Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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60 años de lucha por el Socialismo

In Actualidad, Comunicado on 31 enero, 2010 at 20:00

Comisión Política del
Partido Comunista de Bolivia (PCB)


LA UNIDAD POPULAR, META PERMANENTE

El Partido Comunista de Bolivia nació con la consigna de la unidad. Nuestro vocero central adoptó ese nombre desde su primer número hace 60 años. El primer manifiesto, de agosto de 1950, planteó la política unitaria de esta manera: “(el PCB) dirige a la nación entera su llamamiento a la unidad para la lucha por un poderoso FRENTE DE LIBERACIÓN NACIONAL que sepulte para siempre a la feudal burguesía”, para el cumplimiento de un programa democrático, antiimperialista, antioligárquico y antifeudal. Para las elecciones de 1951 propuso al MNR una actuación conjunta proponiendo un binomio, Paz-Lechín, de mayor contenido popular. Esta propuesta se reflejó en la acción concertada en la triunfante Revolución de Abril, en 1952, cuando militantes comunistas combatieron contra el ejército de la “rosca” junto al pueblo insurrecto.

En todos los documentos, tanto coyunturales como en los de congresos, se repite esta posición de convocatoria a la unidad, bajo unos principios centrales e inamovibles que tenían como meta ante todo la liberación de la Patria, la emancipación de los trabajadores y la liquidación del neoliberalismo después de 1985, como el paso necesario para el cambio estructural que conduzca a la construcción de la sociedad socialista.

El FRENTE DE LIBERACIÓN NACIONAL (FLIN, 1965) fue el primero de importancia. Incorporó, junto al Partido, a intelectuales y luchadores sociales marxistas. Fue a las elecciones de 1966 con un binomio que encarnaba esa conjunción: Felipe Iñiguez y Mario Miranda.

En 1971 sobrevino la dictadura del septenio banzerista. Bajo este largo autoritarismo, prohijado por el imperialismo yanqui, maduró la unión de fuerzas que luchaban por una apertura democrática. Así nació la UNIDAD DEMOCRÁTICA POPULAR (UDP, 1978) marcando, en ese momento, la aparición de una gran fuerza unitaria que derrotó al militarismo fascistizado, y ganó 3 elecciones consecutivas. Luego del régimen narcofascista de García Meza, en octubre de 1982, se instaló el gobierno presidido por Hernán Siles Zuazo. La acción combinada de una derecha revanchista y un radicalismo desbocado, de apariencia izquierdista y prohijada por el imperialismo, frustraron ese histórico logro en el cual el PCB participó en todos sus niveles, incluyendo el Ejecutivo. Las contradicciones insalvables – entre el proyecto pequeño burgués y ambicioso del MIR y parte del MNRI, frente a la orientación consecuente antiimperialista y antioligárquica del Partido – contribuyeron a la derrota del gobierno popular. La UDP acabó sus días sin aplicar la propuesta programática, excepto el rescate de una democracia formal, usufructuada por la derecha neoliberal que tomó el rumbo de la restauración oligárquica bajo los atuendos del neoliberalismo.

Hubo otras experiencias menores como el FRENTE DEL PUEBLO UNIDO y la ALIANZA PATRIÓTICA. Una mayor experiencia frentista fue la IZQUIERDA UNIDA (IU) que después de algunos éxitos en 1990 y 1997 concluyó su existencia en el año 2000. Se debe recordar que con esta coalición y su sigla el actual MAS consiguió sus primeros diputados. La declinación de la IU fue producto del abandono paulatino de esa unión, sobre todo bajo la “teoría” de la caducidad de la izquierda, del socialismo, de los partidos populares y revolucionarios e incluso del movimiento sindical.

Hoy, el Partido continúa la lucha por la unidad, por forjar una articulación orgánica con un programa antiimperialista, antioligárquico, de emancipación de los trabajadores y la construcción de un Estado nuevo que dé su lugar legítimo – dentro de la unidad nacional – a los pueblos originarios. La ALIANZA REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA (ARA) es otro de los esfuerzos en esa dirección y su punto de principio es el apoyo y el avance del gobierno popular que encabeza el Presidente Evo Morales. Su perspectiva histórica es la construcción del Socialismo, también como obra de la unidad.

