Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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El asesinato póstumo de los Estévanez

In Actualidad, Cultura, Historia, Opinión on 31 agosto, 2010 at 0:01

Francisco Javier González

Nicolás Estévanez había muerto en París un 21 de agosto de 1914 intentando, a pesar de sus 76 años, ayudar al ejército francés ante la invasión germana de la tierra de su exilio. Su hermano Patricio murió en su casa de Santa María de Gracia, con el almendro patrio cargado de su dulce fruto, también en agosto, pero de 1926. El más pequeño de los Estévanez, Diego, marino y poeta, murió en plena juventud en 1866, pero el alma de todos ellos quedó vagando en aquella casona de Gracia, llamada “la casa de Geneto” –todo el lugar de Gracia y Lomo Guirre estaba incluido en el barrio lagunero de Geneto- a la fresca sombra del almendro. Allí quedaba también el recuerdo vivo de los Meade, constructores de la casa en 1735. Desde sus hoy ruinosos balcones presenció la dama irlandesa Dª Isabel Meade de Murphy el ataque de la escuadra de Nelson a Santa Cruz y, temiendo posibles saqueos de los británicos, escondió sus joyas en un pozo al pie del almendro. Ligados a la casa quedan también los recuerdos románticos de Ricardo Murphy unidos a los de sus ocasionales moradores como Sabin Berthelot, Adolphe Coquet, Blasco Ibañez, o las correrías infantiles del que luego sería General Leopoldo O’Donell, las tertulias políticas y literarias con una ilustre nómina de nombres desde Viera y Clavijo a Teobaldo Power, pasando por Valentín Sanz, Alfonso Dugour, Elías y Antonio Zerolo, Tabares Bartlett, Rodríguez Moure, Fco. Mª Pinto, Agustín Guimerá, Ramón Gil Roldán y una larguísima lista de exiliados o desterrados españoles republicanos en lucha con el nepotismo y el despotismo monárquico hispano. Luego vino el pintor Francisco Borges Salas, yerno de Patricio Estévanez , a quien Eduardo Westherdal denominó como “un caso patológico de integridad” que, acosado y perseguido por Falange Española se exilia a Venezuela con sus cuadro, sus esculturas, sus grabados y su familia, no regresando hasta 1962, casi al tiempo que su escultura “La Fecundidad” era liberada de los sótanos municipales en que la había encerrado el fascismo pacato que dominaba el ayuntamiento santacrucero y llevada a la frescura del Parque García Sanabria para donde fue concebida.

Francisco Borges Salas muere en 1994, pero la familia Borges Estévanez sigue viviendo en la casona de Gracia, soñando con la vieja idea de Borges Salas de convertirla en un museo donde, además de su ingente obra artística, se reúna lo más sobresaliente de todos los personajes que por ella han transitado o vivido, en especial lo relacionado con los hermanos Estévanez, hasta que 10 años después, en 2004, entre el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Aguere deciden el asesinato –póstumo y alevoso- de la memoria de los Estévanez y de toda la intelectualidad canaria relacionada con la que fue “Casa de Geneto” y reducir a astillas el ya muerto tronco del almendro que encabeza el himno que ellos llaman de Canarias. Entre el desdoblamiento de la Avenida de los Menceyes que desarrollaba el Ayuntamiento lagunero y las obras del tranvía que comenzó el Cabildo, la casa quedó sentenciada. No fueron las “autoridades” de la pseudonacionalista CC y su alter ego del PP las que frenan el asesinato. Fue la movilización popular -en la que Azarug jugó un papel destacado en la recogida de firmas- la que impidió que las palas mecánicas que maniobraban a escasos 40 metros de la casa acabaran derribándola. Se solicitó entonces la declaración como Bien de Interés Cultural –BIC- y el Cabildo se vio obligado a negociar con Francisco Borges Estévanez la compra del inmueble y el solar de unos 5.000 m2 que ocupaba. La compra se realizó en julio de 2007 por un importe de 900.000 euros, cantidad muy alejada de los 306 millones que empleó en el tranvía que la amenazaba. Parte del trato de venta era que la familia Borges Estévanez podría ocupar la casa adjunta –antiguo taller de escultura de Borges Salas- hasta febrero de 2009, como así sucedió aunque en el ínterin muriera Francisco Borges Estévanez, quedando en la vivienda su esposa y su hija Cristina.

En 2008 la casa, ya propiedad del Cabildo, fue progresivamente entrando en estado ruinoso. Bajo la presión de denuncias públicas se colocó en mayo una cubierta plástica y una malla en el tejado y se apuntalaron algunos muros, aditamentos que en noviembre de ese mismo año son denunciados por el grupo socialista de Aguere como insuficientes, solicitando la creación de un espacio cultural en la que denominó como “olvidada Casa Estévanez”. En mayo de 2009, con dos años de retraso, el Cabildo incoa expediente de declaración del inmueble como BIC en su categoría de Sitio Histórico, con un expediente en que delimita el lugar y relata una buena parte de su historia, aunque la única acción que se realiza es trasladar los petroglifos que se encontraban en la finca en las paredes basálticas del “Barranco de los Gomeros”. El coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de La Rosa, declara entonces que el Cabildo había adquirido la finca para “impulsar su conservación, rehabilitación y puesta en uso, teniendo en cuenta sus notables valores históricos y arquitectónicos pero, especialmente, su considerable valor como referencia cultural” y que “con la colaboración de Metropolitano de Tenerife se ha redactado ya el proyecto de rehabilitación de la casa y los jardines”. Otra vuelta de tuerca más en el proceso de lento asesinato póstumo de los Estévanez y de nuestra historia.

