El pasado domingo 2 de mayo, falleció un trabajador de 45 años, intoxicado por el humo de un incendio que se produjo en una de las oficinas de Viajes Marsans en Las Palmas de Gran Canaria. El incendio, cuya causa por el momento se desconoce, empezó cuando el empleado de limpieza se encontraba en el sótano del inmueble. Además del fatídico desenlace de este trabajador, cuatro bomberos resultaron heridos.
La noticia, hasta aquí, podría considerarse un trágico accidente en el que los bomberos hicieron lo posible pero no pudieron rescatar a la víctima. Pero resulta que no es así. Las carencias y falta de inversión en materia de seguridad por parte del gobierno municipal de Jerónimo Saavedra, tienen mucho que ver en que no se haya hecho todo lo posible al intentar salvar al fallecido.
La falta de cámaras térmicas, por ejemplo, obstaculizaron el rescate de Pedro García Rivero. Un extremo que reconoce el propio concejal de Seguridad, Jesús Gonzáles Dumpiérrez, que no negó que las tres cámaras térmicas se encuentran averiadas, con lo cual, los bomberos tuvieron que realizar a ciegas su trabajo de rescate.
Esto implica que la incompetencia del ayuntamiento capitalino de Las Palmas de Gran Canaria, sea responsable directa de la muerte de este ciudadano. O cuanto menos, de no poner los mejores medios al alcance de los bomberos para actuar en las mejores condiciones en situaciones como la del domingo, por no invertir el dinero necesario, mientras, en cambio, se despilfarran cantidades groseras de dinero en multitud de tonterías a la carta y al gusto del aristocrático Saavedra.
Martín García, representante sindical de CSI-CSIF, denunció que el Ayuntamiento no ha invertido ni un solo euro en los últimos diez años para mejorar las condiciones del servicio, a excepción del dinero destinado a la, a todas luces, insuficiente construcción del parque de bomberos del Cono Sur y la compra de tres vehículos.
Precisamente, dos de esos tres vehículos comprados durante el mandato de Luzardo, deberían haber sido retirados porque vinieron con defectos de fábrica, según ordenó la Inspección de Trabajo. En concreto, el cañón que permite aumentar el volumen de agua para los incendios está estropeado. Martín García, explicó que en un simulacro “el cañón saltó y dañó a un bombero”. Y que “el problema es que esos camiones tendrían que haber sido retirados y siguen circulando porque no hay vehículos”.
El delegado sindical, advirtió también que el consistorio capitalino suprimió una mísera partida de 241.000 euros que aprobó el anterior gobierno municipal, para llevar los camiones a talleres especializados con el fin de repararlos.
El portavoz de los bomberos, asegura que “todos los vehículos tienen deficiencias, algunas más graves y otras más ligeras, debido a su antigüedad, pero es problema se resolvería si hubiera un mantenimiento mínimo. Los talleres tienen un montón de trabajo y nuestros vehículos no entran”.
García anunció que sus representantes legales preparan la presentación de una denuncia ante la Fiscalía con todas las deficiencias que tienen, a las que hay que añadir la falta de coordinación con los demás cuerpos de emergencia.
El concejal Dumpiérrez, por su parte, fiel al estilo prepotente y sobrado del alcalde, opina que “se pueden quejar de lo que quieran, y el material que tienen es poco, es verdad, pero ningún bombero sale a la calle con material caducado y todos los vehículos han pasado la ITV”. ¡Vaya morro! Reconoce que existe poco material (y no hace nada para que haya el adecuado), y se vanagloria porque el material con el que trabajan los bomberos no esté caducado y los vehículos hayan pasado la ITV. ¡Faltaría más!
Mucho nos tememos, que como los actuales vehículos pasen la ITV durante la próxima década, la inversión en adquisición de nuevos camiones va a brillar por su ausencia, como en el último decenio. En este sentido, las administraciones locales del PP y el PSOE que se han alternado en el ayuntamiento, son igual de culpables.
Así que señor Saavedra, menos gastos en extravagancias y caprichos clasistas, y más atención presupuestaria a los servicios que realmente importan. Porque mientras el Museo Canario cierra sus puertas por falta de dinero, una persona muere cuando podría haber sido rescatada si el equipo de bomberos que acudió a la zona del siniestro hubiera dispuesto de unos medios en condiciones, la red de alcantarillado continúa con su estado tercermundista, y los problemas se acumulan en todas las empresas municipales, usted se gasta el dinero para su beneficio y de sus socios en pomposidades como PROA 2020, o la campaña para que la ciudad sea nada más y nada menos que Capital Cultural Europea en el año 2016.
Déjese de megalomanías cutres y de gestionar el ayuntamiento como si fuera su finca privada, asuma sus responsabilidades y dimita si tiene un mínimo de decencia. A este paso, con usted gobernando, en el año 2020 en esta ciudad que registra en la actualidad unas cifras históricas de paro, ni siquiera merecería la pena vivir. Pero no nos vamos a ir nosotros, le vamos a echar a usted.
Y recuerde: mientras esté disfrutando en el Teatro Pérez Galdós, junto a sus odiosos amigos clasistas, puede que haya gente que pierda su vida como el trabajador Pedro García Rivero, porque a usted la seguridad de los canarios no le importa en absoluto. Su seguridad y la de su gente, que cuentan con escoltas en todo momento, además de tener a su disposición los servicios que quieran, está garantizada que es lo que le preocupa.
¡Qué más le da a Saavedra que muera un operario de limpieza! Si es que los plebeyos siempre estamos quejándonos por nada, ¿verdad?