Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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José Gervasio Artigas el Libertador de Oriente (I)

In Cultura, Opinión on 28 febrero, 2010 at 0:01

victor1COLABORACIÓN


Víctor J. Rodríguez Calderón

Los pasos de los grandes héroes latinoamericanos y caribeños son como truenos que hacen retumbar cada día las paginas de nuestra sagrada historia.

Si, sus vidas son eternas lecciones, son edades sin tiempo, reclaman su continuidad histórica, pues nunca tendrán muerte mientras nuestras civilizaciones continúen siendo esclavas de imperios.

Su tenacidad libertaria, su exigencia por la justicia y por la igualdad, continúan aun el desafío, como aquel anciano que se niega a morir.

Durante estos últimos doscientos años, hemos vivido una época hirviente excepcional, al contar con un proceso histórico de éxitos y fracasos, teniendo estas generaciones la inmensa oportunidad de analizar las razones que esos hombres tuvieron para hacerse guías, líderes, guerreros y libertadores. Hombres que cambiaron al mundo, principalmente el nuestro.

En este año 2010 se conmemora, en varios países de nuestra América, el bicentenario de la instalación de los primeros gobiernos patrios. Dentro del período de ofensiva contra el colonialismo español, 1810 fue un año clave en el avance de las ideas independentistas, que venía configurándose tres siglos atrás. 300 años de resistencia continúan.

La confluencia del pensamiento liberal criollo (influenciado por el liberalismo francés, español, inglés y norteamericano) y las masas populares insurrectas se configurará recién en la primera década del siglo XIX, en un proceso de encuentros y desencuentros, pero que culminará en la conformación de un vasto movimiento popular independentista conducido por figuras de la talla de Simón Bolívar, José de San Martín, José Gervasio Artigas, Miguel Hidalgo, Antonio José de Sucre, Antonio Nariño, Bernardo O’Higgins, Gaspar Rodríguez de Francia, José María Morelos, Mariano Moreno, entre otros.

Iniciaré procesando la investigación histórica de un hombre, un libertador, un maestro de la ilusión que como ilusionista hábil, era como especie de mago, porque hizo lo imposible, para lograr lo improbable, un hombre que se destacó entre los grandes lideres, porque le correspondió vivir en una época donde el filo de la espada definía la causa para su nación, para poder penetrar el misterio de José Gervasio Artigas, es necesario analizar sus escritos, sus frases y su acción que trazó con inteligencia el camino hacia la libertad.

Este es Artigas; este hombre, que es llamado por los indios Caraí Marangatú (padre de los pobres); proyecta, aún hoy, la sombra de su ejemplo a todos los orientales. De este hombre se dijo:

“aquí, donde el río se enoja y se revuelve en hervores y remolinos, sobre la meseta purpúrea rodeada de fosas y cañones, gobierna el general artigas. Estos mil fogones de criollos pobres, estos ranchos de barro y paja y ventanas de cuero, son la capital de la confederación de pueblos del interior del río de la plata. Ante la choza de gobierno, los caballos esperan a los mensajeros que galopan trayendo consultas y llevando decretos. Un luce alamares ni medallas el uniforme del caudillo del sur”.

José Gervasio Artigas nació en Montevideo el 19 de junio de 1764. Fueron sus padres don Martín José Artigas y doña Francisca Antonia Arnal. Su abuelo paterno, Juan Antonio, figuró entre los primeros pobladores de Montevideo. Después de estudiar en el Colegio Franciscano de San Bernardino, se dedicó a las tareas rurales en las estancias de su padre. Años más tarde comenzó a ganarse la vida comprando cueros en la campaña para venderlos a los exportadores de Montevideo. En 1791 nació su primer hijo, Manuel, fruto de su unión con Isabel Sánchez.

En 1797 ingresó como soldado de caballería en el regimiento de Blandengues, creado para combatir el robo de ganado y el contrabando en la banda oriental y proteger la frontera con el Brasil. En 1805, siendo ya oficial del cuerpo debió retirarse del ejército por razones de salud y se casó con su prima Rafaela Villagrán. Con ella tendrá tres hijos: José María, Francisca y Petronila. Pero lamentablemente, las dos niñas morirán a los pocos meses de su nacimiento, lo que deprimió tanto a Rafaela que terminó por enloquecerla. Artigas debió retornar al servicio activo y en 1806, durante las invasiones inglesas participó en la reconquista de Buenos Aires y en la defensa de Montevideo a las órdenes de Liniers.

