Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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El Partido Comunista de Vietnam afronta los desafíos en la construcción del Socialismo

In Actualidad on 14 enero, 2011 at 11:05

La militancia comunista de Vietnam sigue hoy los debates de su XI Congreso Nacional, estimulada por los crecientes retos de su avance hacia el socialismo y la industrialización. Tal espíritu primó en la pasada sesión plenaria del cónclave que cada cinco años traza las estrategias socio-económicas del país, evalúa su cumplimiento y elige a la dirigencia política.

El miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Nguyen Phu Trong, encabezó los debates, que llamaron a la creatividad en la aplicación de la teoría marxista-leninista.

Ta Ngoc Tan, director de la revista teórica del Partido Comunista de Vietnam (PCV), atribuyó el éxito del proceso de Renovación a la adaptación del pensamiento de Ho Chi Minh a los postulados clásicos. «Los últimos 25 años demostraron que mientras más complicados son los problemas que enfrentamos, más oportunidades encontramos para el proceso«, aseguró el también miembro del Comité Central del PCV.

Huynh Dam, presidente del Frente de la Patria, advirtió que solo la promoción y fortalecimiento de la unidad nacional posibilitarían el exitoso cumplimiento de la Resolución del XI Congreso. Insistió en la necesidad de revisar continuamente los métodos del liderazgo partidista, y proseguir con las consultas democráticas para escuchar los criterios, críticas y sugerencias de las masas.

A su vez, el delegado capitalino Vu Hong Khanh alertó sobre las carencias del actual modelo de desarrollo económico en asuntos claves como la protección medioambiental y el desarrollo sostenible. En tal sentido, la delegación de Ciudad Ho Chi Minh propuso cinco grupos de políticas y soluciones para reestructurar la planificación.

En la sesión, varios miembros del Comité Central disertaron sobre las enseñanzas económicas del pasado decenio y las propuestas para el próximo, así como la proyección en sectores como defensa, medio ambiente y relaciones internacionales.


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Llamamiento del PCPE a la clase obrera y al pueblo, a organizar la lucha de masas frente a la oligarquía

In Actualidad, Comunicado, Laboral on 14 enero, 2011 at 0:01

Comité Central del
Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE)


EL PCPE LLAMA A LA CLASE OBRERA A ORGANIZAR SUS FUERZAS PARA COMBATIR, CON FIRMEZA, LAS POLÍTICAS QUE LOS GOBIERNOS DE LA OLIGARQUÍA REALIZAN EN LA ACTUAL CRISIS CAPITALISTA

Trabajadores, trabajadoras, hoy las políticas desarrolladas por el gobierno socialdemócrata del PSOE solo benefician a la oligarquía y a la patronal. Ninguna de las medidas aprobadas desde el año 2007 –en esta crisis- supone una mejora para las condiciones de vida del pueblo trabajador.

Trabajadores, trabajadoras, tampoco la oposición política parlamentaria tiene una propuesta de económica diferente a la del gobierno actual. Si mañana se diera una alternancia en el gobierno las consecuencias para el pueblo no cambiarían significativamente. Tampoco los gobiernos nacionalistas, ni el reformismo de izquierdas –IU-, se enfrentarán a la dictadura del capital en defensa de la clase obrera.

Trabajadores, trabajadoras, hoy vivimos una crisis profunda del sistema capitalista internacional –también del español-, que es consecuencia del sistema política que permite la apropiación privada de nuestro trabajo. Cuando el alto desarrollo de las capacidades productivas del pueblo trabajador permitiría resolver hoy las necesidades básicas de las grandes mayorías, solo es el sistema capitalista quien impide -con su lógica de acumulación y beneficio privado que esto sea posible. Así, una oligarquía inmensamente rica –Botín, Alierta, Koplowitz, etc.-, y su régimen monárquico-burgués, son los causantes de los problemas que hoy padece el pueblo.

Trabajadores, trabajadoras, en la actual situación aguantar y resignarse no sirve de nada. La ausencia de lucha llevará a la oligarquía, al sector financiero y a la patronal –todos envalentonados ante la falta de respuesta-, a esclavizar más a toda la clase obrera, imponiéndole condiciones de trabajo de mayor explotación, reducción de salarios, eliminación de la negociación colectiva, privatización de toda la riqueza pública (sanidad, pensiones, educación, etc.), horarios abusivos, etc. Estas políticas suponen una especial agresión para la mujer trabajadora y para la juventud, puesto que son dos colectivos con más precariedad, salarios más bajos, más discontinuidad en el empleo, mayor tasa de paro y en una posición subsidiaria en la cadena de explotación; haciéndoles todo ello especialmente vulnerables y con mayor dificultad para acceder a las prestaciones sociales (seguro de paro, pensiones, etc.).