Entramos ahora en el último capítulo; hace muy pocos días todos hemos podido ver un vídeo del concejal socialista lagunero Yeray Rodríguez que nos muestran el asesinato ya casi consumado con una casa semiderruida –los plástico y mallas de la cubierta habían desaparecido desde el verano de 2009- en que ladrones por encargo de losas chasneras y tea han ido desvalijando el abandonado inmueble rompiendo la triste cerca que como única protección había colocado el Cabildo.

Nicolás Estévanez rompió su sable de militar y abandonó su cargo en el Ejército Español cuando el brutal colonialismo hispano en Cuba asesinó a 9 estudiantes de medicina habaneros. Se enfrentó con el carnicero Weyler por su política de tierra quemada en la colonia caribeña y de nuevo por la injusta prisión a Secundino Delgado por el que llegó incluso a retar a duelo al torturador Millán Astray. Ese Weyler, Marqués de Tenerife, que da su nombre a la mejor plaza de Santa Cruz y que el supuesto nacionalismo de CC y, por supuesto, el avieso españolismo retrógado del PP conservan el nombre de ese individuo, criminal de guerra, del que Nicolás Estévanez escribió: “Mirada de reptil, cuerpo de enano,/instinto de chacal, alma de cieno,/hipócrita, cobarde, vil y obsceno/como el más asqueroso cuadro humano./Azote un tiempo del país cubano,/a todo noble sentimiento ajeno,/hasta el mismo Satán convierte en bueno/esa excrecencia del linaje humano./Ruinas, desolación, hambre y miseria/las obras son que a ejecutar se atreve/ese horrible montón de vil materia./¡Y a un monstruo tal, con intención aleve,/el Gobierno de Cuba encarga Iberia/ al acabar el siglo diez y nueve!”. Weyler permanece en su plaza pero de los Estévanez asesinan su memoria, todavía residente en los restos del almendro de dulce sombra de su derruida casa de Santa María de Gracia.

Gomera, agosto de 2010, a 4 años vista del centenario de la muerte de Nicolás, a 16 de la de Patricio y a solo días de su póstumo asesinato.


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Vietnam como lección

In Actualidad, Efemérides, Historia on 31 agosto, 2010 at 0:00

Jerónimo Carrera
Presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV)


En estos ya muy próximos días, el 2 de septiembre, estará el pueblo de Vietnam celebrando junto con sus numerosos amigos de todos los demás países en todo el mundo, los 65 años de haber proclamado su independencia nacional. Un hecho histórico, que en la mayoría de casos de otros países luce como algo natural hasta para sus propios pueblos, bien puede decirse que en este caso de Vietnam sí tiene y mantendrá siempre una significación mundial.

Esa proclamación de independencia de un pueblo de los que acá sólo conocíamos con la denominación de Indochina, como parte del extenso mundo colonial entonces bajo la dominación de Francia, pasó prácticamente desapercibida aquí y en otros países como el nuestro, del mundo neocolonial controlado por Estados Unidos y bautizado en forma despectiva como el traspatio yanqui.

Recuerdo bien, en lo personal, que estando yo en Francia para el año 1946, por primera vez pude leer en la prensa el nombre de Vietnam, y luego con mayor énfasis lo escuché en Praga, el siguiente año, durante el Primer Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

Acá en nuestra Venezuela, sin embargo, fue en los años ’60 y con motivo de nuestros fallidos intentos de lucha armada, ya enfrentados los jóvenes comunistas y miristas -con las armas en la mano- a toda una gama de pitiyanquis encabezados por Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, cuando se empezó a hablar, bastante y elogiosamente, del caso de Vietnam.

En verdad el pueblo de Vietnam le ha brindado a la humanidad un extraordinario ejemplo de la más alta moral, en muchos sentidos, y valioso en especial para los revolucionarios, pero también para la gente de sentimientos patrióticos en general. Lo he escrito yo en otras ocasiones, la lección de ética que con sabiduría y sencillez nos ha legado Ho Chi Minh, el gran Tío Ho, en mi opinión es ya y será para siempre insuperable.

Veamos como explican hoy los propios vietnamitas aquella lucha suya. En un formidable libro de 906 páginas recién publicado allá lo encontramos: “El pueblo vietnamita comenzó la guerra contra la intervención yanqui para liberar el sur y unir a su nación (1954-1975) en condiciones internacionales muy complicadas. Los países socialistas, particularmente la Unión Soviética y China, estaban divididos y sostenían puntos de vista diferentes; el movimiento internacional comunista y de trabajadores se sumió en crisis, y el movimiento nacional de liberación estaba siendo debilitado por el neo-colonialismo.

Y se añade: “Vietnam libró las dos guerras de resistencia: desde 1945 a 1954 y desde 1954 hasta 1975. Durante ese periodo, la Guerra Fría reinaba a través del mundo.” Para luego agregar esto: “En esa lucha a vida y muerte, el pueblo vietnamita bajo la dirección del Partido Comunista, gradualmente logró su propia experiencia y alcanzó finalmente una victoria gloriosa. Varios factores contribuyeron a esta victoria. Entre ellos estuvo la sabia y visionaria conducción de Ho Chi Minh, quien creativamente aplicó una política independiente y propia en asuntos exteriores, y supo cómo manejar estas relaciones con tacto y prudentemente. Gracias a su conducción y la del Partido Comunista de Vietnam, lograron las guerras de resistencia de Vietnam gran apoyo y estímulo de la Unión Soviética, China y otros países socialistas, de países nacional-independientes, y de las fuerzas amantes de la paz y progresistas en el mundo, incluso de gentes de Francia y Estados Unidos.” (Mai Ly Quang, Viet Nam from past to future o sea Vietnam del pasado al futuro, de ediciones Thé Giói, editado en Vietnam, 1ª edición de 2007 en inglés). Huelgan comentarios, digo yo.