Comienza la rebelión

En febrero de 1811, el gobernador español de Montevideo, Javier de Elio, nombrado ahora virrey del Río de la Plata, le declaró la guerra a la junta revolucionaria creada en Buenos Aires en mayo de 1810. El entonces capitán Artigas desertó de la guarnición de colonia y se puso a disposición del gobierno porteño, que le dio el grado de teniente coronel, 150 hombres y 200 pesos para iniciar el levantamiento de la banda oriental contra el poder español. El 28 de febrero de 1811, dos campesinos, Pedro José Viera y Venancio Benavidez con el apoyo del sublevado comandante militar de la región, Ramón Fernández, daban en Asencio (Soriano) el grito de libertad del pueblo oriental y se disponían a luchar junto a Artigas.

Algunos de los refranes y frases que dijo, en ellas se refleja su grandeza:

«…sólo aspiro al bien de mi patria, en la justa causa que sigo; y si algún día los americanos del sur nos vimos reducidos al abatimiento, hoy estamos resueltos a hacer valer los derechos que los tiranos mandones nos tenían usurpados…»

10 de mayo de 1811 a Antonio Pereira.


(Continuará…)



(*) El venezolano Víctor Rodríguez Calderón es politólogo, periodista, escritor, poeta, director de empresas y experto en Planeación de Organizaciones. Recomendamos su blog El Victoriano.

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El Tio Sam no bromea con sus «disidentes»

In Actualidad, Represión on 27 febrero, 2010 at 0:01

COLABORACIÓN


Jean-Guy Allard

Mientras multiplica sus operaciones de injerencia en cada país donde no logra imponerse, Estados Unidos mantiene en su propio territorio un complejo e implacable mecanismo de registro obligatorio de agentes de influencia extranjeros que, si fuera aplicado por otros países, reduciría a polvo las actividades abiertas o encubiertas de los servicios de inteligencia estadounidenses.

El Foreign Agents Registration Act (FARA) o Ley de Registro de Agentes Extranjeros obliga a toda persona que actue como agente al servicio de un país extranjero a identificarse ante el Departamento federal de Justicia, además de declarar periódicamente sus ingresos y gastos en relación con esta actividad.

La falta de someterse a esta obligación conlleva una sentencia a 10 años de cárcel y multas de varios miles de dólares.

La definición de “agente extranjero”, según FARA, es muy extensa e incluye “a las personas relacionadas con gobiernos extranjeros, partidos de oposición, compañías estatales, oficinas de turismo, aerolíneas” y mucho más según la percepción política de quién aplica la ley.

Según FARA, los términos “agente extranjero” designan a toda persona cuyas actividades son “directa o indirectamente supervisadas, dirigidas, controladas, financiadas o subsidiadas por un gobierno o un partido político extranjero”.

Cuidado que el Tío Sam toma el tema en serio: la Unidad de Registro de FARA, radicada en Washington, pertenece nada menos que a la Sección de Contraespionaje de la División Nacional de Seguridad del Departamento de Justicia.

Puro producto de la Guerra Fría, la Ley de Registro de Agentes Extranjeros obliga a los llamados “agentes” a rellenar planillas donde se les hace una larga lista de preguntas, cada una exigiendo una respuesta detallada acerca de cada ángulo de la colaboración del firmante con la designada “potencia extranjera”.

El cuestionario que se debe rellenar exige precisar, entre muchos otros elementos, si el firmante recibió “cualquier cosa que tenga valor, como compensación o por un desembolso o de otra forma”. O si el interesado ha difundido material informativo “incluyendo información oral, visual, gráfica, escrita o ilustrativa incluso lo publicado por soporte publicitario, periódicos, conferencias, películas, o cualquier medio o herramienta (…) incluyendo cartas o telegramas, comunicados de prensa, discursos, Internet…”.

El autor de la declaración debe indicar a quién se dirigió: “grupos cívicos, funcionarios del estado, legisladores, grupos educacionales, agencias del gobierno, grupos nacionales, periódicos, editores u otros”.

