Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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Ataques israelíes a Gaza causan 17 heridos, incluidos niños

In Actualidad, Represión on 22 marzo, 2011 at 13:53

Al menos 17 palestinos, incluidos niños, resultaron heridos a causa de cinco ataques aéreos de Israel contra Gaza, considerados los más intensos de las últimas semanas, informaron hoy fuentes médicas y de la resistencia. El portavoz de los servicios de emergencia de esta franja costera, Adham Abou Selmiyah, precisó que entre las víctimas se contaron siete mujeres y dos niños, la mayoría con lesiones leves y todos civiles residentes en la localidad norteña de Beit Lahiya y la Ciudad de Gaza.

A su vez, testigos relataron que la aviación sionista realizó el lunes en la noche las cinco incursiones sobre esos territorios con el alegado objetivo de destruir un centro de la policía del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que controla este enclave. Añadieron que otros de los seis lugares atacados fueron una fábrica de ladrillos y una fundición de metales destinados a la construcción en la periferia de esta ciudad capital, los que el mando israelí describió como factorías de armamentos.

Igualmente, los proyectiles disparados por los sionistas impactaron en terrenos del norte supuestamente dedicados a entrenamientos militares por las Brigadas Ezzedine Al-Qassam, brazo armado de Hamas. Un portavoz del Ejército de Tel Aviv agregó que los aviones destruyeron dos túneles que se presume serían utilizados por milicianos islamistas palestinos para realizar ataques bajo la valla fronteriza que separa a Gaza de Israel.

Las autoridades sionistas justificaron las agresiones como una respuesta al lanzamiento de 56 cohetes y obuses de mortero desde el pasado sábado hacia su territorio por parte de grupos de la resistencia palestina en este enclave bloqueado.

Hamas había prometido detener los disparos de proyectiles si Israel dejaba de atacar Gaza, y sus dirigentes explicaron que las acciones desde el sábado fueron la reacción a una agresión sionista la semana anterior que causó la muerte a dos de sus miembros. Sin embargo, el grupo palestino aseguró estar listo para llamar a un fin de la violencia si los gobernantes israelíes hacen lo mismo.

«Si el enemigo detiene la escalada agresiva contra nuestro pueblo, implementaremos el acuerdo nacional palestino«, indicó un comunicado en alusión a una tregua informal anunciada en enero, pero advirtió que de lo contrario «pagará un alto precio, si prosigue sus crímenes«.

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Declaración del Comité Central del PRCC sobre la agresión imperialista contra Libia

In Actualidad, África, Comunicado on 22 marzo, 2011 at 0:03

Comité Central del
Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)

 
 

La agresión militar contra el pueblo de Libia, con la cínica y manida excusa de la  «defensa de los derechos humanos», demuestra una vez más que el imperialismo euronorteamericano no se detiene ante ningún crimen para controlar y poner a su disposición los recursos naturales de los países de África, Asia y América Latina.

Los salvajes bombardeos indiscriminados, causantes como en Irak y Afganistán de innumerables víctimas civiles no combatientes, y la declarada intención de provocar un cambio de régimen político por medio de la acción armada y de la colaboración de mercenarios y de opositores internos aliados del imperialismo y deseosos de servir a intereses extranjeros, desenmascaran a los hipócritas que, hasta hace cuatro días, trataban y hacían sin ningún pudor grandes negocios con los mismos dirigentes a los que hoy condenan y tratan de «dictadores».

Cada pueblo tiene el derecho de elegir, sin interferencias ni presiones externas, su propio camino hacia la libertad y la justicia social, a resolver por sí mismo el problema de su forma de gobierno y a la soberanía y la independencia nacionales.

Por eso condenamos la burda injerencia de las potencias imperialistas en los asuntos internos de Libia y rechazamos las intrigas de los servicios secretos norteamericanos y europeos para manipular en su propio interés la vida de los pueblos y su organización estatal, así como la descarada propaganda de guerra cargada de mentiras y manipulaciones de la prensa capitalista.

¡No a la agresión imperialista a Libia!

¡Fuera las manos del imperialismo de África!

