Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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Gran avance electoral de los comunistas rusos

In Actualidad on 17 marzo, 2010 at 20:34

El pasado domingo se celebraron en Rusia varios comicios electorales para elegir órganos de gobierno de distinto nivel. En ocho regiones (República Altay, Jabárovsk, Vorónezh, Riazán, Kurgán, Kaluga, Sverdlovsk, y la Región autónoma de Yamalo-Nenets) se renovaban los parlamentos regionales. El Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) participó en todas estas convocatorias, a pesar de que se trataba de regiones no demasiado “cómodas” para el partido.

En febrero las encuestas oficiales daban al PCFR una horquilla de entre el 4 y el 12%. Sin embargo, los comunistas rusos no sólo han mejorado respecto a veces pasadas, sino que han conseguido un nivel de apoyos cualitativamente superior. En 7 de las 8 regiones, el PCFR ha sido el segundo partido más votado, confirmándose como alternativa de gobierno. La única excepción ha sido la de Yamalo-Nenets, que es poco relevante para el mapa político de Rusia.

En la región de Kurgán, en las anteriores regionales los comunistas tenían un 10,9%, en las legislativas a la Duma de 2007 un 20,64%, y ahora un 25,21%. En la república de Altay, en las pasadas regionales obtuvieron un 8,9%, en 2007 un 7,99% y ahora casi un 25%. En la región de Sverdlovsk, tuvieron un 12,2% en los anteriores comicios, un 7,65% en 2007 y ahora casi un 22%.

En Kaluga los comunistas venían de un 13,4 que repitieron en 2007, y ahora han obtenido un 21,15% de respaldo popular. En la región de Riazán, en las pasadas elecciones regionales el PCFR tuvo un 15,2%, un 15,6% en 2007 y un 19% ahora. En Jabárovsk en las pasadas regionales sacaron un 15,5%, un 10,98% en 2007 y casi un 19% ahora. En Vorónezh de un 13,7%, un 16,17% en 2007, pasando al 18,6% de este domingo.

Tampoco le ha ido tan mal a los comunistas en Yamalo-Nenets, a pesar de haber “cedido” el segundo lugar al PLDR. En las pasadas elecciones regionales el PCFR había sacado un 7%, un 4,15% en 2007 y ahora un 8,57%. El incremento no ha sido únicamente porcentual, sino del número real de partidarios. Por ejemplo, ya sólo en la región de Sverdlovsk ha obtenido el respaldo 20.000 personas más.

El PCFR nos ha dado alguna alegría más en ciudades de pequeño tamaño, como Shatura en la región de Moscú, donde ha ganado con el 68,58%. En Ovliv en la región de Rostov el candidato comunista obtuvo el 65,06%. En Pavlograd, en la región de Omsk el 52,52%. En Rylsk, en la región de Kursk el candidato comunista venció con el 47,06% de apoyos.

Este respaldo cada vez mayor al programa del PCFR es una tendencia que se está generalizando. Así por ejemplo, con el trasfondo del salvaje incremento de las tarifas comunales (calefacción, agua, electricidad, gas, etc.) los comunistas han acertado de lleno con su tesis de que el pago de esos servicios no debe ser nunca superior al 10% del presupuesto familiar. Esta consigna ha jugado un papel determinante este 14 de marzo.

Importante han sido también las acciones de protesta, la activación de los actos de calle, las luchas populares en defensa de derechos. Los electores empiezan a entender que los problemas en la economía, el incremento del desempleo, tienen su origen en la actual correlación de fuerzas políticas. También ha influido la reciente publicación actualizada de los activos de los grandes oligarcas rusos. La gente ha podido comprobar a qué intereses sirven las “medidas anticrisis” del gobierno: las fortunas de los principales magnates en este año de crisis se han duplicado.

En esta campaña electoral en la que los comunistas se han mostrado muy activos, el partido del poder, “Rusia Unida”, se ha mostrado muy nervioso, cansado y hasta cómico. Han concentrado todos sus esfuerzos en la propaganda contra la oposición, recurriendo a los más sucios métodos, por un lado y, por otro, intentando achacar toda la responsabilidad por el fracaso de sus políticas a unos supuestos “funcionarios locales” si ninguna relación con el partido gobernante.