El “agente” inscrito, según la ley, debe proveer el Fiscal General con copias de todo material difundido. En caso de presentarse ante un comité del Congreso, debe exhibir su registro ante FARA. En cualquier momento, debe mantener su propio registro de todas sus actividades y permitir al Fiscal General inspeccionarlo.

Lo más gracioso es que le “agente extranjero” debe desembolsar, a cada una de sus visitas a los funcionarios de FARA, la cantidad de 305 dólares para cada una de sus declaraciones “voluntarias”.

La Ley de Registro de Agentes Extranjeros está administrada por un grupo selecto de funcionarios desde una oficina de acceso restringido en un edificio vetusto de New York Avenue, en Washington, lejos de la vista del ciudadano común, aunque la ley se hizo, en 1938, bajo el pretexto de dar conocimiento al público de quién actúa a nombre del “extranjero”.

FARA no es la única legislación norteamericana así dirigida a quién pudiera ser susceptible de causar daños al imperio.

La Ley de Declaración de Cabildeo actúa de la misma forma con los “lobbyistas” que, en Washington, se acercan a los políticos a favor de intereses particulares de naciones extranjeras a cambo de donaciones, invitaciones a viajar, cócteles u otras bondades prescritas por la peculiar democracia representativa de esta nación.

Extrañamente, otra ley llevando el número 50 U.S.C. § 851 exige el registro de “toda persona que tenga conocimiento o tiene instrucción u orientación de servicios de espionaje, contraespionaje o sabotaje (sic) de un país extranjero o de un partido político”.

Por cierto, estas distintas leyes están aplicadas de manera complaciente a los amigos del imperio. Mientras a los países que no se arrodillan ante su poder, se les aplica con un absoluto rigor.

Entre las víctimas del sistema, en la última década, se encuentren los cinco cubanos condenados a sentencias totalmente injustificadas por haberse infiltrado en grupos terroristas cubanoamericanos de Miami.

Mientras tanto, los 200.000 funcionarios de las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos gastan anualmente más de 70 mil millones de dólares para espiar, complotar y sobornar en el mundo entero a través de los “agentes extranjeros” de la USAID, de la NED, del IRI y demás organizaciones que se dedican a la injerencia, la subversión y la desestabilización.

Cuando pocos países víctimas de este gigantesco aparato de hostigamiento poseen semejantes instrumentos legales capaces de contrarrestar, neutralizar y desmantelar a las innumerables operaciones desarrolladas en su territorio por la potencia imperial.



(*) Jean-Guy Allard es analista canadiense y autor de varios libros sobre temas relacionados con Estados Unidos.

Declaración conjunta de Partidos Comunistas y Obreros de países de la Unión Europea

In Actualidad, Comunicado on 26 febrero, 2010 at 21:00

La reunión de la UE de Jefes de Estado del 11 de febrero señala un nuevo ataque grave contra la clase obrera y los pueblos de Europa. Las resoluciones de la Cumbre, de conformidad con la «Estrategia de la UE 2020», que promueve y profundiza la estrategia de Lisboa, intensifica la politica antipopular de la Unión Europea y los gobiernos burgueses por medio de duras medidas contra la clase obrera y el pueblo. Se tratará de reforzar la rentabilidad de los monopolios europeos, tanto dentro de la Unión Europea como en la competencia imperialista internacional.

La estrategia de la UE para una salida de la crisis se basa en la imposición de cambios radicales en los sistemas de seguridad social, en el aumento de la edad de jubilación y en drásticos recortes a los salarios, las pensiones y las prestaciones sociales en su conjunto. Este ataque lleva el sello de las fuerzas liberales y socialdemócratas que han apoyado la estrategia del capital en cooperación con la Unión Europea.

El déficit y la deuda pública y la supervisión de las economías de varios Estados miembros como Grecia, Irlanda, Portugal, España y otros países se utilizan para la intimidación ideológica de los trabajadores de toda Europa.

