Comité Central del
Partido Comunista Libanés (PCL)
Líbano se encuentra hoy en una grave encrucijada, como resultado de la injerencia flagrante de EEUU en sus asuntos internos, especialmente en relación con el «Tribunal Internacional para el Líbano» (TPL), que se utiliza como una herramienta para fomentar la disensión interna, a fin de socavar la resistencia patriótica libanesa y su papel político en el Líbano. El objetivo de EEUU es dar un nuevo impulso a su proyecto conjunto con el sionismo israelí para un nuevo diseño de Oriente Medio, y una mayor desintegración de los países árabes en facciones religiosas, lo que dejaría a estos países bajo el yugo estadounidense y facilitaría una nueva agresión contra el Líbano, que Israel prepara desde la derrota de su ejército en julio de 2006.
● Con base en este análisis, el Comité Central del Partido Comunista Libanés denuncia la utilización del ex presidente del Consejo, Saad Hariri, dando un manto de legalidad a la intervención de EEUU en los asuntos libaneses a través de sus dictados en el TPL, y advierte sobre los peligros de las posiciones y las declaraciones de algunas fuerzas políticas libanesas pro-estadounidenses que apuestan por el plan de EEUU en la búsqueda de ventajas entre facciones, sin tener en cuenta a la unidad nacional o la la paz. Lo que les importa a ellos es liquidar la resistencia patriótica árabe libanesa.
● El Comité Central advierte del peligro de que el país caiga en un clima de tensión o de guerra civil sectaria, arrastrado por Estados Unidos y las fuerzas políticas libanesas subordinadas a Washington, y llama a todas las fuerzas que quieren preservar la paz, la independencia y la soberanía del Líbano, a sacar lecciones de las amargas experiencias del pasado y dejar a un lado los posicionamientos sectarios confesionales, que siempre han debilitado al Líbano, a su estabilidad nacional y política, y a su seguridad.
● En este sentido, el Comité Central considera que las fuerzas de la «oposición» también son responsables de lo que ha ocurrido en el país bajo el gobierno anterior, mal llamado «de unidad nacional», que tanto daño ha hecho al Líbano, tanto por su composición como al programa que había adoptado. Y llama a la «oposición» a sacar provecho de los errores del pasado cara a la constitución del futuro gobierno, que debe ser capaz de crear un nuevo escenario político, con un programa democrático basado, por una parte, en la complementariedad entre los distintos elementos de la resistencia patriótica y de oposición al proyecto estadounidense-israelí y, en por otra, en el fortalecimiento de la unidad nacional y la paz civil. Además, el Comité Central de la PCL considera necesario abrir un diálogo nacional amplio, distanciado de la representación confesional, como única manera de garantizar la independencia de las decisiones nacionales y la soberanía del país sobre todas las formas de intervención extranjera y de luchar contra la opresión de la política de EEUU a través de su predominio en el «Tribunal Internacional», utilizado como espada de Damocles contra la seguridad del Líbano, y cuyo objetivo no es ni el conocimiento de la verdad sobre el asesinato de Rafik Hariri, ni el triunfo de la justicia.
El Partido Comunista Libanés, desde el año 2005, había solicitado la creación de un tribunal árabe libanés que realmente pudiera desvelar la verdad sobre el asesinato del señor Hariri. Nuestro partido grupo considera la Resolución 1559 de la ONU como una trampa tendida por los Estados Unidos con el fin de internacionalizar la crisis libanesa, y había advirtido contra el contenido de algunos de sus artículos. También hizo un llamamiento para poner en práctica las reformas democráticas contenidas en el Acuerdo de Taif para cambiar el sistema político confesional, es decir, la formación del Comité Nacional para la abolición del sectarismo religioso y la adopción de una ley electoral moderna, democrática y laica, única manera de evitar una nueva guerra civil en el Líbano y de movilizar a todas las fuerzas del país frente a una posible agresión israelí.
● El Comité Central, por último, advierte de las deterioradas condiciones económicas y sociales que tienen graves repercusiones sobre la clase obrera y sus bajos salarios, y hace un llamamiento a todos los comunistas, a las fuerzas de izquierda y democráticas, a todos a los sindicatos, a las organizaciones de autónomos, de jóvenes, de mujeres, y a todos los que conforman la sociedad civil libanesa, para que se unan contra los intentos del régimen político de llevar de nuevo a nuestro pueblo al suicidio a través de guerras civiles y conflictos sectarios, que conllevan el hambre, la pobreza, los impuestos y la emigración masiva. Y les llama a que se preparen para la lucha por el objetivo de la creación de un gobierno democrático nacional con un programa político y social comprometido con la resistencia patriótica, la ciudadanía, la paz civil y las reformas políticas, económicas, sociales, culturales y educativas.
Beirut, 16 de enero de 2011