Más de un millón de egipcios, según las televisiones árabes, se han congregado nuevamente este martes en El Cairo, por decimoquinto día consecutivo, para pedir al presidente del país, Hosni Mubarak, su dimisión inmediata y poner de manifiesto su rechazo a las medidas adoptadas hasta ahora por éste, siguiendo el plan estadounidense de cambiar algo para que nada cambie.
Como ya es habitual desde hace dos semanas, pero con una mayor presencia que en días anteriores, los egipcios han acudido en masa a la plaza Tahrir, algunos de ellos por primera vez desde que comenzaron las protestas, para reclamar la salida definitiva del poder de Mubarak, que gobierna el país desde hace tres décadas. También ha habido protestas en Alejandría, segunda ciudad del país.
De poco parecen haber servido las concesiones hechas hasta ahora por el mandatario, como su decisión de no presentarse a las elecciones presidenciales de septiembre o su promesa de una transición pacífica del poder. Tampoco parece estar surtiendo efecto el diálogo emprendido el domingo por el nuevo vicepresidente y agente de la CIA en la zona, Omar Suleiman, con los grupos de oposición, incluidos los ilegalizados Hermanos Musulmanes.
Hasta la plaza de la Independencia en la capital han llegado también este martes muchas personas por primera vez, algunos de ellos inspirados por la puesta en libertad este lunes del directivo de Google Wael Ghonim, quien es considerado como uno de los promotores de las protestas por haber creado un grupo en Facebook.
«He venido por primera vez hoy porque este gabinete es un fracaso, Mubarak sigue reuniéndose con las mismas caras feas (…). No puede pensar que se ha terminado, es un hombre muy obstinado«, ha señalado Afaf Naged, ex miembro de la junta directiva del Banco Nacional de Egipto.
«También estoy aquí por Wael Ghonim, estaba en lo cierto cuando dijo que el PND (el gobernante Partido Nacional Democrático) está acabado, ya no queda partido, pero no quieren reconocerlo«, subraya la mujer desde la céntrica plaza cairota. El cirujano Amr Fatouh también confiesa que es su primer día. «Creo que la gente continuará y vendrán más personas. En un primer momento, la gente no creía que el régimen caería pero eso está cambiando«, subraya.
El éxito de las manifestaciones en la plaza Tahrir está llevando a otros grupos de ciudadanos y trabajadores a aprovechar para reclamar mejoras en sus condiciones y convocar huelgas, según informa el diario ‘Al Ahram’. En El Cairo, más de 1.500 empleados del servicio de limpieza se manifestaron delante de la sede de la empresa pública reclamando una subida de su sueldo y una comida diaria, además de contratos fijos y la destitución del presidente de la entidad.
En Luxor, uno de los principales destinos turísticos, miles de parados y los trabajadores del sector turístico -que se ha visto muy afectado por los sucesos políticos- se han congregado ante la sede de la Oficina de Empleo para apuntarse y pedir compensaciones y ayuda por parte del Ministerio de Finanzas.
En Suez, a las manifestaciones laborales en algunas empresas se han sumado este martes unos 2.000 jóvenes parados que reclamaban oportunidades para trabajar, mientras que en Mahalla unos 1.500 trabajadores de una empresa han cortado una carretera reclamando el pago de sus salarios, si bien ésta no es la primera vez que se manifiestan.
Por otra parte, más de 2.000 empleados de la farmacéutica Sigma en Quesna se han declarado en huelga para reclamar salarios más altos y beneficios que han estado suspendidos desde hace años, además de reclamar que se despida a los jefes que han maltratado a sus empleados. Mientras, unos 5.000 jóvenes parados se manifestaron durante la mañana delante de la oficina de la gobernación de Asuán, en la que intentaron entrar por la fuerza, reclamando que el gobernador sea destituido.