Las empresas transnacionales y los bancos han conseguido inmensos beneficios a través de la explotación de los trabajadores y de las subvenciones estatales y exenciones fiscales, tanto antes como durante la crisis. En la actualidad compiten por la mayor parte de los nuevos préstamos. Una vez más, ponen la carga sobre los trabajadores, los pobres y las pequeñas y medianas explotaciones agricolas familiares y los trabajadores autónomos por medio del alarmismo y de la intimidación.

El espíritu de la resistencia se está intensfiicando entre los trabajadores europeos que no están dispuestos a asumir el coste de la crisis puesto que ellos no son los responsables en lo más mínimo. En Grecia, Portugal y otros países, los trabajadores, funcionarios públicos y agricultores pequeños y medianos estan realizando manifestaciones públicas y van a ir a la huelga en contra de las medidas de austeridad adoptadas. Los Partidos Comunistas y Obreros firmantes están desempeñando un papel protagonista en este movimiento, estando a la vanguardia de la lucha de clases.

Los Partidos Comunistas y Obreros llamamos a la clase obrera y a los pueblos de cada país para que organicen su contraataque y condenen a los partidos que apoyan la ofensiva antipopular de la Unión Europea, para que refuercen las filas del movimiento sindical clasista, para que rechacen la colaboración social que promueve politicas antipopulares y den una respuesta firme al ataque contra las clases populares, exigiendo en su lugar: el pleno empleo estable y con derechos plenos para todos, aumento sustancial de los salarios, la supresión de todas las leyes anti-sociales y anti-laborales, la reducción de la edad de jubilación y una educación, sanidad y servicios sociales exclusivamente gratuitas. Los trabajadores pueden vivir mejor sin los capitalistas, son ellos quienes producen la riqueza y por lo tanto, deben gozar de ella.

Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista Británico
Nuevo Partido Comunista Británico
Partido Comunista de Bulgaria
Partido de los Comunistas Búlgaros
AKEL, Chipre
Partido Comunista en Dinamarca
Partido Comunista de Estonia
Partido Comunista de Finlandia
Partido Comunista de Grecia
Partido Comunista Obrero Húngaro
Partido Comunista de Irlanda
Partido de los Trabajadores de Irlanda
Partido de los Comunistas Italianos
Partido Socialista de Letonia
Partido Socialista de Lituania
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de Malta
Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos
Partido Comunista de Polonia
Partido Comunista de Eslovaquia
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de Suecia

Avanzar hacia la unidad de la izquierda anticapitalista

In Actualidad on 26 febrero, 2010 at 0:01

Pedro Brenes

La insidiosa maniobra chantajista de la burguesía canaria, siempre dispuesta a venderse al mejor postor imperialista para compartir con él los frutos de la explotación de los trabajadores, ha sido derrotada en toda la línea.

El último intento de los capitalistas isleños de utilizar, con la inestimable colaboración del independentismo antidemocrático, los sentimientos y las ansias de justicia y libertad del pueblo canario para sus propios fines, concita ya el rechazo de todas las fuerzas políticas de izquierda del Archipiélago.

Y, si bien es cierto que los comunistas fuimos los primeros en alertar del gravísimo peligro de esta sucia e hipócrita maniobra y nos adelantamos a denunciar la santa alianza de El Día, ATI, Cubillo y Concepción, ha de reconocerse que la reacción de la mayoría de nuestros compañeros socialistas revolucionarios independentistas, después de los primeros titubeos y dudas, es hoy clara, contundente y valiente en contra de dejarse manipular por el falso soberanismo propugnado por el despreciable falangista propietario del periódico El Día y su corte de aduladores reaccionarios.

Y si quedara algún miembro de la llamada «izquierda nacional canaria» que todavía no hubiera comprendido la necesidad de romper cualquier relación con el fascismo independentista, le sugerimos que reflexione sobre el hecho de que, siguiendo aquel principio tan nacionalista español del «sostenella y no emmendalla», se verá condenado a resbalar sin remedio por la pendiente del chovinismo más obtuso y a cometer errores cada vez más graves para justificar los anteriores.

Por otra parte, estamos seguros de que si alguno de estos compañeros decide acudir al llamamiento anticolonialista de Las Palmas, lo que consideramos perfectamente legítimo, no permitirá, en esta ocasión, que los fascio-cubillistas limiten ni condicionen su libertad de expresión. Ni admitirá la censura de sus símbolos y consignas.

