Mientras recorta pensiones y alarga la edad de jubilación, alegando que «el sistema es insostenible» (a pesar de que, con cinco millones de parados y en la peor crisis económica, sigue teniendo superávit), el gobierno del PSOE ha destinado el 87,57% de las inversiones que ha hecho el Fondo de Reserva de la Seguridad Social a comprar deuda pública española. El resto, hasta el 100%, ha ido a parar a otras emisiones de deuda pública la zona del euro.
Los datos, que se han conocido por la información complementaria proviniente del llamado Pacto de Toledo, llevan fecha del pasado 31 de octubre, y dejan ver que la cartera de inversiones de la Seguridad Social asciende a 62.677 millones de euros, de los que sólo el 16% se han destinado a comprar valores a corto plazo (inferior a un año). Por el contrario, un 34% ha sido utilizado para la adquisición de activos en el entorno de los 3 años y el resto (alrededor del 50%) a emisiones con plazo de vencimiento entre 5 y 10 años.
El informe revela que, al margen del Estado español, tres países concentran el 100% de la compra de emisiones por parte del Fondo de Reserva (7.791 millones). En concreto, Francia (39%), Holanda (35%) y Alemania 26%. El resto de tesoros públicos europeos no ha sido capaz de captar dinero procedente de los excedentes de la Seguridad Social, que está obligada a invertir en mercados triple A, condición que perdió hace algunos meses España.
Pese a ello, el 88% de la cartera está invertida en deuda pública española, lo que refleja una gran exposición a los vaivenes del mercado, donde el Estado español está siendo fustigado con una prima de riesgo que ronda los 250 puntos básicos (2,5 puntos porcentuales).
Se trata, por lo tanto, de una cartera poco diversificada que eleva la exposición al riesgo, y que supone hacer caso omiso de los criterios prudenciales que debe guiar la utilización del Fondo de Reserva. De hecho, el comité de gestión que maneja el dinero tiene como límite que no puede invertirse más del 55% en deuda pública extranjera, aunque sea triple A.
Ese límite está muy lejos de haberse alcanzado (apenas representa el 12%). La ley obliga a que en el momento de la inversión, “se primarán las compras de referencia benchmark en la cartera”. Pero en 2009 se decidió vender 5.194 millones de euros en títulos franceses y alemanes para adquirir deuda pública española.
Igualmente, la legislación actual -cambiada hace un par de años- pone restricciones a la inversión en deuda pública española. En concreto, prohíbe que supere el 11% del total de deuda pública en circulación (letras, bonos y obligaciones). Anteriormente, era del 10%, pero ese límite se revisó al alza.
Teniendo en cuenta que el pasado 31 de octubre el volumen de deuda en circulación se situaba en 531.858 millones de euros, el comité de gestión del fondo ha aprovechado al máximo esta restricción. En octubre el 10,3% del saldo emitido por el Estado estaba en manos de la Seguridad Social.