Millones de compañeros han secundado las huelgas generales llevadas a acabo en Francia (el jueves) e Italia (el viernes) contra los recortes que la Europa imperialista trata de imponer a las trabajadoras y los trabajadores.
FRANCIA
Las manifestaciones convocadas este pasado jueves contra el cambio de la edad de jubilación de 60 a 62 años alcanzaron su objetivo de dos millones de participantes, casi el doble del alrededor de un millón que se echaron a las calles en la anterior jornada de huelga general, el pasado 27 de mayo.
En el caso de París, unas 130.000 compañeras y compañeros se manifestaron en contra de la propuesta del Gobierno de elevar la edad de jubilación, por encima de los 90.000 manifestantes del 27 de mayo.
El secretario general de la CGT, Bernard Thibault, consideró que la movilización registrada hoy es «de alto nivel», «en torno a dos millones», que era el objetivo que se había fijado esta mañana. «Hacía falta una reacción a la altura del cuestionamiento de los derechos de jubilación», subrayó, incidiendo en que «lo menos que se puede decir es que la respuesta está al nivel necesario».
También el secretario general de la CFDT, François Chérèque, consideró que «los dos millones» de manifestantes «se han alcanzado ciertamente» y que «la mayor manifestación del año» demuestra el nivel de «sentimiento de injusticia» que hay entre los franceses por la decisión del Gobierno de Nicolás Sarkozy.
ITALIA
Más de un millón de personas se manifestaron este viernes en Italia contra el plan de recortes de unos 24.000 millones de euros del Gobierno de Silvio Berlusconi, convocados por el sindicato mayoritario, Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), que considera un éxito la huelga de trabajadores del sector privado y público, y con la que protestan contra el plan de “austeridad”.
Las manifestaciones se celebraron en todo el país, con Roma, Milán y Bolonia como centros neurálgicos de las protestas, que se suman al parón de ocho horas en cada turno de los empleados públicos y de cuatro horas en los del sector privado.
En la capital italiana la manifestación tuvo lugar a primera hora del día y a ella acudieron, según el CGIL, más de 50.000 personas con pancartas en las que se podía leer «Nosotros la crisis no la pagamos» o «En la fábrica, en la oficina, en el colegio, en casa: sin derechos somos sólo esclavos».
En Milán, donde la adhesión a la huelga fue de entre el 50 y el 60 por ciento, se manifestaron unas 100.000 personas. También hubieron importantes manifestaciones en ciudades como Nápoles o Palermo, lo que provocó problemas en el servicio de transporte público de las grandes ciudades.