Ni tolerará que se reprima violentamente, como ocurrió en La Laguna, las reivindicaciones unitarias y revolucionarias que nunca deben estar ausentes en la manifestación pública de los intereses de las clases populares.

Porque nadie puede abolir la lucha de clases por decreto, ni con el pueril argumento de que «eso no viene a cuento ahora».  Ni tampoco pueden los fascistas hacer desaparecer la teoría marxista (¡qué más quisieran ellos!) porque fundamenta y representa los objetivos históricos de la clase obrera en su combate secular por la abolición del capitalismo, el imperialismo y el colonialismo.

Y la unidad no consiste, como pretenden los cubillistas, en censurar y prohibir las siglas y las consignas unitarias y anticapitalistas. Ni en amordazar a los que defienden a los trabajadores y propugnan el socialismo como meta de la liberación nacional.

La verdadera unidad se forja, justamente, con la presencia, el reconocimiento y el respeto de la diversidad ideológica y política. Y no con los intentos de imponer, a través del «respeto a las normas de la organización», la uniformidad fascista, interclasista y anticomunista.

Claro que algunos defensores del patrioterismo vulgar y primitivo, y seguidores del nacionalismo burgués reaccionario, se atreven, a pesar de su ridícula hoja de parra «libertaria» que apenas puede esconder sus vergüenzas otánicas, a proclamar que hay que ser independentista «incondicionalmente».

Aunque esa falsa independencia neocolonial nos convierta en una república bananera, como Honduras. O en un Estado Libre Asociado, como Puerto Rico. O en un bastión militar del imperialismo norteamericano, con AFRICOM incluido, para controlar los recursos del continente africano.

Es decir, que según pregonan estos lacayos de la burguesía disfrazados de «patriotas», cualquier resultado es aceptable mientras sigan dominando los capitalistas, hoy agrupados en Coalición Canaria y el Partido Popular, evitando así el acceso al Poder de los trabajadores y frustrando la creación de la República Socialista Canaria, libre de opresores externos y de explotadores internos.

Pero, ganada esta primera batalla contra la burguesía chantajista y su maniobra falsamente soberanista, y arrinconado y aislado el fascio-cubillismo, siervo indigno de los intereses de los explotadores, ha llegado ya el momento de preparar las condiciones para la confluencia de todas las fuerzas progresistas y de izquierda en un amplio frente nacional-popular anticapitalista y antiimperialista.

Comunistas y socialistas revolucionarios, sindicalistas, representantes de los colectivos obreros y ciudadanos, independentistas o federalistas, sentimos la imperiosa y urgente necesidad de conformar una alternativa política, amplia y unitaria, que represente y defienda los intereses de las clases populares que sufren los embates de la crisis y el desempleo.

Y que sea capaz de plantar cara al bloque burgués de Coalición Canaria, Nueva Canarias, PP y PSOE, coincidentes todos ellos en la histérica exigencia de intensificar la explotación de los trabajadores por medio de la reforma laboral, la rebaja de las pensiones y el retraso de la edad de jubilación.

Sin embargo, para conseguir este objetivo es imprescindible superar el sectarismo y el primitivismo político que durante décadas han mantenido divididos, dispersos y enfrentados, ante el regocijo de la derecha, a los partidos y colectivos sociales y sindicales de la izquierda anticapitalista del Archipiélago.

Dejar atrás, de una vez por todas, las triviales disputas y las rivalidades mezquinas, el electoralismo rastrero y la arrogancia del liderazgo mesiánico, la falta de ambición y la cortedad de miras.

Y abandonar definitivamente el burocratismo miserable, los reflejos sectarios propios de grupúsculos marginales, la rutina del enfoque superficial y la carencia de análisis, la debilidad teórica y la incompetencia política, para alcanzar un nivel superior en las actitudes unitarias y en los métodos revolucionarios.

El supremo interés de la clase obrera y del conjunto de los trabajadores y explotados, y el glorioso objetivo de una patria republicana, libre y socialista, nos lo exigen.