Trabajadores, trabajadoras, el capitalismo no tiene solución para esta crisis. Pero por ello, en su desesperación, será capaz de llevar a la humanidad y al planeta entero a situaciones límites, que ponen en riesgo la misma continuidad de su existencia, ampliando los escenarios de guerra y la creciente destrucción de nuestros recursos básicos.

Trabajadores, trabajadoras, la solución a esta aguda situación histórica está en el cambio de sociedad, en que sean las grandes mayorías las poseedoras del producto de su trabajo, construyendo en el futuro una sociedad socialista-comunista donde la desaparición de la explotación de la clase obrera abra un futuro de libertad y justicia social para toda la humanidad.

Trabajadores, trabajadoras, cuanto antes comencemos la lucha, levantando un amplio y unitario movimiento obrero, con un programa político para las mayorías explotadas y expropiadas, antes nos liberaremos de la barbarie de este sistema -injusto y violento-, de la dictadura del capital.

Trabajadores, trabajadoras, el Partido Comunista de los Pueblos de España llama a levantar la lucha del pueblo trabajador contra la oligarquía, contra el sector financiero y contra la patronal. El Partido os llama a organizar una estrategia de movilización sostenida en defensa de todos nuestros derechos, del patrimonio del pueblo, y frente a las agresiones de la oligarquía. Hoy la Huelga General es nuestra herramienta más poderosa, y debemos utilizarla en todo momento en que el pueblo sufra un nuevo ataque.

Trabajadores, trabajadoras, las movilizaciones de estos últimos meses -5 junio, 29S, 18D, etc.- constituyen el punto de arranque de la necesaria estrategia de movilización sostenida de la clase obrera y del pueblo. Por ello, ante las nuevas medidas que el gobierno está tramitando para su próxima aprobación –reforma de pensiones, liquidación de la negociación colectiva, etc.-, la propuesta del PCPE es la de enfrentar con la máxima determinación todas estas agresiones, haciendo de la huelga general nuestra herramienta más poderosa para unificar a la clase y combatir a los gobiernos de la oligarquía y sus políticas. Celebrar asambleas en los centros de trabajo, en los barrios populares, convocar mítines unitarios, y todo tipo de acción de agitación y propaganda son los recursos que tenemos para hacer avanzar esta estrategia de avance unitario de la clase. ¡Unidad y lucha obrera!

Trabajadores, trabajadoras, solo la lucha decidida del pueblo trabajador nos permitirá derrotar las políticas de los gobiernos de la oligarquía, y abrir un camino de acumulación de fuerzas para, primero, cambiar esas políticas, y luego, ir abriendo camino hacia la consolidación de un bloque obrero y popular, con un programa político propio, que avance con determinación hacia la construcción de la futura sociedad socialista-comunista en la que la clase obrera, emancipándose, liberará a toda la sociedad de la barbarie capitalista.

¡POR LA UNIDAD Y LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

¡CONTRA LA OLIGARQUÍA, LA BANCA Y LA PATRONAL!

¡POR UNA ESTRATEGIA DE MOVILIZACIÓN SOSTENIDA!

¡POR LA HUELGA GENERAL!

¡POR LA REPÚBLICA, POR EL SOCIALISMO Y POR EL COMUNISMO!


Madrid a 9 de enero de 2011


Bienvenidos a 2011: Mal año por los obreros americanos

In Actualidad, Laboral on 14 enero, 2011 at 0:00

Saul Landau

“Lo que es bueno para General Motors es bueno para el país” fue una declaración atribuida al ex director general de GM Charles Wilson, en 1953, durante una audiencia ante el Comité Senatorial de los Servicios Armados. Si él fuera secretario de Defensa, ¿podría tomar una decisión adversa a los intereses de General Motors? Wilson aseguró al Comité que tal situación era inconcebible, “porque durante años he pensado que lo que es bueno para el país es bueno para General Motors y viceversa.” Posteriormente su declaración se redujo.

Pero las palabras resonaron, porque GM contrató a más trabajadores que el gobierno de EE.UU. -solo detrás de los que estaban en las nóminas de las industrias estatales soviéticas. En 1955, General Motors se convirtió en la primera corporación norteamericana en pagar más de mil millones de dólares en impuestos. (Wikipedia.)

Sin embargo, tras la aparente metedura de pata de Wilson, GM tenía su gigantesca base de realidad. Creó muchos millones de puestos de trabajo, no solo en la manufactura directa, embarque y ventas de autos, camiones y otros productos, sino en su estímulo periférico a la goma, el vidrio y todos los otros componentes que se necesitan para fabricar un auto.

En la década de 1950, Estados Unidos era el gigante productivo del mundo. Los bancos hacían préstamos a compañías que luego producían productos. Ese Estados Unidos ha evolucionado hasta convertirse en un centro para exportar empleos y jugarse (al azar) el dinero y no invertirlo en la producción norteamericana.

