre China y África, posibilitando así un continuo avance de la capacidad de autodesarrollo de los países africanos y un paulatino distanciamiento de los imperialistas.