MARRUECOS CERCA EL HOSPITAL E IMPIDE A LOS SAHARAUIS CONOCER LA IDENTIDAD DEL SEGUNDO FALLECIDO
Otro de los siete jóvenes saharauis que resultaron heridos tras el ametrallamiento del Ejército marroquí al vehículo en el que viajaban hacia el campamento de Agdaym Izik, puede haber fallecido en el hospital de El Aaiún. Se sospecha que pueda tratarse de Dawdi Ahmed, quién se encontraba en una situación de extrema gravedad. Sin embargo, Marruecos impide conocer la identidad del fallecido o siquiera tener noticias fiables de los heridos.
Dawdi Ahmed se encontraba ingresado en el hospital militar de El Aaiún, al que fueron trasladados todos los heridos cuando, de camino al hospital civil, la ambulancia recibió la orden de dirigirse hacia ese centro.
A las puertas del mismo aguarda un grupo de familiares, pero hay dos camiones del ejército con una decena de soldados cada uno y varios coches de policía aparcados en los alrededores que les impiden el acceso. Entre ese grupo de heridos está el hermano del fallecido, el niño de 14 años Elgarhi Nayem Foidal, quien llegó ayer sin vida al hospital despues de recibir varias heridas de bala cuando intentaban entrar en el campamento.
El Ejército les prohibió entrar por el único camino que han dejado habilitado, después de rodear todo el campamento con un muro de un metro de altura y cuando intentaron ignorar el segundo control, abrieron fuego, según la versión de los saharauis que escucharon la ráfaga de tiros y vieron llegar a las ambulancias.
En el campamento, donde hay unas 20.000 personas, la noticia se recibió con mucha preocupación. Se trata de la mayor protesta del pueblo saharaui en los ultimos 35 años a la que muchas personas se han ido sumando rápida y espontaneamente para reclamar derechos sociales como igualdad con los marroquíes a la hora de acceder a un puesto de trabajo o a una vivienda, y para denunciar el expolio de los recursos naturales, cuyos beneficios no se invierten en el territorio.
La noticia de los dos fallecimientos traslada de todos modos parte de la tensión a la propia ciudad de El Aaiún, donde desde las carnicerías hasta los taxistas han notado en sus negocios el descenso de población que ha supuesto este éxodo de saharauis. Aunque todavía en estado de shok, la familia del fallecido ya ha anunciado que luchará hasta que Marruecos reconozca la autoría de su muerte.
Algunas familias con niños en edad escolar entran y salen del campamento de la dignidad para que sigan sus clases. Otros llegaron el primer día y no se han movido de allí. Los que entran y salen, aunque sea entre una lluvia de piedras, se encargan de llevar agua y alimentos.
En el hospital de El Aaiún permanecen otros seis heridos, entre los que se encuentran Alaoui Lagdaf, Salek Filali, Abderrahman Hummid y Garhi Zubeir, hermano éste último de Elghari Nayem Foidal, el menor de 14 años asesinado este domingo.