Muy breve P.S.- También por esta vía van mis condolencias a toda la querida familia de los Villegas, por la muerte reciente de María, la viuda del inolvidable camarada Cruz Villegas.—


Polifacetismo bolivariano (I)

In Historia, Opinión on 30 agosto, 2010 at 0:01

victor1COLABORACIÓN


Víctor J. Rodríguez Calderón

La revolución libertaria latinoamericana tiene su nombre propio: Bolívar. El concepto Bolivariano tomado en su sentido mas riguroso ofrece en la obra de Bolívar una importante faceta metodológica. Bolívar no era un guerrero, un estadista, un legislador, un economista, un sociólogo, un filósofo, ni un literato, era todas las cosas al mismo tiempo. Eliminaba la división de clase de su propia esfera personal; fue un científico para la revolución. Pero ello no ocurrió así tan sólo por un afán ambicionista de aparecer como el erudito de todo; ello ocurrió así porque la idea principal de Bolívar, al analizar la sociedad latina humana, era la idea de totalidad. Explico, no hizo lo que hoy suelen hacer nuestros modernos sociólogos, examinar mediante encuestas algún aspecto parcial de la sociedad. Bolívar se dedicó a examinar todo cuanto le fue posible. El Bolivarianismo en sí encara la concepción metodológica de la totalidad y eso lo saca del “discurso” literario, de “obra abstracta” y lo precisa como una ciencia unitaria social, considerada no como un saber compartimentado, fragmentado, sino como ciencia unitaria, porque en ella están comprendidos los aspectos económicos, sociológicos, antropológicos, revolucionarios, políticos y libertarios, no solo de una nación, sino de la construcción unificada de varias naciones para la construcción de un estado fortalecido, potente, industrializado y productor. El Bolivarianismo se expresa concretamente contra la situación dominante, se hace instrumento de lucha contra la ya sostenida opresión y dominación imperial española. Fue la época en que surge una lucha civilizada contra un “monstruo”, un “bárbaro”, Bolívar compuso en la cultura latinoamericana un método moderno para conquistar la libertad.

El trabajo Bolivariano parece culminado victoriosamente con el suceso ocurrido en El Puente de Boyacá, allí se vislumbra una nueva suerte latina, hombres y mujeres comienzan a compartir una forma nueva de experiencia vital. Ahora, el espacio y el tiempo es de ellos, es de nuevas posibilidades y de los más altos peligros para la nueva libertad democrática, ser libres, es encontrar un medio ambiente que promete progreso, poder, alegría, crecimiento, transformación de esa sociedad, de lo que es, ahora es necesario cruzar las fronteras, la etnicidad, las clases y la nacionalidad de la religión y la ideología, es decir, es el momento de entrar al mundo libre y moderno.

Pero España absolutista no puede renunciar al nuevo mundo y se apresta a aplastar la revolución Bolivariana. Fernando VII, se empeña en estructurar un nuevo ejército expedicionario para culminar la pacificación latina, pues de acuerdo a las comunicaciones recibidas del conde de Cartagena Morillo y del virrey del Perú, esta no podría culminarse con los efectivos militares de que se disponía. Fernando VII contó con el apoyo de la Santa Alianza y del Zar de Rusia, quien le ofreció una escuadra para el transporte de las tropas hacia estas tierras. Fernando VII concentró las tropas invasoras en El Puerto de Cádiz. 47 navíos de guerra, 20.000 infantes. 3.000 Jinetes y 100 piezas de artillería, pero para gracia de los latinos y del Movimiento Bolivariano, uno de los jefes de esta invasión es Rafael Riego, héroe de la sublevación nacional contra Napoleón, y así el 1° de Enero de 1820, este guerrillero español, se levanta contra Fernando VII, arrastrado a las mayorías y a los principales caudillos populares y así este ejercito destinado para la pacificación de Latinoamérica, se convierte en centro de una revolución contra la monarquía.

Este suceso contraría enormemente al conde Morillo, quien continúa ocupando gran parte de Venezuela, Mérida, Calabozo, Barinas, Valencia, Cumaná y Barcelona y decide continuar sobre ellas.

Fernando, se inclina ante los rebeldes y acepta la nueva constitución de Cádiz la cual se pronuncia como liberal y demócrata. A su vez se dirige a los funcionarios del Nuevo Mundo ordenándoles solicitar la adhesión de los rebeldes a esa constitución y el envío de sus representantes al parlamento metropolitano. Cuando el conde recibe estas órdenes exclama indignado:

“¡Esos de Madrid están locos! No saben ni conocen el país, ni los enemigos, ni menos los acontecimientos, ostia, hombre ¿quieren que pase por tamaña humillación? ¿Negociar con el enemigo? Lo haré solo porque mi profesión es la subordinación y la obediencia”.

Bolívar y su causa no varía en nada, el hecho de que la monarquía se tildara de liberal y democrática, no cambiaria jamás la forma de pensar y de actuar. El rey, caía en el abismo de su mismo desprestigio y perdía para siempre la clientela que aún en estas tierras les quedaba en fidelidad. Bolívar era la carta constitucional de la Gran Colombia, expedida solemnemente por el Congreso de Angostura y ratificada por él mismo en la misma ciudad. Bolívar le dice claramente a Morillo que la constitución de Cádiz no podría ser base de ningún entendimiento entre revolucionarios latinos y españoles. Morillo intenta convencer al nuevo ministro explicándole que la guerra contra el gobierno español no tiene por objeto mejorar el sistema colonial ni instaurar principios liberales, sino que lo que se propone el “bandido Bolívar” es la emancipación y la independencia total. España está muy ocupada, nadie le escucha y recibe un mensaje: “¡Obedezca sin discutir!”