EL ACTUAL PROCESO Y EL AVANCE DE LOS CAMBIOS

Concebimos al proceso de cambio como un período necesario en la revolución democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista, de acuerdo a nuestra estrategia de construcción del socialismo en Bolivia. Siendo sus protagonistas los trabajadores de la ciudad, las minas y el campo, nuestra responsabilidad mayor estriba en enraizarnos principalmente en la clase obrera, y ser portavoces de sus esperanzas, sus aspiraciones y reivindicaciones, sin olvidar el papel importante que desempeñan los pueblos indígenas y originarios. La victoria electoral de diciembre es un hito histórico en el desarrollo de las transformaciones que encabeza el compañero Evo Morales.

Los rasgos más importantes del actual proceso y por cuya profundización luchamos los comunistas son: su carácter antiimperialista, antioligárquico y antilatifundista, inscrito en la lucha liberadora respecto del imperialismo yanqui; la construcción del Estado plurinacional; la hegemonía de la economía estatal en coexistencia con la economía privada regulada y la cooperativizada y comunitaria; industrialización de los recursos naturales en territorio nacional; consolidación de las autonomías departamentales, regionales e indígena originario campesinas; participación ciudadana y control social e incorporación de la mujer, sin restricción ninguna, a todos los niveles de decisión y administración pública; y solidaridad con la lucha antiimperialista y de liberación nacional y social, de los pueblos del mundo.

Contribuir decididamente a corregir o mejorar los siguientes aspectos: convertir la articulación de las organizaciones sociales y políticas de izquierda, en un ente orgánico con objetivos y dirección colegiada; la superación de la desigualdad étnica, de género y regional. Priorizar las determinaciones de entes orgánicos sobre opiniones y resoluciones sin consistencia organizativa; eliminar la práctica vertical en nominaciones a cargos electivos.

El recuento de las tareas ideológicas, políticas y orgánicas que nos incumben en este aniversario fundacional, nunca será suficiente al rendir el mejor y más digno homenaje a nuestros héroes y mártires que ofrendaron sus vidas en la lucha revolucionaria constituyéndose entre otras figuras emblemáticas, la del dirigente sindical minero Rosendo García Maisman , caído fusil en mano durante la masacre de San Juan y el intelectual y sociólogo Roberto Alvarado Daza, inmolado en las mazmorras de la dictadura del banzerato. Honor y gloria a estos y tantos camaradas que demostraron su temple y decisión revolucionaria.

Hace sesenta años un puñado de jóvenes tuvo la audacia y la convicción de fundar la organización marxista-leninista que recoge el impulso histórico de las grandes movilizaciones populares desde la independencia, la revolución del 52 y la resistencia antidictatorial. El Partido también se nutre día a día, con el ejemplo de la consecuencia e integridad de aquellos cuadros que, mediante un esfuerzo anónimo en el seno de la clase obrera y de sus aliados, edificaron y edifican la alternativa al neoliberalismo y la dominación del gran capital transnacional en nuestra Patria. Hoy, los desafíos no dejan de ser similares a los encarados por nuestros mayores de la primera hora; principalmente, contar con el destacamento de vanguardia nacido de las entrañas del pueblo, activo y operante que aglutine y oriente a los trabajadores bajo las banderas proletarias y del campo popular hacia la liberación nacional y social.

En el plano internacional, corresponde fortalecer los vínculos con las organizaciones afines a nuestros objetivos revolucionarios, especialmente con los de América Latina. El viraje hacia posiciones progresistas en varios países del continente, ha posibilitado el avance sustancial de las fuerzas populares con medidas antioligárquicas y antiimperialistas. Mantenemos vínculos sostenidos con partidos hermanos de los Estados limítrofes como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú y el movimiento comunista internacional. Asimismo, afianzamos relaciones fraternales con los partidos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Colombia, además de contactos con otros de México y América Central.