Además, como ha venido ocurriendo hasta ahora, las irregularidades siguen siendo un grave problema electoral en Rusia, si bien la mayoría de infracciones y violaciones se ha desplazado del centro a las zonas rurales, donde nos es más difícil hacer el seguimiento. Los camaradas rusos han manifestado su convencimiento de que si las elecciones hubieran sido limpias, sus resultados habrían sido notablemente mejores.

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Carta Obrera, lucha por las reformas y avance revolucionario

In Actualidad on 17 marzo, 2010 at 0:01

El meritorio trabajo de los compañeros laboralistas que han confeccionado la «Carta Obrera» constituye un claro ejemplo de la necesidad de plantear y exigir, con decisión y firmeza, las reformas legales que, aun dentro de las limitaciones propias del sistema de la falsa democracia parlamentaria burguesa, cuya esencia no es otra que la dictadura de la burguesía, favorecen a los trabajadores y contrarrestan, hasta cierto punto, los abusos de los capitalistas.

Las luchas por estas reivindicaciones económicas parciales, sectoriales y de legislación laboral, fiscal o social, que influyen de manera decisiva en las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y sus familias, además de establecer una determinada correlación de fuerzas y un precario y temporal equilibrio entre los intereses de la clase obrera y los de la burguesía, educan a las masas trabajadoras, las instruyen, templan su espíritu revolucionario y ponen en evidencia la realidad de la lucha de clases y la necesidad de la presión social sobre el Estado burgués.

Y, en última instancia, cuando las contradicciones sociales se agudicen y las condiciones de vida del pueblo se hagan insoportables, los trabajadores, formados y experimentados en las movilizaciones y las luchas por las reformas, comprenderán la inevitabilidad de la confrontación violenta con los explotadores y podrán iniciar, organizados y concienciados,  la tarea histórica de destruir el Estado burgués capitalista y de la creación del nuevo Estado socialista bajo el Poder del pueblo.

Pero no podemos quedarnos simplemente en la lucha por las necesarias reformas económicas parciales dentro del sistema político y legal del Estado capitalista. Pues si nos limitásemos exclusivamente a las reformas, olvidando el objetivo supremo de la sustitución del régimen de dominio burgués sobre el pueblo trabajador por el nuevo régimen bajo dominio y control de la clase obrera, caeríamos fatalmente en el economicismo y en el reformismo, en la conciliación de clases, en la aceptación resignada del sistema capitalista y, finalmente, en la colaboración con el Estado burgués.

Este fenómeno del reformismo economicista y el colaboracionismo político con los explotadores se nos presenta hoy claramente reflejado en el comportamiento del Partido «socialista obrero» Español y en las prácticas sindicales de UGT y CCOO.

Organizaciones que para nada se plantean un cambio de régimen sino que, por el contrario, colaboran, apuntalan y sirven a la estabilidad del sistema capitalista, reduciendo la lucha y las reivindicaciones de los trabajadores a simples reformas económicas y legales que, en general, equilibran, fortalecen y tienden a perpetuar el dominio de la oligarquía financiera y del capital monopolista sobre el conjunto de la sociedad.

Por eso es muy importante, para conjurar la tentación del reformismo y el electoralismo, siempre presentes en la mente de los intelectuales pequeñoburgueses, acompañar la solicitud de reformas, necesarias y justas para los trabajadores, por reivindicaciones políticas que incidan claramente en los mecanismos esenciales del poder del capital financiero.

Reivindicaciones que, por su propio carácter revolucionario, son inaceptables para la oligarquía dominante en el Estado «democrático» y «constitucional» monárquico español.

Consignas como la nacionalización de la banca, la implantación universal de una renta básica de subsistencia y la exigencia de una masiva inversión pública productiva utilizando los ingentes fondos que hoy mantienen paralizados los banqueros, representan, en las actuales circunstancias de desempleo masivo, de extensión de la pobreza y el hambre, y de degradación general de las condiciones de vida del pueblo, exigencias políticas indispensables porque, además de social y moralmente justas, resultan necesarias para recuperar el consumo, relanzar la actividad productiva sana y equilibrada, y salir de la profunda crisis económica creada por la impúdica especulación de los oligarcas financieros.

