Rabia y protestas han caracterizado esta pasada semana la vida en los barrios obreros de Argel, con decenas de heridos y considerables daños materiales. Las protestas argelinas coinciden con un movimiento reivindicativo similar en la vecina Túnez. En Argel, las protestas más duras se produjeron en el antiguo barrio de Bab El Oued, a diez minutos del centro de Argel.
A primera hora de la noche de Reyes, cientos de jóvenes tomaron las calles de este barrio y rodearon la comisaría para denunciar la escalada de los precios y el importante alza en productos de gran consumo, entre los que destacan el azúcar y el aceite.
El desempleo también podría ser consecuencia directa de los disturbios. La cifra oficial de paro en Argelia se sitúa en el 10%, aunque hay organizaciones independientes que la elevan hasta casi el 25%. «La juventud está loca contra el régimen. No entiende por qué un país rico en gas es incapaz de ofrecer trabajo, casas y una vida decente a su gente», señaló Mohamed Said, de 55 años.
Unidades antidisturbios tomaron el barrio de Bab El Oued y helicópteros sobrevolaba la zona para intentar que no se reprodujeran los incidentes.
Episodios de rabia similares tuvieron lugar también, durante la jornada del miércoles, en otros barrios de Argel, como Cheraga, Bouchaoui o Ain Benian, donde centenares de personas ocuparon las calles para denunciar la creciente carestía de la vida y entonaron eslóganes hostiles contra el poder central. También se registraron situaciones tensas en varios barrios pobres de la ciudad de Orán, donde grupos de jóvenes formaron barricadas y arrojaron piedras contra la policía para denunciar la escalada de precios.
El viernes el joven Azzedine Lebza, de 18 años, fue asesinado a tiros por la policía en la región de M’Sila, situada a 300 km al sureste de Argel, y otros resultaron heridos de bala. A esta muerte se ha sumado este sábado la de otro joven herido grave en Bousmail, a 50 kilómetros al oeste de la capital.
El diario en lengua árabe Echourouk publicó ayer un recuento del Ministerio del Interior no hecho público según el cual hay 181 heridos por las fuerzas del orden y 245 detenidos durante las manifestaciones. También este sábadose han registrado protestas en Tizi Ouzou y Bejaia, en la región de Kabylie, en el este de Argelia.
Desde que se inició el año, la contestación popular ha llegado a las cuatro esquinas del país y varias regiones de Argelia, como Tipaza, Blida, El Taref, Oran, Argel, Uargla y Djelfa, han sido escenario de conflictos por el alza de los precios.
TÚNEZ
El martes murió el joven tunecino de 26 años Mohamed Bouazizi, licenciado en informática y en paro que hace tres semanas se quemó a lo bonzo después de que la Policía le requisara el carro con frutas y verduras alegando que no tenía licencia para venderlas. Su gesto desencadenó el 17 de diciembre una ola de protestas en Túnez, durante cuya represión murieron dos personas, y su fallecimiento, que se conoció el miércoles, desencadenó nuevas movilizaciones.
Ese mismo día, Túnez, que vive la mayor crisis social de los últimos 23 años, se convirtió en el primer país del mundo cuyas páginas web oficiales quedaron inoperativas después de un ataque masivo de los hackers de Anonymous.
Otro joven tunecino de 17 años falleció el viernes a causa de las heridas sufridas tras quemarse a lo bonzo el pasado lunes en un instituto de enseñanza secundaria de la capital, después de que fuera sancionado por organizar un acto de apoyo a las protestas sociales en el país.
Ayub Alhammi es la tercera persona que fallece tras prenderse fuego desde el inicio de las revueltas sociales en Sidi Bouzid.
Abdelfatah Amer, de 44 años, se quemó a lo bonzo en Gafsa a finales de diciembre días después de que lo hiciera Mohamed Bouazizi, quien fue sepultado el pasado miércoles. Al menos otros tres manifestantes han muerto durante las protestas de las últimas tres semanas.
El viernes, 50.000 profesores de enseñanza secundaria realizaron un paro de 20 minutos en señal de duelo por la muerte de los jóvenes y en solidaridad con la población de Sidi Bouzid.
Miles de abogados tunecinos se han sumado a las protestas contra la represión de los jóvenes parados en una nueva jornada de manifestaciones y disturbios sin precedente en décadas en el país. En Thala se lanzaron cócteles molotov contra los agentes. Las autoridades ordenaron la clausura indefinida de los colegios e institutos.
Ben Ali lleva 23 años como presidente tunecino. Su mandato se ha caracterizado por emplear el puño de hierro contra la oposición. Tanto An Nahda, la principal fuerza opositora, un partido de tendencia islamista liberaldemócrata, como la izquierda o los activistas de los derechos humanos han sido eliminados de la esfera pública tunecina y condenados a la clandestinidad.
El coste de la harina y del aceite se ha doblado en los últimos meses, hasta alcanzar precios récord, mientras que el kilo de azúcar, que hace poco costaba 70 dinares, unos 0,7 euros, ha llegado hasta los 150 dinares, unos 1,5 euros.
Túnez, el país del norte de África más mimado por Estados Unidos y por la Unión Europea después de Marruecos.