En esta conmemoración de los comunistas y revolucionarios bolivianos, al saludar a la militancia partidaria y de la Juventud, asumimos el reto de ponernos a la altura de los nuevos tiempos, de ocupar la primera línea en la lucha por la profundización del proceso de cambio y la aceleración de las transformaciones estructurales. Ello debe traducirse de manera inexcusable en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo; en la ampliación de las bases de sustentación social a través de las rectificaciones indispensables que eviten distorsiones; en la actualización programática permanente, con un sólido sustento ideológico, político, orgánico y técnico, bajo la cobertura del análisis científico de la realidad nacional, sin prejuicios ni dogmatismos, como en su momento hizo, entre otros José Carlos Mariátegui. Estos son los objetivos propuestos en la perspectiva del próximo X Congreso Nacional de unidad y victoria, relanzando al PCB, eslabonando las mejores tradiciones nacionales y populares con la cultura comunista, en un solo e imbatible proyecto revolucionario.


¡AL RESCATE DE LA PATRIA, RUMBO AL SOCIALISMO!

PROFUNDIZAR LOS CAMBIOS, SIN RETROCESOS NI CLAUDICACIONES

¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA!


La Paz, Año del 60 Aniversario, enero de 2010

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La vieja Europa tira de crucifijo

In Actualidad on 30 enero, 2010 at 0:01

JuanRafaelJuan Rafael Lorenzo
Miembro del Comité Nacional del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)


La reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo declarando una “violación de la libertad de religión” la presencia de crucifijos en las aulas de los centros educativos públicos ha dado visibilidad a la contradicción entre zonas de la legislación y el bloque de poder y sus gobiernos.

El recurso interpuesto ante la corte europea por la Unión de Ateos y Agnósticos Racionalistas de Italia demandando la retirada de los crucifijos de las aulas al amparo de la legislación sobre derechos humanos logró una sentencia consecuente del Tribunal citado. Inmediatamente, dentro y fuera de Italia, ministros, obispos, monseñores y otros gestores y puntales del poder tomaron la palabra para poner el grito en la tierra ante la ofensa proferida a la tradición, la identidad, la historia y la dignidad de Europa.

El portavoz de la jerarquía católica española, Martínez Camino, no se cortó un pelo para afirmar que «el crucifijo es un símbolo de respeto a la dignidad de la persona desde su nacimiento hasta su muerte natural». Y dijo más: «la cruz es un símbolo de libertad» –impuesto por el franquismo como parte de la expulsión republicana de la escuela-. Ello nos lleva a recordar ese símbolo tan europeo formado por la espada y la cruz, grabado a fuego –por haber sido bien regado por su sangre- en la memoria colectiva de los pueblos colonizados y esclavizados por el catolicismo español y europeo. No es a dignidad de la persona y a libertad a donde nos remiten el terror de la Inquisición y la bendición y complicidad con el fascismo.

Contrastan estas declaraciones con el artículo 16 de la Constitución Española (“ninguna confesión tendrá carácter estatal”). Y es que a los demócratas de la espada y la cruz se les atraganta hasta su propia democracia.

En la misma dirección, pero con maliciosa sutileza, se pronunció el Ministro de Educación (Ángel Gabilondo) que, en lugar de ordenar el cumplimiento del mandato de la Constitución y del Tribunal de Estrasburgo, deja el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de conciencia en manos de los consejos escolares de los centros, sometiendo a estos devaluados entes a innecesarias situaciones de tensión, conflicto y división.

La recuperación del cristianismo por la Unión Europea para el primer nivel de la lucha ideológica está íntimamente asociada a la ofensiva anticomunista que desde el Consejo de Europa y otras instituciones se coordina e impulsa. Así, mientras las autoridades pro OTAN georgianas dinamitan un monumento soviético dedicado a la victoria antifascista en la Segunda Guerra Mundial o, en Cáceres, desconocidos ametrallan y destrozan, en enero de 2009, el recién inaugurado monumento a la memoria histórica, la vieja Europa tira de crucifijo para estimular la ideología del sometimiento y la resignación con el fin de dividir al pueblo y limitar su respuesta a las políticas de más explotación, despojo de derechos y guerras de saqueo en estos tiempos de crisis capitalista y conflictos sociales crecientes.