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No es democracia, es dictadura del capital

In Actualidad on 25 febrero, 2010 at 0:01

Carmelo Suárez
Secretario General del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE)


Hay quienes pretenden desligar la gestión de la cuestión municipal de la lucha de clases. Tan solo es cuestión de eficacia en la gestión, dicen; la cosa no va más allá de ver quien lo hace bien y quien lo hace mal, como gestores. Así, en la vida municipal no deberían existir grandes enfrentamientos entre organizaciones políticas diferentes, y quienes lo hacen son organizaciones incapaces “de vivir en democracia”.

El Ayuntamiento de LPGC ha tenido un cúmulo de sentencias en las que finalmente –y ante las reclamaciones del movimiento vecinal- los tribunales dejan constancia de las reiteradas ilegalidades de las sucesivas Corporaciones a favor del capital inmobiliario. La ciudad organizada y planificada, no para que el pueblo viva mejor, sino para que el capital acumule más riquezas.

Dos sentencias son emblemáticas. La primera es la de las “torres del canódromo”, una Licencia de Obras dada en su día por el PP. El actual alcalde Saavedra obtuvo su puesto, en buena medida, gracias a las promesas electorales que hizo al –incauto- movimiento vecinal de que, si él mandaba, se pararían las torres. Lo cierto es que la sentencia contra la ejecución de las torres se produjo bajo la alcaldía de Saavedra y él mismo ordenó el recurso contra la sentencia y dejó que la obra siguiera adelante –a toda pastilla, por cierto. Una segunda sentencia obligó, ya sin remedio, a Saavedra a paralizar las obras. Quedan pendientes reclamaciones multimillonarias de la promotora, que amenazan a los menguados bolsillos del pueblo.

La segunda sentencia es de estos días. El TSJC ha dictaminado que el edificio del “Gran Guanarteme” era un pelotazo monumental, dejando claro que las modificaciones urbanísticas realizadas por el Ayuntamiento –que casi doblaban el aprovechamiento de este solar situado en la Plaza de las Américas- respondían a intereses particulares y no a intereses de la ciudad. Pero lo cierto es que el Ayuntamiento presidido por Saavedra -en el nuevo Plan General que sometió a apresurada información pública en el mes de agosto- mantenía las mismas determinaciones a pesar de las reclamaciones en contra del movimiento vecinal.

En los dos casos mencionados el Ayuntamiento de LPGC ha trabajado –con el PP y con el PSOE- a favor del gran capital inmobiliario. El capital muerde con dos mandíbulas, la liberal y la socialdemócrata[1].

Pero la cosa no para, y en estos últimos meses -todo el tiempo bajo mandato de Saavedra-, quienes viven en la Vega de S. José están luchando contra la instalación del nuevo edificio del Frontex frente a sus viviendas. Antenas de comunicaciones que pueden afectar a su salud, y el creciente proceso de militarización del barrio.

Saavedra ha dado una Licencia de Obras para un edificio que incumple el Plan General y que roba a este barrio, tan densificado, una preciosa pieza necesaria para ubicar dotaciones de las que carecen de forma extrema.

La Guardia Civil va tomando militarmente -de forma progresiva- la Vega de S. José, impide aparcar delante de sus edificios de cuarteles y de viviendas, cierra arbitrariamente la anterior entrada y salida del barrio -más necesaria hoy ante la construcción del monumental Palacio de Justicia que multiplicará los ya graves problemas de tráfico-, y, ahora, les roba la plaza pública y los aparcamientos que en la ordenación vigente correspondían al barrio.

La Vega de S. José es un barrio obrero, con muchas dificultades de convivencia, producto del histórico abandono por parte del Ayuntamiento, que centra siempre sus esfuerzos en los barrios de la burguesía y trata a los barrios populares como a ciudadanos de segunda. En el año 1983 –con ocasión de la “guerra del agua”- el alcalde Juan Rodríguez les cortó el agua a los vecinos que protestaban por la facturación del agua durante setenta días; ahora otro alcalde socialdemócrata les roba uno de sus pocos espacios públicos que el barrio necesitaría para conseguir alguna mejora en sus condiciones de vida.

Ha habido una constante a lo largo del tiempo en la actuación municipal, siempre el Ayuntamiento actúa en beneficio de la dictadura del capital. Gobiernen unos o gobiernen otros siempre gobiernan los mismos. En unos casos para favorecer al capital inmobiliario que actúa en la ciudad, y en otro para ampliar el corral a los perros de presa que los cuida.