 

Canarias, 21 de marzo de 2010

Crisis en Libia: la resolución pacífica siempre será la mejor salida

In Actualidad, África on 22 marzo, 2011 at 0:02

Editorial de
Diario del Pueblo


El 19 de marzo, una fuerza multinacional, que incluyó a Francia, el Reino Unido y a Estados Unidos atacó Libia, donde su metralla no sólo impactó sobre blancos militares, sino que además dejó víctimas civiles. De acuerdo con los principios de la Carta de la ONU, así como las pautas que rigen la moral y el derecho internacionales, a la opinión pública le sobran razones para expresar pesar por los ataques contra Libia, una nación soberana.

La comunidad internacional ha estado intentando impulsar las negociaciones y diálogo entre el Gobierno libio y la oposición, con vistas a restaurar la estabilidad social y la orden normal del país. A finales del mes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 1970, que impuso sanciones terminantes a Libia.

China, como miembro permanente del Consejo y su presidente rotativo este mes, ha desempeñado un papel activo y constructivo apoyando al Consejo en la toma de acciones apropiadas y necesarias para estabilizar la situación en Libia y detener a la brevedad la violencia contra civiles.

Cuando se declaró la Zona de Exclusión Aérea, a propuesta de varios países, China, tomando en consideración las preocupación de los países árabes y de la Unión Africana UA, no bloqueó la resolución 1973, absteniéndose junto con Rusia y otros países, aunque mantenía serias reservas sobre la resolución.

Sobre el tema de Libia, China insistió en principios constantes y mostró de nuevo la imagen de un país responsable. Lo que China hizo deberá pasar la prueba del tiempo.

Después de las guerras de Afganistán y de Irak, los ataques contra Libia constituyen la tercera ocasión en este siglo en que un número de países aplican la fuerza contra un estado soberano. Es preciso admitir que las tentativas de resolver la crisis por medios militares afectan la Carta de la ONU y las normas que rigen las relaciones internacionales.

La mediación internacional para el tema libio no ha acabado. Los comités especiales de la UA han expresado claramente su oposición a cualquier forma de intervención militar extranjera, así como su perenne compromiso en encontrar una “solución africana.”

Bajo ninguna circunstancia debemos renunciar al uso de medios pacíficos para resolver la crisis, en lo que constituye una deuda con el pueblo libio y con el resto del mundo.

Marruecos: el movimiento del 20 de Febrero y sus perspectivas

In Actualidad, África on 22 marzo, 2011 at 0:01

Abdelkrim El Wassouli
de Vía Democrática

 
 

El mundo árabe ha inaugurado un nuevo ciclo en su historia bajo el lema de la libertad y la dignidad. Los pueblos tunecino y egipcio están sorprendiendo a los analistas y el mundo por su determinación para iniciar un proceso que conduzca a un cambio radical hacia una democracia real. Se trata de una verdadera onda de choque que inicialmente actuó como un catalizador para la acción en otros países árabes y que también ha obligado a los países occidentales a cambiar sus planteamientos, en particular con relación al «peligro verde» erigido como espantapájaros para justificar el apoyo a los dictadores árabes despreciando todos los valores universales de los derechos humanos. Esta onda de choque es muy profunda, ya que ha conseguido llevar las aspiraciones de los pueblos al terreno de lo posible y dar rienda suelta a la acción. También ha provocado que el pueblo se apropie de la política y haya puesto en cuestión las estructuras políticas.

Esta ola de la liberación está a punto de llegar a la mayoría de los países árabes y en distintos grados. El caso de Libia y de Yemen están prácticamente en marcha; en el Magreb la dinámica se desarrolla en Marruecos y en Mauritania. El pueblo argelino se encuentra atrapado entre la dictadura de los generales y la sangría de más de una década de guerra contra los grupos yihadistas.

Por el contrario, los regímenes árabes no parecen comprender la irreversibilidad de estos movimientos y la profunda aspiración de los pueblos a hacerse cargo de su propio destino. Se dedicaron a poner en marcha medidas antisociales. Se apresuraron a limitar las aspiraciones profundas de los pueblos a la dignidad, a la libertad y a la democracia a simples movimientos de contestación social. Se olvidaron de algo que anima a los seres humanos y que se llama libertad.