Toda la solidaridad con el pueblo de Haití. ¡No a la intervención militar!

In Actualidad, Comunicado on 29 enero, 2010 at 18:00

Comisión Política del Partido Comunista Brasileiro (PCB)


¡EL TERREMOTO EN HAITÍ NO PUEDE SER TRATADO COMO UNA OPORTUNIDAD DE NEGOCIOS!

El cuadro dramático de la devastación y el dolor, con miles de muertos, heridos y desplazados como consecuencia del terremoto ocurrido en Haití, supuso una gran conmoción para todos los pueblos. Haití, uno de los países más pobres del mundo, con tasas muy altas de desempleo y analfabetismo, no tiene recursos propios suficientes para hacer frente a la situación -no hay médicos, ni equipos de rescate; faltan alimentos y agua, y el gobierno está trabajando en una tienda campaña-.

Este cuadro de miseria proviene de una historia marcada por un violento proceso de expolio de sus riquezas y de su pueblo, promovido por la colonización europea y por EEUU. Colonizada inicialmente por España, el país tenía su población nativa aniquilada o esclavizada. Su territorio fue cedido a Francia en 1697.

Haití ha pagado el precio de haber sido el escenario de la única revolución exitosa de esclavos en la historia del mundo que, victoriosa en 1794, liberó al país de la colonización francesa y abolió la esclavitud. El «pecado» de la rebelión original fue luego corregido por las fuerzas de la reacción: después de algunos años de un gobierno libre, Francia volvería a dominar el país siendo derrotada, en 1803, por un ejército popular. Los países esclavistas europeos y EEUU no tolerarían la audacia e impusieron un bloqueo económico al país durante cerca de 60 años, sólo levantado cuando el gobierno de Haití acordó -bajo intensa presión militar- pagar una indemnización a Francia de 150 millones de francos, que causaron el casi agotamiento de su economía.

Muchos presidentes de Haití fueron depuestos o asesinados, y EEUU ocupó militarmente el país entre 1915 y 1934, saliendo sólo cuando el control de las aduanas del país permitió el pago de las deudas que éste tenía con el City Bank, y promovió un cambio constitucional que pasó a permitir la venta de terrenos y plantaciones a los extranjeros. En 1957, François Duvalier –Papá Doc– fue elegido, con el apoyo de EEUU y las élites locales, pasando a imponer una brutal dictadura, que tendría continuación, después de su muerte, con el ascenso al poder de su propio hijo, Jean-Claude Baby Doc, que seguiría gobernando hasta 1986. Sólo en 1990 se celebraron nuevas elecciones en el país, ganadas por el padre Jean Bertrand Aristide quien, a su vez, fue derrocado pocos años más tarde por un golpe militar.

Haití es un ejemplo inequívoco de la supervivencia de la dominación colonial y la política de dominación de EEUU sobre su «patio trasero» en alianza con la burguesía local. El país produce cierta cantidad de caña de azúcar, café y cacao, y algunos otros productos agrícolas y pesqueros, y explota una serie de complejos turísticos de lujo (que siguen operando como si no hubiera habido un terremoto). Es un país de grandes contrastes: por un lado una burguesía adinerada, que posee tierras y hoteles, y por el otro, los desempleados, los trabajadores en precario, miseria por todas partes. El Estado haitiano, frágil en infraestructuras, en salud, en libertades democráticas, es fuerte en la represión y en atender los intereses de la clase dominante. Por su origen de país de esclavos liberados, la idea de un Haití libre y soberano, no es tolerada, incluso hoy, por las élites capitalistas mundiales.

En 2004 llegó a Haití una denominada misión de paz de la ONU, la MINUSTAH, en nombre de la estabilización y la seguridad del país. Las tropas de la MINUSTAH, con unos 8 mil soldados, bajo el mando del Ejército brasileño, han estado concentrando sus acciones en la represión de los movimientos sociales locales y de las movilizaciones políticas populares, en una especie de «imperialismo subcontratado» que, contrariamente a lo que se propaga para justificar una fuerte presencia militar en el país, mantiene los altos niveles de pobreza y la desigualdad social existente en Haití. Ningún hospital o escuela fueron construidos durante estos seis años de ocupación.