Por tanto la gestión municipal –queda claro- tiene una composición de clase innegable. Unos y otros pueden tener la alcaldía, siempre que su línea de actuación sea la de la total obediencia a la dictadura del capital.

No hay democracia. La alternativa es la lucha combativa del pueblo, contra el capital y contra sus capataces.



[1] Antonio Miranda, en “Columnas para la resistencia”

Grecia paralizada por la huelga general

In Actualidad, Laboral on 25 febrero, 2010 at 0:00

Una huelga general masiva paralizó Grecia durante este miércoles, siguiendo la convocatoria unitaria de la Confederación de Trabajadores Griegos (GSEE), la Unión de Funcionarios (ADEDY) y el Sindicato Comunista de Trabajadores (PAME).

No hubo vuelos en el espacio aéreo griego, ni transporte por barco o por tren. Los hospitales únicamente atendieron urgencias y los colegios y universidades estuvieron cerrados. La administración estatal no abrió al público, tampoco los museos, aunque hubo funcionarios y trabajadores que no quisieron perder el salario de este día y acudieron a sus puestos. A la huelga se unieron los periodistas y los técnicos de televisión.

«Que paguen los ricos» era el clamor de las y los trabajadores, frente a un gobierno, que se dice socialista, pero que golpea fuertemente a  los asalariados y apoya a los empresarios que fueron quienes causaron la crisis.

Los sindicatos que convocaron la huelga -y que representan a unos dos millones de trabajadores en el sector público y privado- protestaron contra las medidas de austeridad anunciadas por el gobierno “socialista” de Yorgos Papandreu. Hubo manifestaciones pacíficas en las grandes ciudades, al grito de «Que la crisis la paguen los ricos».

En Atenas se dieron grandes manifestaciones que fueron reprimidas fuertemente por la policía, quienes no respetaron el derecho del pueblo a las manifestaciones.

Yanis Papagopulos, el presidente de la Confederación de Trabajadores Griegos, insiste en que «los griegos son conscientes de la mala situación económica, pero las medidas no son justas, pedimos una distribución correcta para que los trabajadores y los pensionistas no paguen por una crisis que no han creado ellos». Y considera que más del 80% de los trabajadores griegos participaron en la huelga.

Esta manifestación ha sido el primer pulso entre el gobierno de Yorgos Papandreu y el mundo laboral, tras anunciarse el programa de estabilidad que congela los sueldos de los empleados públicos, recorta el 10% de los gastos estatales (reduciendo el gigantesco sector público) y comienza la necesaria reforma fiscal y del sistema de pensiones. Todo ello revolucionará de hecho la totalidad de vida laboral de los griegos.

Los sindicatos, junto con el Partido Comunista y el de la Izquierda, se muestran opuestos a estas medidas. Consideran que pagarán una vez más los trabajadores, los funcionarios y los jubilados el precio de la crisis, y no lo harán los capitalistas causante de la crisis y los sectores de más altos ingresos. Temen la recesión, el perder beneficios sociales y el que no se creen nuevos empleos. Y señalan que las medidas adicionales que posiblemente tendrá que tomar el gobierno (presionado por la UE) incluyen el despido libre y el que no haya convenios colectivos, además de un retraso en la edad de jubilación.

El gobierno se ha comprometido a reducir en un 4% el déficit público, que alcanza el 12,7 % del PIB, y lucha políticamente a diario para mejorar la credibilidad del país, mermada en los mercados internacionales y en la eurozona. Tiene hasta el 15 de marzo para demostrar en Bruselas que las medidas tomadas son eficaces. Si no, deberá imponer nuevas medidas adicionales. Las acusaciones de supuesta falsificación de datos en los últimos años ha empeorado la situación del país con el mayor déficit y la mayor deuda pública de la zona euro. El Gobierno griego acusa a la UE de doble moral

La UE calificó ayer de «incompletas» las aclaraciones que le ha enviado Grecia sobre el uso que ha hecho, con la ayuda del banco de inversión Goldman Sachs, de instrumentos financieros, en concreto permutas de divisas, para maquillar su nivel real de deuda pública. Las explicaciones griegas llegaron con cuatro días de retraso.