Por su parte, los partidos políticos tradicionales, que están notoriamente asociados a estos poderes, están avergonzados y enredados en contradicciones de las que no saben cómo salir. Saben más que nunca que el reto existencial para ellos tiene que ver menos con sus representantes que con el haber considerado siempre a sus militantes como «ovejas» movilizables en las elecciones.

La juventud del mundo árabe y los cambios que se han producido en Egipto y en Túnez, han mostrado al mundo entero una gran madurez, una capacidad de análisis extraordinaria y una conducta civilizada irreprochable. Estas cualidades han paralizado los poderes del mundo y, por lo tanto, han constituido una protección sin precedentes. No se trata de aceptar cualquier tutela de esas élites corruptas, algunas de determinados partidos políticos cuyos representantes sólo están interesados en los puestos.

Lo que está ocurriendo ante nuestros ojos es el proceso de invención de una nueva forma de democracia en la que los poderes están controlados permanentemente por los pueblos. Ciertamente, esto sigue estando en forma embrionaria, pero creemos que va a desarrollar sus mecanismos y sus formas a partir de las experiencias sobre la marcha.

Marruecos no se aleja de esta dinámica, tanto por parte de los jóvenes y del pueblo en general, como del lado del poder y determinados partidos políticos cuya suerte, por lo menos en sus formas actuales, está vinculada al poder.

En efecto, el movimiento del 20 de febrero tiene como reivindicaciones principales la libertad, la dignidad y la democracia. Pero cuando miramos más de cerca las consignas, se puede detectar una visión política completa. Dicen no a la corrupción, exigen el enjuiciamiento de personas implicadas en crímenes políticos (violaciones graves de los derechos humanos) y en delitos económicos, exigen el desmantelamiento de los servicios paralelos, se proclaman ciudadanos y no ganado, exigen la soberanía popular consagrada en una constitución democrática en sus mecanismos de elaboración y en su contenido; y finalmente reclaman la justicia social y la distribución de la riqueza. Todo esto no es ni más ni menos que el desmantelamiento del sistema del MAJZÉN [el poder de la corte monárquica].

La calidad de los debates y de la organización muestra un alto nivel de madurez y de conciencia política. Los mecanismo del poder han tratado sin éxito de desnaturalizar y desacreditar sus reivindicaciones y la represión tampoco ha conseguido pararlas; lo que es prueba de una gran determinación y una gran madurez.

Este movimiento ya ha comenzado a producir algunos efectos. El primer de esos efectos es desenmascarar a determinadas élites corruptas que nos tenían acostumbrados al doble lenguaje. Estas élites atestiguan la legitimidad de las reivindicaciones del movimiento del 20 de febrero al tiempo que se aseguran de la adopción de determinadas medidas tomadas por el gobierno para contener este movimiento. El otro efecto es que, de forma vergonzosa, las direcciones de algunos partidos políticos, bajo la presión de sus propios militantes y la legitimidad de las reivindicaciones del movimiento del 20 de febrero, se han visto obligadas a tomar posiciones más claras y desmarcarse de esta posición de equilibrista dictada por sus relaciones con el poder.

Por su parte, el poder está tratando de recuperar el control a través de ciertas iniciativas. En este sentido, tomamos nota de que, hasta la fecha, no hemos escuchado ninguna declaración oficial sobre de lo que pasa en el mundo árabe, ni con respecto a la propuesta del movimiento 20 de febrero y sus reivindicaciones, ni un análisis completo de este contexto y su impacto en Marruecos. Creemos que esto es revelador en sí mismo.

De hecho, la corona se relaciona de una manera sistémica y orgánica con el sistema Majzen. La ecuación que se plantea por el movimiento del 20 de febrero es si esta institución es capaz de saber cómo romper este vínculo y si es capaz de resolver esta ecuación. La respuesta la tiene la institución real.