La presencia de la MINUSTAH sólo acentúa el estado de nación bajo un estado permanente de intervención externa. Los términos de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU definen que el presupuesto de la MINUSTAH sólo se puede gastar en los esfuerzos para mantener el orden público y seguridad interior. En junio de 2009, las manifestaciones populares en apoyo de un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes y el Senado para reajustar el salario mínimo, fueron severamente reprimidas por las tropas de la MINUSTAH.

Con un papel tan limitado, el gobierno y las tropas brasileñas, además de utilizar la misión en Haití para tratar de obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, también hacen que el país, en las palabras de un coronel Brabatt (batallón brasileño de la MINUSTAH), “un laboratorio para que los militares brasileños aprendan a contener una posible rebelión en las favelas cariocas”.

Recientemente, tropas de la ONU fueron atropelladas por una verdadera invasión militar norteamericana, con más de 10 mil soldados, incluyendo 2 mil marines, con la supuesta misión de ayudar a los supervivientes del terremoto y auxiliar en el esfuerzo de reconstrucción en el país.

Es evidente, sin embargo, que otros objetivos se esconden detrás de la pretendida ayuda «humanitaria» internacional.

El primero de ellos es tratar de destruir toda capacidad los haitianos para autogobernarse, para lo que se trató de impedir que el Estado haitiano hiciera lo que todo Estado hace, ejecutando políticas públicas con los fondos disponibles, ya sean internos obtenidos con la recaudación de impuestos, o provenientes de donaciones o préstamos internacionales. Desde 2001, por presiones de Estados Unidos, los fondos de ayuda internacional son dirigidos prioritariamente a las acciones de las ONG, que han pasado a reemplazar a las obligaciones del Estado haitiano. El país no cuenta con fuerzas armadas y las funciones de policía son raquíticas.

Otro objetivo evidente es que Haití, en la visión de los capitalistas internacionales, se debe utilizar para una reproducción más intensa del capital internacional, en vista de la precariedad de sus leyes laborales, la alta tasa de explotación y el bajo valor de los salarios. Es lo que hicieron los Estados Unidos, que impusieron en Haití su arroz, que cuenta con fuertes subsidios internos, llevando a la ruina de los pequeños agricultores del país. Además, durante la dictadura de Baby Doc, obligó a Haití a eliminar todos los cerdos del país, acusándolos de estar infectado por la fiebre africana, entre otros ejemplos, haciendo insoportable la vida en el campo y provocando un enorme éxodo rural, cuyas consecuencias fueron el aumento de las chabolas y la pobreza en el país. Empresa “maquiladoras”, principalmente de ropa deportiva (Nike, Adidas, Reebok), establecidas en Haití, también se aprovechan de una mano de obra baratísima y sin derecho a organización sindical.

Intereses económicos de los grupos capitalistas brasileños están también detrás de la presencia de Brasil en la “misión de paz” de la ONU en Haití. Además de la OEA, que ganó una licitación de 145 millones de dólares para construir una carretera, Coteminas, la mayor empresa de cama, mesa y baño del mundo, y cuyo propietario es el vicepresidente José Alencar, está negociando con las autoridades de la MINUSTAH la instalación de una planta en el país. Su producción sería exportada a Estados Unidos, con el que Haití tiene un acuerdo de libre comercio. Es el mejor de los mundos para cualquier capitalista: la explotación más desenfrenada está garantizada por la fuerza de las armas, todo en nombre de la reconstrucción del país.

La devastación causada por el terremoto, al postrar aún más al pueblo haitiano, fue una señal para que los gobiernos imperialistas ampliaran su presencia militar. El gobierno de Estados Unidos, además de enviar tropas, militarizó la costa haitiana enviando modernos buques de guerra y ocupó el aeropuerto de Puerto Príncipe, causando dificultades al aterrizaje de los aviones con ayuda humanitaria. Debe ser elogiada la postura de Cuba, que envió 300 médicos y alimentos, sin ninguna fuerza militar añadida.