Revolucionarios e invasores acuerdan una tregua de un mes, la causa Bolivariana insiste que España reconozca la independencia de Colombia, pero todo es inútil, durante ese corto lapso cada uno de los beligerantes se prepara para continuar las acciones. Bolívar aprovecha este tiempo y se dirige a su cuartel general en Villa de Rosario de Cúcuta, allí conoce por primera vez al coronel Antonio José de Sucre.

Bolívar realiza un análisis en el sentido de hacer lo mas franca posible la entrada en el campo de la observación los resultados obtenidos hasta ese momento. Habla sobre la existencia social, su estructura y sus fenómenos, la miseria y desolación, el empobrecimiento y el hambre se hacían ya insoportables. El necesitaba tiempo y espacio para cauterizar estas terribles realidades. Bolívar traza un nuevo plan que propone utilizar el tiempo que dure unas nuevas conversaciones, se dirige al conde Morillo con la siguiente proposición:

El gobierno de Colombia quiere manifestar a vuestra Excelencia y a toda la nación española, que prefiere la paz a la guerra, aún a su propia costa, y propone entrar en comunicación con Vuestra Excelencia para transigir las dificultades que ocurran sobre el armisticio con que se le ha convidado, siempre que, en calidad de indemnización se le den a Colombia las seguridades y garantías que ella exige con gaje de este empeño. Para facilitar y abrir nuestras recíprocas comunicaciones, yo estableceré mi cuartel general en San Fernando, para fines del próximo Octubre donde espero la respuesta de Vuestra Excelencia o los comisionados que quiera Vuestra excelencia dirigirme, si lo tuviere por conveniente. Entre tanto, no suspenderemos las acciones”.

Por supuesto este tiempo daría nuevos efectivos y recursos en Cundinamarca y Boyacá. Bolívar se retira de Cúcuta y en una ofensiva inmensa, se apodera de Trujillo el 7 de Octubre. Bolívar recibe respuesta de Morillo, en su comunicación le manifiesta la disposición a negociar un nuevo armisticio donde le dice:

Vuestra Excelencia debe reconocer que para obtener tranquilidad y entendernos, necesitamos suspender las armas”. Bolívar reflexiona sobre el provenir que se avecina y comprende que Morillo busca eludir toda discusión acerca de reconocer la independencia, pero que ambicionaba un alto a las hostilidades, también con el objetivo de tiempo y espacio, esperando una ayuda de la península. Los dos necesitaban esta estrategia y entonces Bolívar resuelve darle un cambio por completo a las negociaciones. No plantea el reconocimiento de la independencia, sino que señala un armisticio con el objetivo de la regularización de la guerra: “Sírvase Vuestra Excelencia autorizar a sus diputados para que concluyan con la República un tratado verdaderamente santo que regularice la guerra de horrores y crímenes que hasta ahora ha inundado de lágrimas y de sangre a Colombia, y que sea un monumento, entre las naciones mas cultas, de civilización, libertad y filantropía”.

Morillo entusiasmado recibe la proposición Bolivariana, porque después de la Batalla de Boyacá y la insurrección de Riego en España, no podía aspirar a otra cosa, que buscar una salida decorosa para su carrera militar. Las dos partes nombran sus negociadores, dentro de los revolucionarios está Sucre como jefe de la delegación. Entre los emisarios del conde Morillo, venía un hombre de confianza, audaz, inteligente, quien se acerca a Bolívar y le dice:

Su Excelencia las negociaciones tendrán un resultado más feliz si sus fuerzas republicanas regresan a su campamento de Cúcuta, abandonando las provincias conquistadas en la última ofensiva”. Estas instrucciones dadas por Morillo al oficial Pita, taladran la causa Bolivariana quien contesta: “Oficial pita diga usted al general Morillo de mi parte que es él quien debe retirarse a sus posiciones de Cádiz antes que yo a Cúcuta; dígale usted también que cuando fugitivo de mi patria, mientras que él la estaba oprimiendo a la cabeza de un ejército numeroso, envanecido con sus triunfos, yo acompañado por unos proscritos, no temí buscarle, y que cuando apenas tenía a mis órdenes unas pocas guerrillas, jamás me retiré sino disputándole el terreno palmo a palmo; y por último, que hacerme semejante proposición, ahora que cuento con un ejército más disciplinado y numeroso que el suyo, es un insulto que yo devuelvo con desprecio”.

Ante tal respuesta Morillo desautoriza a pita y ordena que se active el entendimiento en base a los aspectos propuestos: La suspensión de las hostilidades y el tratado de regulación de la guerra.


(*) El venezolano Víctor Rodríguez Calderón es politólogo, periodista, escritor, poeta, director de empresas y experto en Planeación de Organizaciones. Recomendamos su blog El Victoriano.


El PCPC exige que el Gobierno de España se responsabilice del regreso con plenas garantías del grupo solidario a Canarias

In Actualidad on 29 agosto, 2010 at 13:37

Comité Nacional del
Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)


El PCPC saluda la acción llevada a cabo en El Aaiun en la tarde del 28 de agosto por un grupo de personas desplazadas desde Tenerife para denunciar la ocupación marroquí del Sahara Occidental, exigir el respeto a los derechos humanos de la población de esos territorios y apoyar la lucha del pueblo saharaui por la independencia.

