Según publica la BBC, el actual Papa de la Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR) fue responsable de impedir que esta expulsara a un sacerdote abusador de menores, lo que se ha descubierto al difundir la agencia Associated Press (AP) una carta que firmó en 1985 antes de convertirse en el nuevo Pontífice. AP reveló que obtuvo la carta, firmada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, en la que el alto jerarca de esa iglesia se resiste a apartar del sacerdocio al cura pederasta estadounidense Stephen Kiesle.
Ratzinger dijo que «el bien de la Iglesia universal» debía considerarse cuando se trata de apartar a un sacerdote del sacerdocio. El Vaticano no ha podido sino confirmar la firma en la carta.
Kiesle fue sentenciado a tres años de libertad condicional en 1978 tras haber sido hallado culpable de conductas ilícitas con dos niños menores en San Francisco, California. La diócesis de Oakland había recomendado la separación de Kiesle del sacerdocio en 1981, pero que eso no sucedió sino hasta 1987.
El cardenal Ratzinger llegó a la dirección de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antigua Inquisición), que se encarga de revisar los casos de curas involucrados en abusos sexuales, en 1981. En la carta de 1985, escrita en latín, Ratzinger, alias Benedicto XVI, dice que la separación de Kiesle del sacerdocio tendría una «grave importancia» y necesitaba ser estudiada con mucho cuidado, y urge «tanto cuidado paternal como sea posible» para Kiesle.
Kiesle fue sentenciado a seis años de prisión en 2004, tras admitir que había molestado a una menor en 1995. Ahora tiene 63 años y está registrado en la lista de delincuentes sexuales del estado de California.
Numerosos escándalos de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes, obispos y arzobispos de la ICAR han sido descubiertos en Irlanda, Italia, Alemania, México, Noruega, Suiza, España y Estados Unidos, entre otros países, mientras que esta secta intenta minimizar los hechos.
Los altos jerarcas de la ICAR han acusado a sus críticos de tratar de manchar la imagen de Benedicto XVI, y el pasado fin de semana dijeron que no se podía prestar oídos a esos «chismes» acerca del Papa y su manejo de los asuntos de la Congregación para la Doctrina y la Fe.
El Vaticano ha desestimado cualquier posibilidad de que el Papa renuncie al trono de San Pedro, a causa de los escándalos.
Leer la carta firmada por Ratzinger