El pasado domingo se celebraron en Rusia varios comicios electorales para elegir órganos de gobierno de distinto nivel. En ocho regiones (República Altay, Jabárovsk, Vorónezh, Riazán, Kurgán, Kaluga, Sverdlovsk, y la Región autónoma de Yamalo-Nenets) se renovaban los parlamentos regionales. El Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) participó en todas estas convocatorias, a pesar de que se trataba de regiones no demasiado “cómodas” para el partido.
En febrero las encuestas oficiales daban al PCFR una horquilla de entre el 4 y el 12%. Sin embargo, los comunistas rusos no sólo han mejorado respecto a veces pasadas, sino que han conseguido un nivel de apoyos cualitativamente superior. En 7 de las 8 regiones, el PCFR ha sido el segundo partido más votado, confirmándose como alternativa de gobierno. La única excepción ha sido la de Yamalo-Nenets, que es poco relevante para el mapa político de Rusia.
En la región de Kurgán, en las anteriores regionales los comunistas tenían un 10,9%, en las legislativas a la Duma de 2007 un 20,64%, y ahora un 25,21%. En la república de Altay, en las pasadas regionales obtuvieron un 8,9%, en 2007 un 7,99% y ahora casi un 25%. En la región de Sverdlovsk, tuvieron un 12,2% en los anteriores comicios, un 7,65% en 2007 y ahora casi un 22%.
En Kaluga los comunistas venían de un 13,4 que repitieron en 2007, y ahora han obtenido un 21,15% de respaldo popular. En la región de Riazán, en las pasadas elecciones regionales el PCFR tuvo un 15,2%, un 15,6% en 2007 y un 19% ahora. En Jabárovsk en las pasadas regionales sacaron un 15,5%, un 10,98% en 2007 y casi un 19% ahora. En Vorónezh de un 13,7%, un 16,17% en 2007, pasando al 18,6% de este domingo.
Tampoco le ha ido tan mal a los comunistas en Yamalo-Nenets, a pesar de haber “cedido” el segundo lugar al PLDR. En las pasadas elecciones regionales el PCFR había sacado un 7%, un 4,15% en 2007 y ahora un 8,57%. El incremento no ha sido únicamente porcentual, sino del número real de partidarios. Por ejemplo, ya sólo en la región de Sverdlovsk ha obtenido el respaldo 20.000 personas más.
El PCFR nos ha dado alguna alegría más en ciudades de pequeño tamaño, como Shatura en la región de Moscú, donde ha ganado con el 68,58%. En Ovliv en la región de Rostov el candidato comunista obtuvo el 65,06%. En Pavlograd, en la región de Omsk el 52,52%. En Rylsk, en la región de Kursk el candidato comunista venció con el 47,06% de apoyos.
Este respaldo cada vez mayor al programa del PCFR es una tendencia que se está generalizando. Así por ejemplo, con el trasfondo del salvaje incremento de las tarifas comunales (calefacción, agua, electricidad, gas, etc.) los comunistas han acertado de lleno con su tesis de que el pago de esos servicios no debe ser nunca superior al 10% del presupuesto familiar. Esta consigna ha jugado un papel determinante este 14 de marzo.
Importante han sido también las acciones de protesta, la activación de los actos de calle, las luchas populares en defensa de derechos. Los electores empiezan a entender que los problemas en la economía, el incremento del desempleo, tienen su origen en la actual correlación de fuerzas políticas. También ha influido la reciente publicación actualizada de los activos de los grandes oligarcas rusos. La gente ha podido comprobar a qué intereses sirven las “medidas anticrisis” del gobierno: las fortunas de los principales magnates en este año de crisis se han duplicado.
En esta campaña electoral en la que los comunistas se han mostrado muy activos, el partido del poder, “Rusia Unida”, se ha mostrado muy nervioso, cansado y hasta cómico. Han concentrado todos sus esfuerzos en la propaganda contra la oposición, recurriendo a los más sucios métodos, por un lado y, por otro, intentando achacar toda la responsabilidad por el fracaso de sus políticas a unos supuestos “funcionarios locales” si ninguna relación con el partido gobernante.
Además, como ha venido ocurriendo hasta ahora, las irregularidades siguen siendo un grave problema electoral en Rusia, si bien la mayoría de infracciones y violaciones se ha desplazado del centro a las zonas rurales, donde nos es más difícil hacer el seguimiento. Los camaradas rusos han manifestado su convencimiento de que si las elecciones hubieran sido limpias, sus resultados habrían sido notablemente mejores.