El PCPC denuncia la represión ejercida por las fuerzas policiales y militares ocupantes contra el grupo solidario y contra la población saharaui que mostró su alegría por el despliegue de las pancantas y la exhibición de camisetas alusivas a la lucha saharaui y banderas del Sahara. El PCPC exige que la Misión de la ONU para el Sahara Occidental (MINURSO), desoyendo la posición de la Francia imperial y racista, asuma la defensa y garantía de los derechos humanos en el territorio ocupado, incluyendo la detención y enjuiciamiento de los criminales marroquíes que intelectual y materialmente violan dichos derechos a diario.

El PCPC exige que España asuma las responsabilidades que le asigna el derecho internacional y, como última potencia colonial, complete el proceso de descolonización mediante una política activa y comprometida para la salida de todas las tropas y población de ocupación marroquí del Sahara y para el seguro acceso del pueblo del saharaui a su independencia.

El PCPC exige que el Gobierno de España garantice el regreso hoy, 29 de agosto, de todo el grupo solidario a Canarias con plena seguridad y respeto de su integridad física y de todos los derechos humanos.

El PCPC llama al pueblo canario a recibir al grupo solidario con la expresión de apoyo que su valiente acción merece (se espera su llegada mañana, lunes, a las 7 de la mañana, al muelle de Gran Canaria -barco de Armas- a la altura del Centro Comercial El Muelle).


Canarias, 29 de agosto de 2010


Cuando las mujeres cambiaron

In Actualidad, Historia on 29 agosto, 2010 at 0:01

Dixie Edith

HACE 50 AÑOS LAS MUJERES DE CUBA SE UNIERON PARA CONQUISTAR ESPACIOS HASTA ENTONCES VEDADOS Y DEFENDER UN PROYECTO SOCIAL INÉDITO EN EL CONTINENTE

Inocencia Cardet Olivares tenía apenas 18 años en la Navidad de 1958, cuando su vida cambió radicalmente en apenas unos días. Santiaguera de cuna y vecina de la populosa calle San Francisco, bordaba su ajuar de novia humilde mientras la ciudad hervía con la noticia, divulgada cual secreto a voces, de que los rebeldes de Fidel Castro estaban prácticamente a sus puertas. La tiranía batistiana daba sus últimos estertores y Santiago lo sabía. La ciudad irredenta había sufrido la saña; ahora esperaba con alegría mal contenida el triunfo.

La muchacha, en tanto, se debatía en un mar de contradicciones. Loca por salir a la calle en busca de acción y novedades, no veía la forma de escaparse del padre… y del novio. La disciplina de “niña de su casa”, bien aprendida desde tiempos inmemoriales, le impedía provocar enfrentamientos con sus mayores. Pero años atrás, cuando apenas era una chiquilla, se había apasionado con una rara leyenda que circulaba por el barrio y no podía desprenderse de sus efectos.

Decían que en medio de un combate callejero, de esos comunes en el Santiago de la segunda mitad de los cincuenta, un ángel, un hada, había volado en saya desde un tejado, haciendo compañía a los “revoltosos” de Frank País. A pesar de su temprana edad, Inocencia sabía que las hadas eran solo un cuento de camino y desde entonces se soñaba heroína como la mujer que, sospechaba, se escondía tras el mito. Ahora, a las puertas del que creía el acontecimiento más esperado de su vida, sentía una inquietud extraña que no la dejaba hacer sus labores en paz.

Aunque esperaba mi boda con ilusión, quería hacer otras cosas, conocer el mundo que había fuera de la casa. Así llegó el año viejo con la noticia de la huída de Batista.

Santiago era una fiesta. Al amanecer del primero de enero ni siquiera mi papá estaba para vigilarme y a mi novio no lo vi en tres días porque salió de la ciudad con otros muchachos a recibir a los rebeldes. Fui a oír a Fidel y ese discurso me cambió la vida.

Y de qué manera. Nunca ha podido recordar los detalles, pero lo cierto es que el ajuar de matrimonio no fue usado, del novio se peleó un día cualquiera del propio 1959 y a mediados de 1960 era parte activa de las jóvenes que en su ciudad fundaron la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Inocencia se casó finalmente, vestida de miliciana y con un soldado rebelde, en los días “luminosos y tristes” de la Crisis de Octubre. Años después, en 1965, durante una reunión de trabajo en La Habana, le puso rostro al hada rebelde de su leyenda adolescente al conocer a su protagonista: Vilma Espín.

Como ella, otras muchas cubanas deben haber sentido su suelo removido con las palabras de Fidel en aquel primer encuentro con el pueblo santiaguero. Desde hacía mucho ya él tenía muy claro que la población femenina era una fuerza, quizás aún dormida, pero imprescindible para hacer caminar el proyecto social que soñaba para la Isla.

…Y la mujer es un sector de nuestro país que necesita también ser redimido, porque es víctima de la discriminación en el trabajo y en otros aspectos de la vida”. Eso les dijo entonces y tras la certeza, llegaron los hechos.

Los cambios se sucedieron, uno tras otro, durante los primeros meses de la Revolución. El país era un hervidero y en todas partes se respiraba acción, movimiento. “¿Cómo mantenerse al margen?”, se preguntaban cada día damas de diversas edades, ideologías y espacios sociales. Decidieron, simplemente, que no se iban a quedar en casa.

