Manuel Trujillo Artiles
[Pollo de la Barranquera 1º]
PARA SABER DE DÓNDE VENIMOS, DÓNDE ESTAMOS Y HASTA DÓNDE QUEREMOS LLEGAR EN EL FUTURO
“Solo si se sabe, se puede divisar el bien”
Sócrates
“Maria Luisa de Parma era, según quienes la conocían bien, una mujer pérfida, viciosa, ardiente, voluptuosa, egoísta, astuta, mentirosa y, sobre todo, experta en el arte del disimulo. Nieta de Felipe V y de Luís XIV. Llegó a abortar once veces y a parir, además, seis hijas y ocho hijos, cuando casó contaba con 14 años.
Entre la batería de amantes que tuvo la reina, el más beneficiado por sus favores fue, sin duda, el extremeño Manuel Godoy y Álvarez de Faria, simple guardián de corps, que hizo una meteórica carrera al calor de las anaguas de María Luisa, ascendiendo, en menos de un lustro de intimidades, a teniente general del Ejercito, siendo distinguidos con los títulos de Grande de España, duque de Alcudia y de Sueca, y príncipe de la Paz y de Basano, con tratamiento de Alteza Serenísima (reservado hasta entonces al príncipe de Asturias), y nombrado, por fin, secretario de Estado de Su Majestad. Un cortesano de lujo, real como la vida misma, un verdadero gigoló que, tras las intrigas del felón Fernando VII contra sus padres y contra sus súbditos, acabaría sus días en el exilio, pobre, fané y descangallado. Y es que la vida es un tango.
Pero no fue el ambicioso Godoy el único que compartió las sabanas con María Luisa. Si nos atenemos a las palabras de la propia reina, “ninguno de sus hijos lo fue de Carlos IV”, por lo que con la muerte del monarca se extinguió definitivamente la rama de los Borbones “españoles”, siendo la familia real actual una mera quimera dinámica, más plebeya que don Francisco Hernández Contreras, más conocido por El Pocero de Seseña.
Carlos IV cuyo nombre era Carlos Antonio Pascual Francisco Javier Nepomuceno José Januario Serafín Diego de Borbón y Sajona nació en Nápoles el 12 de noviembre de 1748. Se casó o lo casaron a los 17 años”.
Primera duda de la tenencia de sangre azul del actual rey.
ISABEL II
“Nació en Madrid el 10 de octubre de 1830, Isabel de Borbón y de las Dos Sicilias, hija primogénita de Fernando VII y de su sobrina María Cristina de las Dos Sicilias y Borbón fue reina de España desde el 29 de septiembre de 1833 hasta su destronación en 1868.
Presionado internacionalmente, sobre todo por Francia e Inglaterra, el Gobierno arregló a la reina-niña un casamiento con su primo Francisco de Asís de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, reconocido homosexual, tan femenino como ella, si no más. La boda se celebró el 1º de octubre de 1846 en Madrid en la capilla del Palacio Real.
Como era previsible, lo de Isabel y Francisco de Asís fue un desastre absoluto que marcaría el futuro de la reina. Con 16 años, la sangre hervía en las venas de la adolescente, y visto lo visto en la luna de miel decidió buscarse la vida en asuntos venéreos. Muchos años después, ya exiliada en Francia, confesaría a Fernando León y Castillo, entonces embajador de España en París, que nunca soportó a su marido-primo. “¿Que pensarías tú de un hombre que la noche de bodas tenía sobre su cuerpo más puntillas que yo?”, preguntó retóricamente al diplomático.
Así las cosas, pasó lo que tenía que pasar: que la ilustre Borbona no paró quieta, con lo que el listado de amantes conocidos de la tatarabuela de Juan Carlos I es más largo que la Cuaresma y el Ramadán uno detrás de la otra.
Por ejemplo:
– Políticos: el polifacético Salustiano de Olózaga y Almandoz.
– Empleados: su maestro, José Vicente Ventosa, que le enseñó muchas cosas; su profesor de canto; Francisco Frontera, condecorado por sus buenos haceres con la Cruz de Carlos III y conocido públicamente como el amante de la reina; su secretario personal, Miguel Tenorio de Castilla; su administrador y secretario en París, Joseph Altmann.
