Más de cien mil yemeníes se congregaron desde primera hora de la mañana frente a la Universidad de Saná, la capital del país, para protestar contra el presidente del régimen, Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años. Las medidas que propuso ayer Saleh, que incluían no presentarse a la reelección en 2013 ni reformar la Constitución para perpetuar su mandato, resultaron insuficientes para los manifestantes, que corearon eslóganes contra la corrupción e instaron a la revolución en su día de la ira.
Los manifestantes han rechazado las promesas de Saleh con lemas como «revolución, revolución», «discursos falsos» y «promesas falsificadas». Consideran deficiente el anuncio de que Saleh terminará su mandato en 2013 y piden un cambio de Gobierno. Algunos han bailado a ritmo de tambor y han repetido eslóganes parecidos a los utilizados en las revueltas de Túnez y Egipto. Fuentes del Partido Sosialista del Yemen (comunista) y de otros partidos opositores, unidos en el Foro Común, informan que decenas de miles de manifestantes han organizado concentraciones en distintas provincias del país, como ocurrió el jueves 27 de enero. «Continuaremos nuestra lucha pacífica hasta la caída de este régimen injusto», manifestaron oradores del Foro Común.
Por otra parte, cientos de personas manifestaron también en contra del régimen de Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años, en Adén (sur de Yemen), antes de ser dispersados por la policía con disparos de armas de fuego y gases lacrimógenos. Otras ciudades del sur de Yemen también fueron escenario de manifestaciones contra el poder central y en favor de la independencia, convocadas por el Foro Común.
En la capital, una contramanifestación fue organizada por el partido en el poder, el Congreso Popular General (CPG), en la plaza Al Tahrir (Plaza de la Liberación), donde la oposición había previsto manifestar, obligando a los protestatarios a cambiar el lugar de su reunión.
«Que Dios ayude al pueblo egipcio frente al tirano Hosni Mubarak», repetían en coro los manifestantes, protegidos por un servicio de orden, mientras la policía se mantenía a distancia para impedir todo incidente. «No a un régimen hereditario, no a una prolongación del mandato» del presidente Saleh, clamaban en una banderola los manifestantes de la oposición reunidos en las tres grandes avenidas que llevan a la universidad de Saná.
La plaza Al Tahrir, donde se reúnen habitualmente los contestatarios en Saná, tiene el mismo nombre que la plaza del centro de El Cairo, tranformada desde el miércoles en terreno de enfrentamiento entre opositores y partidarios del presidente Hosni Mubarak. La oposición yemení parece haber preferido evitar la confrontación: en la mañana, sus partidarios recorrieron las calles de la capital a bordo de automóviles, llamando mediante altavoces a sus partidarios a reunirse cerca de la universidad de Saná.
Dijeron que el cambio de sede se debió a que «los hombres del partido gobernante y sus elementos armados tenían previsto celebrar una manifestación en la plaza Al-Tahrir».
Desde la noche del miércoles decenas de hombres armados, que la prensa local identificó como simpatizantes del partido del presidente Saleh, Congreso General del Pueblo, levantaron tiendas de campaña y colocaron retratos del mandatario. La policía por su parte vigilaba este jueves que los manifestantes pro gubernamentales pasaran a la plaza.
Saleh llegó al poder en 1978 y convalidó su mandato en los procesos electorales de 1999 y 2006, claramente manipulados. Con la reforma constitucional que había enviado al Parlamento, pretendía extender su mandato más allá de 2013 y convertirse en presidente vitalicio.