Y, por encima de todo, las fuerzas políticas, sindicales y sociales de la izquierda anticapitalista debemos esforzarnos por construir la Unidad Popular contra la crisis y el desempleo, por una legislación social más justa y contra la reforma laboral, contra los planes de la oligarquía de retrasar la edad de jubilación y de intensificar la explotación de la fuerza de trabajo. Planes que provocarán indefectiblemente una aún mayor disminución del consumo y una más profunda agudización de la crisis, con su inevitable secuela de destrucción de puestos de trabajo.

Culto a la personalidad

In Opinión on 17 marzo, 2010 at 0:00

Jerónimo Carrera
Presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV)


Hoy quiero decir algo sobre uno de esos temas que en el mundo de nuestros tiempos ya deberían estar fuera de moda, al menos para el conjunto de fuerzas de izquierda.

En efecto, recuerdo que hace ya más de medio siglo, cierto día del mes de febrero, en el año 1956, y en plena dictadura aquí de la criminal pandilla perezjimenista, al encontrar yo en la sección de internacionales del diario caraqueño El Universal, en forma muy destacada, un despacho desde Moscú de la ahora desaparecida –por lo desacreditada, quizás- agencia yanqui United Press, y relativo a la celebración allá del XX Congreso del PCUS, quedé estupefacto.

Me dije, no puede ser, esta es una patraña más del imperialismo, que busca sembrar desaliento –sembrando pesimismo- en los partidos comunistas obligados a actuar en la clandestinidad, como el nuestro…

Pero cuando algo después pude leer acá un ejemplar del periódico que editaba entonces en Bucarest el Buró de Información, órgano de varios partidos comunistas europeos, fue como pude darme cuenta de lo mucho de veracidad que tenía ese despacho de la UP yanqui. Pues en ese Congreso de los comunistas soviéticos había sido condenado, en forma muy seria y con gran sentido autocrítico, ese prolongado periodo de unos veinte y pico de años -tras de la muerte de Lenin (1870-1924)- en que estuvo Stalin (1879-1953) como el dirigente supremo del Partido y de la URSS.

Las consecuencias de tan significativo paso, iniciado por nuestros camaradas soviéticos cuando los imperialistas ya habían desatado en su contra una ofensiva que se conoce con el nombre de “guerra fría”, se hicieron sentir en el seno del movimiento comunista internacional. Bien podríamos decir que la historia del movimiento obrero mundial ha quedado signada por la denuncia de toda forma de “culto a la personalidad”.

En la edición siguiente de la “Historia del PCUS”, de 1960, por ejemplo, se dice esto: “A Stalin le corresponden grandes méritos no sólo por su contribución para asegurar el triunfo del socialismo en la URSS, sino también por su aporte al desarrollo del movimiento comunista y de liberación en el mundo. Esto, naturalmente, hizo que J. Stalin adquiriera gran prestigio y popularidad. Sin embargo, con el transcurso del tiempo se empezó a atribuir a Stalin todas las victorias alcanzadas por el País Soviético bajo la dirección del Partido. Comenzó a crearse paulatinamente el culto a la personalidad de J. Stalin.” (Pág. 807).

Entonces comenzaron a aparecer los pequeños Stalin, sus copias, en los partidos comunistas de una gran cantidad de países. Felizmente, y quizás por lo que algunos autores han calificado como “el sentido igualitario de los venezolanos”, aquí en nuestro PCV no tuvimos nunca, ni mucho menos ahora, tal anomalía tan extraña al marxismo.

Los comunistas venezolanos, ya declarados pública y solemnemente bolivarianos desde 1944, sin embargo nunca hemos practicado ningún culto personal. Así se puede constatar en la obra “Bolívar visto por marxistas”, de la cual han aparecido dos ediciones, una en 1987 y otra en 2006, ambas del Fondo Editorial “Carlos Aponte” y ahora totalmente agotadas.

En el extenso prólogo de dicha obra escribí yo estas palabras muy definitorias al respecto: “Desde luego que los marxistas no estamos en modo alguno formando filas en el culto bolivariano. No lo podemos estar, pues el marxismo es por su propia esencia contrario al culto a las personalidades. Cuando se ha llegado en determinados países a establecerse un culto semejante, bajo gobiernos dirigidos por marxistas, no ha sucedido eso sobre la base del marxismo sino a pesar del marxismo. Las razones habría que buscarlas en las situaciones concretas de atraso cultural y político…” (Pág. 29).