Comisión Política del
Partido Comunista de Bolivia (PCB)
LA UNIDAD POPULAR, META PERMANENTE
El Partido Comunista de Bolivia nació con la consigna de la unidad. Nuestro vocero central adoptó ese nombre desde su primer número hace 60 años. El primer manifiesto, de agosto de 1950, planteó la política unitaria de esta manera: “(el PCB) dirige a la nación entera su llamamiento a la unidad para la lucha por un poderoso FRENTE DE LIBERACIÓN NACIONAL que sepulte para siempre a la feudal burguesía”, para el cumplimiento de un programa democrático, antiimperialista, antioligárquico y antifeudal. Para las elecciones de 1951 propuso al MNR una actuación conjunta proponiendo un binomio, Paz-Lechín, de mayor contenido popular. Esta propuesta se reflejó en la acción concertada en la triunfante Revolución de Abril, en 1952, cuando militantes comunistas combatieron contra el ejército de la “rosca” junto al pueblo insurrecto.
En todos los documentos, tanto coyunturales como en los de congresos, se repite esta posición de convocatoria a la unidad, bajo unos principios centrales e inamovibles que tenían como meta ante todo la liberación de la Patria, la emancipación de los trabajadores y la liquidación del neoliberalismo después de 1985, como el paso necesario para el cambio estructural que conduzca a la construcción de la sociedad socialista.
El FRENTE DE LIBERACIÓN NACIONAL (FLIN, 1965) fue el primero de importancia. Incorporó, junto al Partido, a intelectuales y luchadores sociales marxistas. Fue a las elecciones de 1966 con un binomio que encarnaba esa conjunción: Felipe Iñiguez y Mario Miranda.
En 1971 sobrevino la dictadura del septenio banzerista. Bajo este largo autoritarismo, prohijado por el imperialismo yanqui, maduró la unión de fuerzas que luchaban por una apertura democrática. Así nació la UNIDAD DEMOCRÁTICA POPULAR (UDP, 1978) marcando, en ese momento, la aparición de una gran fuerza unitaria que derrotó al militarismo fascistizado, y ganó 3 elecciones consecutivas. Luego del régimen narcofascista de García Meza, en octubre de 1982, se instaló el gobierno presidido por Hernán Siles Zuazo. La acción combinada de una derecha revanchista y un radicalismo desbocado, de apariencia izquierdista y prohijada por el imperialismo, frustraron ese histórico logro en el cual el PCB participó en todos sus niveles, incluyendo el Ejecutivo. Las contradicciones insalvables – entre el proyecto pequeño burgués y ambicioso del MIR y parte del MNRI, frente a la orientación consecuente antiimperialista y antioligárquica del Partido – contribuyeron a la derrota del gobierno popular. La UDP acabó sus días sin aplicar la propuesta programática, excepto el rescate de una democracia formal, usufructuada por la derecha neoliberal que tomó el rumbo de la restauración oligárquica bajo los atuendos del neoliberalismo.
Hubo otras experiencias menores como el FRENTE DEL PUEBLO UNIDO y la ALIANZA PATRIÓTICA. Una mayor experiencia frentista fue la IZQUIERDA UNIDA (IU) que después de algunos éxitos en 1990 y 1997 concluyó su existencia en el año 2000. Se debe recordar que con esta coalición y su sigla el actual MAS consiguió sus primeros diputados. La declinación de la IU fue producto del abandono paulatino de esa unión, sobre todo bajo la “teoría” de la caducidad de la izquierda, del socialismo, de los partidos populares y revolucionarios e incluso del movimiento sindical.
Hoy, el Partido continúa la lucha por la unidad, por forjar una articulación orgánica con un programa antiimperialista, antioligárquico, de emancipación de los trabajadores y la construcción de un Estado nuevo que dé su lugar legítimo – dentro de la unidad nacional – a los pueblos originarios. La ALIANZA REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA (ARA) es otro de los esfuerzos en esa dirección y su punto de principio es el apoyo y el avance del gobierno popular que encabeza el Presidente Evo Morales. Su perspectiva histórica es la construcción del Socialismo, también como obra de la unidad.
EL ACTUAL PROCESO Y EL AVANCE DE LOS CAMBIOS
Concebimos al proceso de cambio como un período necesario en la revolución democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista, de acuerdo a nuestra estrategia de construcción del socialismo en Bolivia. Siendo sus protagonistas los trabajadores de la ciudad, las minas y el campo, nuestra responsabilidad mayor estriba en enraizarnos principalmente en la clase obrera, y ser portavoces de sus esperanzas, sus aspiraciones y reivindicaciones, sin olvidar el papel importante que desempeñan los pueblos indígenas y originarios. La victoria electoral de diciembre es un hito histórico en el desarrollo de las transformaciones que encabeza el compañero Evo Morales.