– Militares (de menor a mayor rango): el teniente de ingenieros Enric Puigmoltó i Mayans; el capital de Artillería y musicólogo, José Ramiro de la Puente y González-Nandín; el coronel Gándara; el comandante José María Ruiz de Arana, El Pollo Arana; el general Francisco Serrano, por otro nombre el General Bonito; y el general Leopoldo O’Donnell.
– Noblesse et varietés: Manuel Lorenzo de Acuña, marqués de Bedmar; José de Murga y Reolid, primo marqués de Linares por deseo de Su Graciosa Majestad; los cantantes José Mirall y Tirso Obregón; el compositor Emilio Arrieta; y un extenso etcétera por inventariar.
De unos y de otros, la fértil reina tuvo los siguientes hijos e hijas, todos oficialmente apellidados “ de Borbón y Borbón”: Isabel (1851-1931), apodada La Chata por razones obvias y La Araneja por ser hija del comandante José María Ruiz Arana, que casaría con Cayetano de Borbón-Dos Sicilias; María Cristina, que moriría a las pocas horas, de padre no determinado; Alfonso (1857-1885), futuro Alfonso XIII, hijo del teniente de ingenieros Enrique Puigmoltó y Mayans y verdadero tatarabuelo de Juan Carlos; María de la Concepción, que fallecería a los 21 meses, de padre no determinado; María del Pilar, que moriría a los 17 años, hija de Miguel Tenorio de Castilla; María de la Paz (1864-1946), también hija de Miguel Tenorio, que casaría con su primo Luís Fernando de Baviera y Borbón; Eulalia (1864-1958), también hija de Miguel Tenorio, que contraería matrimonio con su primo Antonio de Orleáns y Borbón; y Francisco de Asís Leopoldo, que falleció a los 21 días, también de padre no determinado. Tuvo además, dos varones que fallecieron en sendos partos, y dos abortos.
En vista de los hechos hay que concluir que el rey consorte, al margen de sus preferencias sexuales, no era un hombre escrupuloso ni tenía un gran sentido del honor. Así, Francisco de Asís se comprometió “a figurar como padre de los hijos que tuviera Isabel”, cobrando por unidad de infante “la cantidad de de dos millones de reales”.
Una copla que se hizo famosa por todo Madrid como consecuencia de todo lo anterior fue:
Paco Natillas
Es de pasta flora
Y mea en cuclillas
Como una señora.
Como premio a tanta fidelidad, amor y ética moral a esta gran señora y reina, “…el infalible, obispo de Roma había tenido la ocurrencia de premiar a la promiscua reina con la rosa de oro, símbolo de la pureza. Una paradoja. Aunque en este caso sería más propio hablar de “parajoder”.
La Regente, María Cristina en su preocupación por asegurar el real futuro de su hijo Alfonso, sabiendo perfectamente el origen “puigmoltejo” de su difunto esposo (y por lo tanto, de todos sus descendientes directos, desde Alfonso XIII hasta hoy infante Leonor), promulgó en 1888 el nuevo Código Civil recogiendo un proyecto inédito de 1851, en tiempos, claro, de la promiscua Isabel II. El articulo 109 rezaba: “El hijo (de los reyes, cualesquiera que fuese) se presumirá legitimo aunque la madre hubiese declarado contra su legitimidad o hubiese sido condenada como adúltera”. Había que curarse en salud.”
Lo anterior corresponde al libro Hasta la coronilla. Autopsia de los Borbónes, de Iñaki Errazkin, Editorial TXALAPARTA S.L.L., 2009.
Mi pregunta es ¿Es el rey actual hijo, nieto, bisnieto o tataranieto de los anteriores? Por lo que hemos visto en la cronología arbologica creemos que no. Para salir de dudas sería interesante buscar el ADN y compararlo para ver si es justo que estemos manteniendo con nuestro trabajo a los actuales reyes con sus diferentes príncipes y princesas y todo lo demás que nos cuesta bastante caro.
¿Se estarán riendo de nosotros?
Sobre lo caro sería tema de otro artículo. Creemos que lo merece. Veremos lo caro que nos sale los reyes y reyas.
Saludos fraternales,
La Habana, Cuba, 16-06-10