Los ejecutivos de General Motors podrían asegurar hoy que “lo que es bueno para la compañía es bueno para el país” si se refirieran a China, donde se manufacturan más automóviles que en Estados Unidos. GM gana más ahora con las ventas en el extranjero que lo que gana con las ventas de autos en EE.UU. Un soldador experto de General Electric (GE) en Michigan en la década de 1980 ganaba $35 dólares la hora; su equivalente en México no gana tanto en un día.

El tan cacareado -por Bill Clinton, por ejemplo– “proceso de globalización” estimuló a General Electric, en otra época la compañía que contrató a Ronald Reagan como conductor de TV para representar su “norteamericanismo”. Y ha reducido repetidamente su personal norteamericano. Sin embargo, recientemente ha anunciado planes para contratar a 1 000 trabajadores brasileños para una nueva planta que comenzará allí a un costo de más de $500 mil millones de dólares. GE también tiene planes para invertir $2 mil millones en sus operaciones en China.

El cuartel general de las corporaciones puede permanecer en Estados Unidos, pero las tripas de las viejas compañías –¿se acuerdan de “tan norteamericano como el pastel de manzana y Chevrolet”?- han encontrado nuevos horizontes para la producción y las ventas. Los trabajadores norteamericanos sencillamente son demasiado caros, a pesar de que las corporaciones han reducido constantemente los salarios y beneficios de sus empleados desde 1973.

Cuando estalló la burbuja del crédito junto con la inflada burbuja de la vivienda, las compañías volvieron los ojos a India, China, Brasil e Indonesia, donde la economía estaba creciendo y los salarios aún eran “razonables”. Podían producir y vender sus productos con más facilidad allí y recortar las nóminas norteamericanas más caras. Eso es igual a ganancias -o capitalismo.

Las ganancias de las corporaciones aumentan, lo que significa buenas noticias para la bolsa de valores, y los salarios bajan o se estancan (más productividad por trabajador). Adicionalmente, la gran reserva de desempleo a largo plazo tiende a mantener los salarios bajos. Sin el pleno empleo, el crédito y las ventas de casas no regresarán con fuerza y los pobres no volverán tan fácilmente a sus hábitos de consumo.

Después de una década de depresión en los años 30, la entrada de EE.UU. en la 2da. Guerra Mundial trajo consigo un monstruoso crecimiento del gasto del gobierno, lo cual también se tradujo en un enorme crecimiento del empleo -y un boom económico. A medida que se incrementaron las ganancias en la manufactura, las compañías contrataron a más trabajadores y se expandieron debido a que los asalariados compraron cosas -incluso antes de que a algún genio se le ocurriera desarrollar los centros comerciales.

La ironía de 2011 es que los consumidores de la sociedad de consume no tienen el dinero o el crédito para hacer aquello a los que están condicionados. Aún deben dinero y luchan por pagar el alquiler y la hipoteca, y se preocupan porque no tienen una pensión -y ahora nos enfrentamos al aparentemente incierto futuro de la seguridad social.

Los medios reportan debidamente la condición del Promedio Industrial Dow Jones, aunque la mayoría de los que dicen esas palabras -al igual que los que los escuchan- no comprenden lo que significan. Wall Street se ha recuperado. La GM que necesitó nuestro dinero del rescate fabrican sus productos en otra parte; sus ejecutivos tiemblan al pensar que tuvieron que aceptar dinero del odiado gobierno.

Los inversionistas y corredores celebraron el Año Nuevo pensando que el mercado tendrá un boom en 2011. Las decenas de millones de desempleados, a los que se les ejecutó la hipoteca o los que ya no tenían hogar se fueron temprano a la cama -para escapar del pesimismo que ha descendido sobre la clase media y media baja en gran parte del país. Los precios de su hogar, la base de su futuro, han patinado; su empleo, si aún lo tienen, no está seguro y sus hijos mayores se han mudado otra vez con ellos.

Los republicanos que controlan la Cámara de Representantes tratarán de recortar la Seguridad Social y Medicare -no se atreven a mecaniquear el inútil presupuesto de defensa. Algunos demócratas serán comprados por los compradores usuales. Miembros de ambas cámaras exigirán más recortes a los impuestos -de los cuales se beneficiarán bancos, corporaciones y los asquerosamente ricos-, sobre la base de esto creará empleos –no es así. Los cabildos de las corporaciones energéticas tendrán éxito en impedir los pasos para limitar seriamente las emisiones, y nuestros líderes continuarán hablando del sueño norteamericano, el cual aún estará ahí para los pobres y gran parte de la clase media –cuando estén durmiendo.



La nueva película de Saul Landau es Por favor, que se ponga de pie el verdadero terrorista.