Sin embargo, la ausencia de acciones fuertes y significativas puede constituir una respuesta. En efecto, la corona, tras haber nombrado un nuevo gobierno, podría haber respondido positivamente a varias reivindicaciones en este sentido:

– Solución justa y equitativa de los casos de violaciones graves de los derechos humanos

– La divulgación de la suerte de todos los desaparecidos

– La eliminación de los puestos de responsabilidad de todos los responsables de graves violaciones de derechos humanos, y llevarlos ante la justicia

– La ratificación de todas las convenciones de derechos humanos y, especialmente, la Corte Penal Internacional

– La constitución de una comisión de investigación sobre delitos económicos y corrupción, y llevar a las personas involucradas en estas atrocidades ante la justicia

– La disolución de los servicios implicados en graves violaciones de los derechos humanos y la reestructuración de los servicios de seguridad para que estén al servicio del pueblo y no del sistema

– Etc.

En cambio, observamos:

– La cuestión de violaciones de derechos humanos sigue sin resolverse, los desaparecidos siguen desaparecidos (ZEROUAL, MANOUZI, SALEM, ISLAMI, EL OUASSOULI, ROUISSI y muchos otros)

– Los criminales están todavía en puestos de responsabilidad

– El sistema sigue siendo corrupto

– La justicia sigue siendo el brazo armado del sistema

– Las elecciones siguen estando manipuladas

– Leyes injustas, las relativas a partidos políticos, antiterrorismo, código del trabajo

– Un gobierno sin poder y un parlamento para poner el cuño

– Los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres

– El monopolio de la riqueza por determinadas familias

– Sectores vitales como la educación y la salud cada vez más perjudicados

– Etc.

Parece que la ecuación de la relación entre la corona y el Majzén es bien difícil de resolver o es imposible de resolver. Las medidas anunciadas recientemente por el poder son la confirmación y la concreción de esto.

El sistema Majzén es una superestructura en sí mismo y es capaz de absorber cualquier reforma institucional sin que afecte a su esencia. El movimiento del 20 de febrero no se equivoca cuando afirma que este sistema ha hecho de la corrupción y del saqueo sus principales mecanismos.

También parece que el camino emprendido es el de una constitución otorgada, que ya es el caso de la constitución vigente y que no ha impedido llegar a la situación actual. La reivindicación de una constitución democrática tanto en su elaboración como en su contenido es la única garantía para romper con un sistema tentacular como el Majzén. Debido a que este sistema, como hemos dicho, es una superestructura en sí mismo y no depende de las instituciones.

Además, el poder ha creado un Consejo Nacional de Derechos Humanos a la vez que asistimos a la represión de los manifestantes, las palizas a los militantes, y los ataques contra muchos de ellos. No hemos oído ni al secretario general o el presidente del Consejo levantarse para hacer valer el derecho del pueblo a protestar pacíficamente. No hemos oído hablar sobre el caso de violaciones graves, incluida la cuestión de los desaparecidos, cuya suerte sigue siendo desconocida; consideran que el caso está cerrado, lo que las familias no aceptarán jamás. Una vez más, sigue dentro de lo formal y de la cosmética.

En suma, el movimiento el 20 de febrero ha desencadenado una dinámica por un cambio realmente democrático que rompa con el Majzén. Las fuerzas vivas de la nación deben hacer un análisis serio de la situación y elaborar una estrategia global que pueda llevar a la satisfacción de la aspiración de nuestro pueblo a la Dignidad, la Libertad y la Democracia. Las relaciones del Majzén y las élites corruptas van a continuar pervirtiendo y desnaturalizando el movimiento del 20 de febrero, pero confiamos en la capacidad de este movimiento para estar vigilante y no caer en las trampas de la división o de la violencia.


Francia, 10 de marzo de 2011

La Bolivalogía (VIII)

In Cultura, Historia, Opinión on 22 marzo, 2011 at 0:00

Víctor J. Rodríguez Calderón


A través de los tiempos, la libertad, la justicia y la igualdad va tomando conciencia, nuestros aborígenes han dejado el camino, las lecciones de ese enorme problema que plantó el imperio con su conquista, ellos fueron el inicio a la extrapolación, hacia lo que fue visto como una naturalidad por ese mismo imperio que solo vino con la intención de explotar, robar, saquear, pillar y esclavizar, para ellos a quienes encontraron en estas regiones, no existían y así continuaron, hasta que nuevamente las conciencias que amaban la libertad comenzaron a despertar en aquellos grupos sociales del momento colonial.