Los rasgos más importantes del actual proceso y por cuya profundización luchamos los comunistas son: su carácter antiimperialista, antioligárquico y antilatifundista, inscrito en la lucha liberadora respecto del imperialismo yanqui; la construcción del Estado plurinacional; la hegemonía de la economía estatal en coexistencia con la economía privada regulada y la cooperativizada y comunitaria; industrialización de los recursos naturales en territorio nacional; consolidación de las autonomías departamentales, regionales e indígena originario campesinas; participación ciudadana y control social e incorporación de la mujer, sin restricción ninguna, a todos los niveles de decisión y administración pública; y solidaridad con la lucha antiimperialista y de liberación nacional y social, de los pueblos del mundo.
Contribuir decididamente a corregir o mejorar los siguientes aspectos: convertir la articulación de las organizaciones sociales y políticas de izquierda, en un ente orgánico con objetivos y dirección colegiada; la superación de la desigualdad étnica, de género y regional. Priorizar las determinaciones de entes orgánicos sobre opiniones y resoluciones sin consistencia organizativa; eliminar la práctica vertical en nominaciones a cargos electivos.
El recuento de las tareas ideológicas, políticas y orgánicas que nos incumben en este aniversario fundacional, nunca será suficiente al rendir el mejor y más digno homenaje a nuestros héroes y mártires que ofrendaron sus vidas en la lucha revolucionaria constituyéndose entre otras figuras emblemáticas, la del dirigente sindical minero Rosendo García Maisman , caído fusil en mano durante la masacre de San Juan y el intelectual y sociólogo Roberto Alvarado Daza, inmolado en las mazmorras de la dictadura del banzerato. Honor y gloria a estos y tantos camaradas que demostraron su temple y decisión revolucionaria.
Hace sesenta años un puñado de jóvenes tuvo la audacia y la convicción de fundar la organización marxista-leninista que recoge el impulso histórico de las grandes movilizaciones populares desde la independencia, la revolución del 52 y la resistencia antidictatorial. El Partido también se nutre día a día, con el ejemplo de la consecuencia e integridad de aquellos cuadros que, mediante un esfuerzo anónimo en el seno de la clase obrera y de sus aliados, edificaron y edifican la alternativa al neoliberalismo y la dominación del gran capital transnacional en nuestra Patria. Hoy, los desafíos no dejan de ser similares a los encarados por nuestros mayores de la primera hora; principalmente, contar con el destacamento de vanguardia nacido de las entrañas del pueblo, activo y operante que aglutine y oriente a los trabajadores bajo las banderas proletarias y del campo popular hacia la liberación nacional y social.
En el plano internacional, corresponde fortalecer los vínculos con las organizaciones afines a nuestros objetivos revolucionarios, especialmente con los de América Latina. El viraje hacia posiciones progresistas en varios países del continente, ha posibilitado el avance sustancial de las fuerzas populares con medidas antioligárquicas y antiimperialistas. Mantenemos vínculos sostenidos con partidos hermanos de los Estados limítrofes como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú y el movimiento comunista internacional. Asimismo, afianzamos relaciones fraternales con los partidos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Colombia, además de contactos con otros de México y América Central.
En esta conmemoración de los comunistas y revolucionarios bolivianos, al saludar a la militancia partidaria y de la Juventud, asumimos el reto de ponernos a la altura de los nuevos tiempos, de ocupar la primera línea en la lucha por la profundización del proceso de cambio y la aceleración de las transformaciones estructurales. Ello debe traducirse de manera inexcusable en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo; en la ampliación de las bases de sustentación social a través de las rectificaciones indispensables que eviten distorsiones; en la actualización programática permanente, con un sólido sustento ideológico, político, orgánico y técnico, bajo la cobertura del análisis científico de la realidad nacional, sin prejuicios ni dogmatismos, como en su momento hizo, entre otros José Carlos Mariátegui. Estos son los objetivos propuestos en la perspectiva del próximo X Congreso Nacional de unidad y victoria, relanzando al PCB, eslabonando las mejores tradiciones nacionales y populares con la cultura comunista, en un solo e imbatible proyecto revolucionario.
¡AL RESCATE DE LA PATRIA, RUMBO AL SOCIALISMO!
PROFUNDIZAR LOS CAMBIOS, SIN RETROCESOS NI CLAUDICACIONES
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA!
La Paz, Año del 60 Aniversario, enero de 2010