La súbita presencia de las tropas de EEUU en Haití también debe ser vista como parte de la estrategia yanqui para ampliar el cerco militar a Cuba y Venezuela. El gobierno de Lula sigue el mismo camino, apoyando los intereses de grupos empresariales brasileños y haciendo el papel de potencia regional –aliada directa, en este caso, los EEUU– para anotarse un tanto más en la búsqueda de un puesto permanente en Consejo de Seguridad de la ONU.

La solución de los problemas haitianos, incluidos los causados por el terremoto, comienza con la garantía del respeto a su soberanía. Todas las tropas extranjeras deben abandonar el país. Primero deben salir las tropas norteamericanas, que no tienen el mandato de la ONU. Para que el país supere la situación cercana a la miseria en la que vive –incluso antes del terremoto– nuevas medidas deben ser adoptadas, tales como el mantenimiento de un volumen fijo de recursos obtenidos mediante un impuesto al flujo financiero internacional, para apoyar el desarrollo económico y social el país, la cancelación de su deuda externa y la asistencia técnica para reiniciar la producción agrícola e industrial, sin ningún tipo de contrapartida.

Por último, hay que garantizar el ejercicio pleno de las libertades democráticas para que la mayoría de los haitianos puedan decidir sobre su destino, con la celebración de nuevas elecciones sin ningún tipo de coacción.


Enero 2010

Y la Independencia ¿para qué?

In Opinión on 29 enero, 2010 at 0:01

COLABORACIÓN


Julio César de Cisneros

En 1920, y como miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE, Fernando de los Ríos viajó a la URSS a estudiar la posibilidad de que su partido se afiliase a la Internacional Comunista. Allí se vio con Lenin. Parece ser que preguntó a Lenin: “¿y la Libertad?” A lo que Lenin contestó: “Libertad, ¿para qué?” Esta pregunta marcó un hito histórico, una fractura entre socialistas y comunistas. Entre partidarios de la Libertad y la de los del ¿para qué?

En 1985 visité como turista a la antigua Unión Soviética. En la plaza Gorki, me dirigí a un joven rubio y de ojos azules que llevaba una lata de aceitunas españolas en una mano y se me ocurrió preguntarle, en mi inglés, sobre dónde estaba la librería Progreso. Él, muy amablemente y en un inglés envidiable, me indicó el modo de llegar hasta la librería. Acto seguido, me preguntó que de dónde era y así comenzamos a hablar sobre casi todo: de cómo se sentía marginado porque en su pasaporte constaba que era judío en vez de soviético, de cuando había servido casi dos años en el ejército, de cómo era su pequeño apartamento, de la imagen política de Gorbachov, etc.

Llegamos, a la sazón, al punto donde yo le dije que los comunistas en España habíamos luchado por la libertad y la Democracia. En un intento de conocer más cosas sobre las libertades civiles en la URSS, se me ocurrió presentar el tema con una afirmación. Algo así como que allí no había libertad; recuerdo que fue un planteamiento bastante genérico. Inmediatamente me contestó: “Libertad, ¿para qué?”

Él no conocía la anécdota de nuestro socialista Fernando de los Ríos pero en ese instante yo si entendí el significado de la respuesta de Lenin, que tan cismáticamente se nos había presentado siempre. Cuando pensamos con términos genéricos solemos llegar, fácilmente, a posicionamientos de principios, por ejemplo, si hablamos de derechos civiles enseguida nos ubicamos en el terreno de los principios democráticos. Este terreno es muy cómodo para quien tenga interés en redactar una Constitución o cuando quiere referirse a algún tipo de ideario general, recurso muy utilizado por los políticos cuando quieren ser diplomáticos, convenientemente ambiguos o escurridizos. También suele ser un terreno donde se quiere dar un contenido ideológico al discurso, esto es, cuando se pretende abarcar bajo esas expresiones las posiciones más amplias y menos comprometidas con lo concreto.

Pero el problema para quien quiere llevar a la práctica esos principios genéricos no puede ser la ambigüedad. Llega un momento en el que tienes que resolver en qué aspectos específicos, hasta qué límites, con qué recursos, qué procedimiento te permitirá hacer tangible un principio general como la Libertad o la Independencia.