Nuevamente el hombre ve sus necesidades, necesita patria, no tienen lo que es de ellos y el imperio se los ha arrebatado, y si no despiertan, corren el mismo riesgo de los aborígenes: Extinción.

En sus documentos hablan de la socialización de la sociedad, la multiplicación de las comunicaciones y de los intercambios, generalización de la mercancía y formulan un nuevo ideal radical que el imperio vio como algo utópico. Así se va desarrollando la bolivalogía.

CONGRESO DE 1811 Y FIRMA DEL ACTA DE LA INDEPENDENCIA

La verdadera batalla entre partidarios y enemigos de la Independencia se libra en el Congreso que se instala el 2 de Marzo de 1811 con diputados de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita y Mérida a los cuales se suman en breve las representaciones de Barcelona y Trujillo. El Generalísimo Francisco de Miranda, a última hora obtiene una curul por la provincia de Barcelona. Las sesiones comenzaron dentro de un ambiente caldeado por el choque de las pasiones políticas, porque privados los partidarios de Fernando VII de sus mejores argumentos, en virtud de la actitud asumida por la Regencia, que al conocer la constitución de la Junta de Gobierno de Caracas, declaró en estado de rebeldía a Venezuela, se inició el debate con el pronostico que el país se precipitaría a la disolución social si se declaraba inmediatamente la independencia.

El joven Bolívar ha comenzado a nacer como revolucionario radical, y precisamente es en este congreso, cuando entra en una profunda preocupación porque ve que el éxito alcanzado por los argumentos enemigos desde un principio están convenciendo; Bolívar, se dispone a trabajar, el sabe que solo una poderosa presión de la opinión publica, bullanguera y deliberante que asistía a las sesiones de la Sociedad Patriótica, podía romper el peligroso equilibrio de fuerza formado en el Congreso, en cuya desesperante estabilidad se hallaba a punto de naufragar, según su análisis, el movimiento en pro de la emancipación venezolana.

La noche del 3 de Julio se presentó a la Sociedad Patriótica, molesto y contrariado por los incidentes de la sesión de esa tarde en el Congreso, en la cual no se pudo llegar a ninguna solución favorable y en cambio si se habían formulado acerbas criticas a la Sociedad Patriótica, acusándola de aspirar a convertirse abusivamente en segundo Congreso.

Embriagado ya por su conciencia revolucionaria, se puso en pie en medio de la masa que caracterizaba esa noche el debate de la Sociedad y con voz firme demandó la palabra. Bolívar contaba entonces 28 años; en su rostro se habían hecho mas definidas las líneas afirmativas que indicaban la tendencia de su carácter; sus ojos negros y profundos tenían una lumbre difícil de resistir, sobre su frente ya comenzaban a marcarse las líneas que después lo atravesarían de surcos profundos, se levanta rebelde su cabello negro y se escucha su palabra: “No es que haya dos congresos. –Todos quedan en silencio, se apagan los murmullos y el orador continua- ¿Cómo fomentarán el cisma los que mas conocen la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad. Unirnos para reposar y dormir en los brazos de la apatía, ayer fue mengua, hoy es traición”.

Estas frases, en las que se mezclaban el acento convincente con la llama de la pasión de los principios de la rebeldía, lograron atraer la atención de la masa allí presente hacia Bolívar, a quien en ese recinto se le escuchaba siempre con gusto, porque dominaba con inteligencia las pasiones populares, sabia llegar al pueblo, entenderlo, hablarle en su idioma. “Se discute en el Congreso Nacional –continuó- lo que debiera estar decidido. Y ¿Qué dicen? Que debemos comenzar por una Confederación. ¡Como si todos no estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera! ¿Qué debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos, o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! ¿Trescientos años de calma no bastan? ¿Se requieren otros trescientos todavía?