CALLES TOMADAS

Apenas unos meses después de la alborada de enero, en noviembre del propio 1959, una multitudinaria delegación de 77 integrantes viajó a Chile, a representar a la Isla en el Congreso Latinoamericano de Mujeres de Santiago de Chile. Con Vilma al frente, llevó un extenso informe explicando la especial y efervescente coyuntura insular y pidiendo apoyo a sus congéneres de la región frente a las campañas difamatorias que comenzaban a gestarse contra Cuba, y han sido desde entonces parte de la vida cotidiana de este terruño.

¿Dónde están las raíces de este odio contra un acontecimiento que ha hecho vibrar de entusiasmo y emoción a todos los pueblos del mundo?”, preguntaba Vilma a las mujeres reunidas en el hotel Carrera, de la capital chilena.

Justo el entusiasmo, y la velocidad, fueron signos de aquellos tiempos. De regreso a la patria, las cubanas siguieron reuniéndose, organizándose, convocando, quizás animadas por los versos que Pablo Neruda regaló a las latinoamericanas a raíz del Congreso: …ha llegado la hora de la aurora,/ la hora de los pétalos del pan,/ la hora de la luz organizada,/ la hora de todas las mujeres juntas / defendiendo la paz, la tierra, el hijo.

La colega Carolina Aguilar conserva vivos sus recuerdos. Vino a Cuba desde Argentina en los primeros meses de 1959, “por amor a dos cosas: primero, a un hombre que era cubano y luego a una causa, que fue la que nos unió”.

Lo primero que hizo Vilma a su regreso de Chile fue reunirnos y contarnos. Traía anotados en una libreta todos los acuerdos y nos dijo que uno muy importante era tratar de sumar a las organizaciones que ya estaban creadas, captar a las mujeres con intereses de progresar. A mí me tocó ir a la provincia de La Habana. Fue como si pasara en seis meses un postgrado de sociología de cinco años. Tuve la oportunidad excepcional de conocer la realidad cubana de primera mano. Para mí todo fue una escuela: la Federación, de la que fui fundadora, la Revolución, Fidel. Tuve la suerte excepcional de participar”, confesó la también fundadora de la revista Mujeres y parte del actual Secretariado Nacional de la FMC.

Efectivamente, varias organizaciones trabajaban en esos meses, cada una por su cuenta. Estaban la Unidad Femenina Revolucionaria que aglutinaba a un gran número de mujeres campesinas, la Columna Agraria, las Brigadas Femeninas Revolucionarias, los Grupos de Mujeres Humanistas, Hermandad de Madres, entre otras. El 23 de agosto de 1960, de la unión de muchas de ellas, nació la Federación de Mujeres Cubanas, primera alineación de masas de la Revolución.

En su mensaje fundacional, Vilma llamó “ardientemente a todas las mujeres a incorporarse a esta nueva organización, que habrá de unirnos a todas, de un extremo a otro de la Isla, en un gran lazo de amor, pero de amor combativo, por nuestros hijos y por nuestra patria, a la que juramos defender hasta morir”.

Dos esencias quedaron claras: la FMC venía para unir fuerzas y era —sigue siendo— incondicional al proyecto social que se gestaba.

UNA REVOLUCIÓN DENTRO DE OTRA

…Si a nosotros nos preguntaran qué es lo más revolucionario que está haciendo la Revolución, responderíamos que lo más revolucionario que está haciendo la Revolución es precisamente esto (…) la Revolución que está teniendo lugar en las mujeres de nuestro país.

Así reflexionaba Fidel en 1966, durante la clausura de la V Plenaria Nacional de la FMC. No podía ser de otra manera.

Como explicó la propia Vilma a Bohemia en el año 2000, el propósito de aquel nacimiento de 1960 nunca fue crear una organización “que funcionara como un apartheid femenino”.

Nuestro objetivo fundamental siempre fue lograr la plena participación de las mujeres en la vida económica, política, cultural y social del país, en igualdad de oportunidades y posibilidades con los hombres. Siempre consideramos a las mujeres en su desempeño dentro de los diversos ámbitos donde desenvuelve su vida: la pareja, la familia, el centro de trabajo, la comunidad, la sociedad en su conjunto”, detalló.

Con tales propósitos, es fácil entender que las protagonistas de la Cuba nueva coparan con rapidez espacios que escandalizaron a padres y abuelos.

La primera cosa que había que hacer era defender la Revolución y nos incorporamos a las milicias y a las brigadas sanitarias. Eran dos ideas tremendamente audaces, que rompieron todos los esquemas de pensamiento de las mujeres cubanas. En algunas zonas de Cuba, solo vestirse con un traje de miliciana, ponerse un pantalón, era para una mujer algo tremendo. Desde el inicio la Federación fue una asociación para hacer cosas impensadas, cosas que nunca se les había ocurrido a muchas mujeres que podían hacer. Fue un proceso de descubrimiento tan grande como el de América”, reflexionó Carolina.

Entre las tareas pioneras, también acaparó empeños lograr el acceso al empleo en igualdad de condiciones que los hombres. Venciendo no pocos obstáculos —el machismo, quizás el mayor de ellos—, la FMC, obrando casa por casa, fue incorporando de manera creciente a la mujer a la vida socialmente activa, como estudiante o como trabajadora, provocando cismas al interior de no pocos hogares.

Cuando me fui a alfabetizar, mi papá dijo que no me quería más en la casa, que eso no era cosa de mujeres. Pero cuando volví, meses después, descubrí que le había contado a todo el barrio que su niña era maestra voluntaria y que se había echado la culpa de la ruptura de mi noviazgo ante algunos chismes, aunque él no había tenido nada que ver y no había estado de acuerdo”, recordó Inocencia.

A conquistas como la plena integración al trabajo “en la calle”, el fortalecimiento de la independencia económica, las opciones de estudio, se sumaron la legalización del aborto, y con ella, la libertad para elegir el número de hijos; además de cultura, alfabetización y atención médica gratuita.