Para el pensamiento marxista, la Libertad o la Independencia tienen relación con condiciones reales de existencia, tienen que ser posibles material y físicamente. Su contenido se explica por dichas condiciones reales, ellas son las que delimitan su práctica. Por tanto, la pregunta de quién quiere poner en práctica los principios generales no puede ser otra que ¿para qué?

Los ambiguos, los escurridizos, cuando les señalas el objeto concreto se quedan anclados en las formas, en las maneras de decir las cosas; no muestran una disposición práctica, no fijan su espíritu en la práctica concreta, sino que se deslizan en lo superficial.

Mao tenía una frase para esta circunstancia: “Cuando se señala a la Luna, los tontos miran el dedo”.


(*) Julio César de Cisneros es Doctor en Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Estudios Africanos

¡Google, no te conviertas en instrumento de la hegemonía!

In Actualidad, Opinión on 28 enero, 2010 at 18:00

He Jiazheng
Presidente de Pueblo en Línea

La polémica alrededor de Google demuestra los cambios estratégicos de Estados Unidos. En el pasado, EEUU mantuvo su hegemonía global con el uso de la fuerza. Pero su poderío nacional se ha visto considerablemente disminuido por la crisis financiera internacional y las dos guerras antiterroristas que ha desatado. Así las cosas, ahora traslada su foco estratégico del área militar a Internet. Es en este contexto que Google se convierte en instrumento de la hegemonía en Internet.

¿Qué podría llevar a una empresa multinacional gigante a intervenir en los temas de seguridad y sistemas pertinentes del país que le acoge? Obviamente, no se trata del comportamiento de una empresa, sino de un acto compulsado por motivos ocultos.

Un principio básico que deben observar las compañías internacionales es cumplir con las leyes y sistemas del país donde se ubican. De igual forma, dicho país mantiene un principio al acoger a las empresas extranjeras, es decir, que el proceso se avenga a sus propias leyes y sistemas. Este principio es básico, y no debe ser alterado por ninguna de las partes.

Es normal que el Gobierno administre Internet. Es lo que hacen todos los países, por ejemplo, para contrarrestar la pornografía y el ciberdelito. A la vez, todos los países exigen que el contenido en Internet responda a sus leyes y proteja la seguridad nacional. Google es un buen ejemplo en este sentido. Como compañía de los EEUU, la misma empaña las fotos geográficas de muchos lugares de ese país.

Hablando en términos generales, los métodos principales de administración de Internet son la supervisión, la colocación de filtros y la supresión de contenidos. Algunos países occidentales insisten en que otros países garanticen la libertad de expresión y en Internet, pero cuando hay contenido que amenaza sus propios intereses nacionales, imponen inmediatamente controles estrictos. Por ejemplo, Google ha filtrado muchos textos sobre discriminación racial y contentivas de retórica antiestadounidense. La supervisión de Internet en China responde por completo a la ley y garantiza un alto grado de libertad para las compañías de Internet y los internautas. Según estadísticas, actualmente China tiene más de 200 millones de blogs, con lo cual se ubica como primera en el mundo en ese aspecto. Cada día, más de 100 millones de chinos hablan libremente en Internet.

Como sitio web, Pueblo en línea ha disfrutado de un alto grado de libertad. Nuestro foro “China poderosa”, dedicado a temas de actualidad, ha estado activo por muchos años. El único principio y requerimiento básico para nosotros es cumplir con la ley y mantener el desarrollo sano de Internet. Mientras las observaciones no vayan contra la ley, cualquier cosa puede ser discutida. Hay completa libertad en nuestro sitio.

Otro ejemplo, hemos dispuesto diversas pizarras para mensajes con acceso a todos los niveles de gobiernos locales. Solo en 2009, se discutieron públicamente por medio de ellos más de 7.000 problemas de áreas locales, los cuales fueron solucionados correctamente.