Una clamorosa ovación fue la respuesta a estas interrogaciones lanzadas en aquel recinto en cuya atmosfera, cargada de electricidad, se estaba engendrando las fuerzas desencadenadas de la bolivalogía, tormenta revolucionaria científica y social. Bolívar sintió que aquella masa estaba convencida de la necesidad de la revolución, sin vacilar, se adelantó a proponer una decisión que tendría importancia superior a la que él mismo imaginaba: “La Sociedad Patriótica respeta como debe –dijo fijando posición- al Congreso Nacional; pero el Congreso Nacional debe oír a la Sociedad Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es sucumbir. Propongo que una comisión del seno de este cuerpo lleve al soberano Congreso estos sentimientos”.

Esta propuesta fue acogida con entusiasmo y la Sociedad Patriótica acordó remitir al Congreso una posición en tal sentido. Entregada ésta, el 4 de Julio, después de encendido debate sobre las facultades de sus miembros para realizar la “declaración de independencia”, la cual se efectuó y se firmo el 5 de Julio de 1811 Acta famosa, redactada por Juan Germán Roscio y Francisco Isnardi.

Cuando en los debates del Congreso la tesis de la independencia estaba próxima a su triunfo, Roscio formuló esta profunda observación: “Podría dudarse por los políticos –dijo- si Venezuela tiene la estatura necesaria y la fuerzas suficientes para el rango que va a ocupar; pues, aun cuando en Europa hay soberanías de menos población y extensión que la nuestra, creo que no debe ser el mismo calculo estadístico con respecto a América”. Miranda pidió la palabra y combatió firmemente esta duda, afirmando que los Estados Unidos tenían menos de tres millones de habitantes cuando se declararon independientes y sin embargo la libertad les había conducido, con paso acelerado, por la senda del progreso. Este criterio los animo y de ahí que promulgada la independencia, todos se prepararan a asistir al crecimiento, de un estado fuerte y poderoso como los Estados Unidos de Norteamérica.

Pero una serie de acontecimientos no demoraron en dejar en el ánimo de las más perspicaces conciencias, profundas dudas sobre sus precipitadas ilusiones. No bien se comenzó en el Congreso la discusión de la Constitución Política para el nuevo Estado, el cuerpo social que durante 300 años había formado una unidad con el nombre de Capitanía General de Venezuela, empezó a dispersarse; cada una de las ciudades importantes se empeño en construir un estado independiente y los antiguos odios o rivalidades que existían entre esas ciudades y Caracas se levantaron con terrible violencia, demandando imperativamente una carta federal que diera a cada una de las ciudades y provincias principales total independencia y soberanía.

Nada pudo contener la tendencia federalista. Miranda en el Congreso y Bolívar en la Sociedad Patriótica realizaron inútiles esfuerzos por combatirla, pero los males futuros por ellos profetizados no alcanzaron a contrarrestar las esperanzas de inmediatas ganancias que la federación permitía esperar a quienes estaban en posibilidad de usufructuarlas.

El calificativo de “Caraqueño” se le lanzó muchas veces a Bolívar como insulto y a Miranda se le denominó “extranjero” y hasta se llegó a acusarlo de estar vendido a Inglaterra. El 21 de Diciembre de 1811, el Congreso sancionó una constitución según la cual, “cada provincia –como diría Bolívar– se gobernaba independientemente y a ejemplo de esta, cada una pretendía iguales facultades alegando la practica de aquellas y la teoría de que todos los hombres y todos los pueblos gozan de la prerrogativa de instituir a su antojo el gobierno que les acomode”.

(…Continuará)


La Bolivalogía (VII)

La Bolivalogía (VI)

La Bolivalogía (V)

La Bolivalogía (IV)

La Bolivalogía (III)

La Bolivalogía (II)

La Bolivalogía (I)


(*) El venezolano Víctor Rodríguez Calderón es politólogo, periodista, escritor, poeta, director de empresas y experto en Planeación de Organizaciones. Recomendamos su blog El Victoriano.