A juicio de Isabel Moya, también periodista y actual directora de la Editorial de la Mujer, “una mirada a los archivos de la revista Mujeres permite reconstruir el proceso de transformación de las cubanas y el papel de la FMC en cada momento histórico: las brigadistas sanitarias en Playa Girón, las alfabetizadoras, las escuelas para domésticas, la Escuela para Campesinas Ana Betancourt, las primeras mujeres taxistas, la creación de los círculos infantiles, las milicianas… parafraseando a Carpentier, la crónica de la historia de la Revolución desde las mujeres está en las paginas de la revista con la limitación que puede tener la letra impresa ante la riqueza de la vida”.

Difícilmente se encuentre otra población femenina con tan creciente grado de participación en la vida laboral, social y política de su país. Para las cubanas, la toma de conciencia, la reflexión sobre el hecho de ser mujeres, y lo que ser mujeres cubanas en los tiempos de la Revolución trajo consigo, adquirió una dimensión existencial: el reconocimiento a sus derechos propios, el enjuiciamiento a la posición social que ocupaba, la revalorización de sus potencialidades, la garantía de la igualdad de oportunidades. Y también la certeza de que la batalla no había terminado.

DE NUEVO, EL COMIENZO

Vilma nos decía que la Federación tenía que existir en todas sus formas, hasta en las más elementales como las academias de corte y costura, porque todavía había mujeres que seguían creyendo que tenían que ser representadas por los hombres”, rememora Carolina y el consejo de la inspiradora de la FMC ha seguido vigente.

La contradicción entre el espacio abierto a nivel social a favor de las mujeres y la permanencia de no pocas tradiciones patriarcales al interior de la familia y de muchas otras áreas de la vida nacional confirmó una certeza demostrada por especialistas diversos: los cambios políticos, jurídicos, legislativos, caminan más aprisa que aquellos que involucran a la cultura y a las costumbres.

No es un secreto que asuntos acuciantes de hoy, como la baja fecundidad de las cubanas, por solo poner un ejemplo, han encontrado más abono en esas contradicciones, que en las dificultades económicas por las cuales ha atravesado la Revolución, aunque muchos se empeñan en ignorarlo. Para la doctora María Elena Benítez, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, se hace necesario vincular ese fenómeno “a las profundas transformaciones ocurridas después de 1959. En este sentido, son de obligada referencia medidas como la verdadera igualdad jurídica con el hombre, la masificación de la enseñanza gratuita y la realización de campañas por la elevación de la escolaridad de toda la población, la instauración de un programa nacional de salud gratuito, la prioridad de la atención materno-infantil y la garantía del empleo, entre otras”, escribió en su tesis de doctorado, acerca de los cambios sociodemográficos de la familia cubana.

Inmersa de lleno en esa batalla cotidiana, la actual secretaria de la FMC, Yolanda Ferrer, reconoció similares retos a BOHEMIA en las jornadas del último congreso de la organización.

Por supuesto, el desarrollo de una cultura de igualdad también ha sido aspecto esencial. Mucho hemos avanzado, pero mucho nos queda por avanzar. Si nos comparamos con el horizonte de las mujeres hace medio siglo, el salto es trascendental; pero si partimos de lo que somos hoy, las perspectivas son aún extraordinarias.

Ya lo había dicho Vilma: “En las tareas de la Revolución siempre se vuelve a empezar, se puede empezar y se debe empezar. Nunca se termina”.

NÚMEROS Y CONTRASTES

Según un Censo de Población levantado en la Isla en 1953, del total de trabajadores ocupados en el país, solo el 17,6 por ciento eran del sexo femenino y de ellas, más del 30 por ciento trabajaba en el servicio doméstico o como conserjes y empleadas; el 13,9 por ciento realizaba trabajos de oficina; el 12,1 por ciento eran maestras y apenas poco más del seis por ciento, profesionales y técnicas. Un escuálido dos por ciento ocupaba responsabilidades de dirección.

Justo 50 años después, las cubanas representan más del 46 por ciento de las personas empleadas en el sector estatal civil; superan el 65 por ciento de los profesionales y técnicos, y son el 39 por ciento de los dirigentes.

Tras las últimas elecciones del Poder Popular, resultaron casi el 40 por ciento de las delegadas, el 29,5 por ciento de los presidentes de asambleas municipales. Según datos de junio de 2010, de la Unión Interparlamentaria, Cuba ocupaba el cuarto lugar mundial por el número de mujeres en su Parlamento (43,2 por ciento), por encima de países con fama en este sentido como Noruega o Finlandia.

LA FMC 50 AÑOS DESPUÉS

Según el Informe al Pleno del Comité Nacional de la FMC, del 24 de Julio de 2010, la organización agrupa a más de cuatro millones de cubanas y está estructurada en 13 mil 539 bloques y 79 mil 828 delegaciones en toda la Isla.

Entre sus tareas más importantes coordina la labor de 81 mil 260 trabajadoras sociales voluntarias y 78 mil 624 brigadistas sanitarias que apoyan en los barrios las campañas masivas de vacunación y la prevención contra el dengue, la Influenza AH1-N1 o el VIH/sida. También rige el trabajo de las Casas de Orientación de la Mujer y la Familia, un espacio que atiende la problemática en el seno familiar, incluida la maternidad temprana, el alcoholismo o la violencia. Existen 175 de estas dependencias en todo el país, con ocho mil 448 colaboradores voluntarios que también comparten espacio con los juristas, en tanto grupo multidisciplinario asesor, en los recién creados Tribunales de Familia.