Además, tenemos una columna nombrada EZheng. Todos pueden expresar sugerencias en ella. Y la mayor parte de los problemas presentados también fueron solucionados correctamente. Siempre y cuando Internet se apoye en este concepto, tendrá vitalidad y alma.

Google es una compañía muy creativa con un concepto de desarrollo único, que para muchas compañías resulta difícil de igualar. Creo que se desarrollará bien mientras lo haga como compañía. Espero que no se convierta en instrumento de la hegemonía de EEUU en Internet.

Los grandes capitalistas de medios de comunicación españoles quieren más subvenciones y menos Internet

In Actualidad, Cultura, Represión on 28 enero, 2010 at 0:01

Las empresas de medios de comunicación españoles, a pesar de las enormes subvenciones que reciben (especialmente los periódicos) siguen cayendo en picado. Según los propios datos de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), que agrupa a los principales periódicos estatales, además de los regionales, el beneficio conjunto de la prensa escrita cayó en un 95% en 2008 -se quedó en 11,9 millones frente a los 232,9 millones de 2007- y registrará grandes pérdidas cuando se cierren los balanzas de 2009.

El gobierno socialdemócrata metropolitano ya anuncia que, a pesar de la recesión, va a acudir al rescate con dinero público. La vicepresidenta Fernández de la Vega quiere cerrar un plan de subvenciones y otros beneficios en el primer semestre de 2010. Se anuncia una mesa política de negociación con los editores, donde se trazarán las líneas generales, y otra más técnica, donde los especialistas entrarán en los detalles.

El lobby de grandes capitalistas de los medios ya ha conseguido la eliminación de la publicidad en RTVE. El siguiente paso es que quienes no han sabido gestionar la crisis en los medios de comunicación reciban más subvenciones aún. El gobierno Zapatero está más que dispuesto a comprar simpatías con dinero público.

Pero además, la AEDE quiere que se regulen (es decir, que se restrinjan) los agregadores de noticias en Internet (como Google News, por ejemplo, pero también las «revistas de prensa» de portales y blogs), en nombre de los derechos de propiedad intelectual.

Internet es el campo de batalla multimedia en que estas grandes corporaciones mediáticas están perdiendo, y a donde desertan los lectores de periódicos, los oyentes de radio y hasta los teleespectadores. En vez de cambiar sus estrategias y adaptarse a la nueva realidad de la Red, oligarcas mediáticos, monopolios de la edición de discos y extorsionadores legales como la SGAE tratan de ganar tiempo frenando su desarrollo como sea.

Desde el gobierno, totalmente en manos de las compañías discográficas y de su peón SGAE, se pretende el cierre de páginas web de manera administrativa por parte de una comisión censora, con apenas un mínimo barniz pseudojudicial, sin necesidad de demostrar pruebas suficientes (entre otras razones porque la vista debe celebrarse en el plazo improrrogable de cuatro días). La fisura jurídica que se abre en torno a la «propiedad intelectual», abre el camino para el cierre de páginas por motivaciones ideológicas y políticas.

Desde los mismos entresijos del Estado han salido razonamientos demoledores en contra de estas prácticas monopolistas, como el “Informe sobre la gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual” de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), que incluso denuncia el establecimiento unilateral de tarifas tanto abusivas como discriminatorias por parte de la SGAE, «sin que exista una justificación objetiva para ello».

La llamada “Ley Sinde” es claramente un intento de controlar Internet y minimizar tanto sus aspectos más democráticos, con la participación directa de los ciudadanos, como su diversidad de fuentes y noticias. La aparición de la imprenta supuso también la inmediata imposición de la censura previa, tanto de la Iglesia como del Estado.

Al «peligro» de opiniones e informaciones que se salgan del discurso unívoco procapitalista y proimperialista, se une ahora la facilidad para crear páginas webs y difundir masivamente sus contenidos de forma casi gratuita, sin la necesidad de las grandes inversiones de capital que requieren montar un periódico en papel o una televisión.

Los intereses económicos e ideológicos de la oligarquía española, de la que son meros lacayos el PSOE y el resto de partidos burgueses, les lleva a intentar amordazar (más aún) la Red. La lucha de clases se manifiesta así, también, como lucha de clases digital.