No dan tregua

In Actualidad on 28 agosto, 2010 at 0:01

David Delgado

Una tras otra se acumulan las agresiones contra los derechos sociales y laborales de las clases populares. Apenas se hace pública la aprobación de una medida antiobrera, el gobierno del PSOE ya está planificando cual será el siguiente paso en la ofensiva gubernamental y patronal contra los trabajadores y trabajadoras, jubilados, desempleados, etc. La gran asignatura pendiente ahora es la contrarreforma de las pensiones. Pero hay más ataques que se llevaron a cabo en los últimos días y otros que están por venir: endurecimiento de las condiciones para percibir la miserable “ayuda” de 426 euros, aumento del IRPF a las rentas del trabajo, aumento de impuestos indirectos, y la obligatoriedad de aceptar cualquier trabajo para no perder el derecho a la prestación de desempleo, entre otras cuestiones.

Pero, sin lugar a dudas, la gran obsesión del Ejecutivo de Zapatero es el sistema de pensiones. Llevamos meses leyendo y escuchando declaraciones del propio presidente del gobierno, de sus ministros y ministras, de representantes de la oligarquía española y de las instituciones financieras, lanzando globos sonda sobre la necesidad de reformar el sistema de pensiones (período de cálculo, alargamiento de la edad de jubilación…). Pues una vez más, el Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, manifestó que ve “razonable” elevar a 20 años (en lugar de los 15 actuales) la base para las pensiones. O sea, que ve razonable reformar el sistema de pensiones para que los futuros jubilados y jubiladas cobren menos.

Encima, en un alarde de hipocresía, dijo lo que todos ya sabemos: que con el sistema actual el que pierde su trabajo en los últimos años de la vida laboral, es penalizado recibiendo una pensión “casi de mínimos, aunque lleve 40 años cotizando”. ¡Pero eso es culpa, entre otros, de su partido, que durante los 20 años que ha gobernado en el Estado español no ha modificado el sistema para acabar con esa injusticia! Y lo que es peor, ahora tampoco lo van a hacer. Así que menos discurso populista.

En cuanto a las jubilaciones anticipadas, Corbacho se mostró partidario de que se apliquen “sólo cuando sean absolutamente imprescindibles para resolver problemas de crisis económica», con el fin de incentivar la permanencia. Más de lo mismo. Igual que con la contrarreforma laboral se abre la veda para que los capitalistas puedan ejecutar arbitrariamente despidos procedentes con sólo asegurar que en el futuro tendrán pérdidas o no son competitivos en el mercado -los capitalistas ya se están beneficiando de ello: tenemos el ejemplo de la multinacional UPS y Saunier Duval-; cualquier empresa podría prejubilar argumentando que lo hacen “para resolver problemas de crisis económica”.

Y es que la Comisión Europea (CE), liderada por Alemania, ya presentó el mes pasado el Libro Verde sobre la reforma de las pensiones, en el que se pide a los estados miembros que se adapte la edad de jubilación a las nuevas condiciones económicas, lo que no implica otra cosa que alargar la edad de jubilación. Recordemos la congelación de las pensiones que se recoge en el plan de ajuste español a instancias del capital europeo, principalmente, una vez más, por la presión ejercida por Alemania. Y ya los capitalistas españoles lo piden a gritos. La contrarreforma de las pensiones es inminente, sumándose a otras indeseables políticas antisociales como la contrarreforma laboral y el citado plan de ajuste.

El comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, reclamó esta semana que se «intensifique y acelere» el programa de ajuste fiscal español, griego, portugués, irlandés y británico. Además destacó la importancia de que el Estado español avance en las contrarreformas laborales y del sistema de pensiones, y concluyó que espera que el Ejecutivo «complete el trabajo relativo al próximo año en el presupuesto que presentará en otoño».

Es decir, una vez más la UE ejerciendo de portavoz del capital financiero europeo, exige al Estado español y otros países de la región, endurecer la contrarreforma laboral, llevar a cabo de una vez por todas la contrarreforma de las pensiones y en los presupuestos general de otoño se apliquen recortes sociales y del gasto en obras públicas.

La prórroga de la limosna de 426 euros también lleva aparejada una nueva vuelta de tuerca contra los derechos de los desempleados. Ahora aquellos que tengan una edad comprendida entre los 30 y los 45 años y no tengan cargas familiares no tienen derecho a la paupérrima ayuda. Lo que les llevará a sumarse a las filas de los más de un millón y medio de trabajadores del Estado español que están en paro y no cobran ninguna prestación. Se olvidó el gobierno de que esas personas son una propia carga, y que para mantenerse a sí mismos ahora se verán abocados a la caridad y la ayuda de los comedores sociales.

Por si fuera poco para el colectivo de trabajadores en paro, una enmienda presentada por el PSOE en el Senado endurece más la contrarreforma laboral, obligándoles a atender los cursos o actividades de inserción laboral, a partir de 30 días, para mantener sus prestaciones. Así, el gobierno socialdemócrata maquilla un poco más las manipuladas cifras de desempleados.

Ya no sabemos con qué saldrán, pero está clarísimo que van a por todas. La socialdemocracia española, consciente de su pérdida de influencia y capacidad conciliadora de los intereses del gran capital, morirá matando. Los comunistas y el conjunto de la izquierda anticapitalista debemos garantizar el éxito de la Huelga General del 29 de septiembre, y avanzar hacia un Frente Unitario de Resistencia Popular si no queremos que nos coman vivos. Es la única forma de desbaratar los planes de la oligarquía europea y las grandes instituciones financieras internacionales y preparar la contraofensiva.