Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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Comienza del Congreso del PCC: Actualización del socialismo cubano en tres tiempos

In Actualidad on 16 abril, 2011 at 10:25

Hugo Moldiz Mercado


Cuba continúa este 16 de abril, con la celebración del VI Congreso del Partido Comunista, un proceso de actualización de su socialismo en las condiciones, internas y externas, del siglo XXI y cuyos resultados, sobre todo prácticos, esperan el conjunto de la sociedad cubana y los pueblos que en América Latina libran hoy, en distintos grados y niveles, batallas por la emancipación.

En todo el proceso, más allá de su asistencia física al Congreso y la Conferencia- está presente la fuerza política y moral de Fidel Castro, quien en los últimos meses ha dejado de ocuparse públicamente en sus habituales reflexiones sobre la problemática interna, para concentrar su esfuerzo en las graves amenazas que acechan al mundo por el carácter irracional del imperio.

Alejados de una mirada de corto plazo, quizá apuntar que el proceso de actualización del sistema cubano se está desarrollando en tres tiempos y en un contexto internacional complejo en la que se advierte una abierta polarización entre el esfuerzo de varios pueblos y gobiernos del mundo, particularmente en América Latina, de encontrar los caminos para construir un centro de convergencia de los múltiples proyectos emancipatorios y una contraofensiva política y militar imperial que amenaza, con la OTAN como instrumento, de intervenir cualquier lugar del planeta y por el motivo que sea. A todo eso habrá que sumar el peligro que corren todas las formas de vida en el planeta por los desequilibrios producidos por el desarrollo incontrolable del capitalismo y su sed de lucro.

Una primera etapa se ha cumplido entre noviembre y febrero con la discusión en seminarios y talleres de “Los lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”. Un amplio debate se ha producido en todos los sectores y se estima que no menos de 3 millones de hombres y mujeres, en reuniones de cerca de 100 personas, han participado activamente en el conocimiento y discusión del documento, cuyas recomendaciones y propuestas se encuentran siendo sistematizadas en las últimas semanas para su tratamiento en el Congreso.

El 16 de abril, con la inauguración del Congreso del PCC -donde participarán unos 1.000 delegados elegidos en reuniones y asambleas- arranca la segunda etapa. Como no se lo hizo hasta ahora, las sesiones del congreso serán dedicadas exclusivamente al análisis y aprobación de las medidas económicas y sociales -de las cuales algunas ya se están poniendo en marcha-, para corregir problemas estructurales como la baja productividad, la desvalorización del papel del trabajo y el salario, así como el burocratismo.

Las medidas están orientadas a encontrar el camino, desde una perspectiva no neoliberal, de una nueva forma de articulación del carácter estatal de la economía -que seguirá siendo la principal, aunque con tendencia a la descentralización- con otras formas “no estatales” de organización de la producción como las cooperativas (ya vigentes en el área rural), otras iniciativas asociativas y el trabajo por cuenta propia.

El Estado, como ha ocurrido desde el principio de la revolución, seguirá jugando un papel central en garantizar los niveles de igualación social (lo que no implica igualitarismo como ha subrayado varias veces Raúl Castro) conquistados en más de medio siglo. Eso implica, según el diseño, retirar progresivamente la libreta (un primer nivel de acceso a alimentos básicos de la canasta que llega a todos) para luego pasar de subvencionar los productos a subvencionar a los ciudadanos de carne y hueso, con nombre y apellido (dado que hay segmentos que ya no lo necesitan). Nadie estará desprotegido, se ha asegurado.

El objetivo central de todos las medidas, según se puede inferir, es construir las bases materiales de la revolución -lo que ha enfrentado obstáculos permanentes por el bloqueo económico estadounidense, la baja disponibilidad de recursos naturales e importantes grados de ineficiencia y corrupción-, que hagan posible mantener y elevar la calidad de la educación, la salud y otros servicios que le dan a los hombres y mujeres de ese país, en esos campos, niveles que incluso no se ven en países del capitalismo central.

La tercera etapa de este proceso, necesario y urgente para que el socialismo no se hunda, como ha sostenido Raúl Castro, se llevará a cabo alrededor de agosto o septiembre de este mismo año para aprobar medidas de perfeccionamiento de la democracia socialista, lo cual implica un ajuste al funcionamiento del PCC -que continuará desempeñando el papel de dirección política e ideológica del Estado y la sociedad-, un separación de roles del Partido y el aparato estatal y la activación de nuevas formas de participación social.

Tanto el Congreso como la conferencia se convierten en verdaderas pruebas para la renovación en los diferentes niveles de la conducción partidaria y estatal ya que, como lo dijera el actual presidente cubano, es probablemente la última participación de la “generación histórica” que hizo posible el derrocamiento de la dictadura militar y la derrota del plan imperial de revertir la revolución en Girón en 1961, así como construyó la primera sociedad socialista en América Latina.

La ruta seguida por el PCC está siendo observada de cerca por todo el mundo. Unos, con la expectativa de realimentar esperanzas en un momento en que el capitalismo se presenta como la única “verdad universal” y otros a la espera de que las medidas adoptadas orienten a ese país hacia un horizonte capitalista. Lo primero está en la cotidianidad de los pueblos de América Latina, sobre todo de los que protagonizan cambios más radicales. Este es el caso de las configuraciones estatales y sociales de Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua, así como del conjunto de los países miembros del ALBA. Esto se explica, haciendo una mirada objetiva, el ejemplo y la referencia que Cuba representa, desde enero de 1959, para otros estados y pueblos del mundo.

De los peligros que se enfrentan está conciente la dirección y el pueblo cubano que, advirtiendo sobre el desafío que significará la implementación de las medidas adoptada en el Congreso el presidente cubano sostuvo el 18 de diciembre pasado: “Si queremos salvar la Revolución hay que cumplir lo que acordemos, y no permitir después del Congreso -como ha sido hasta ahora en muchos casos muy elocuentes- que los documentos vayan a dormir el sueño eterno de las gavetas, como se estuvo explicando en estos días de discusiones, fructíferas, democráticas y verdaderamente profundas. Así es como queremos que el pueblo continúe discutiendo esos lineamientos, cerca de 100 días hay para eso. O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos, como dijimos con anterioridad, el esfuerzo de generaciones enteras, desde el indio Hatuey, que vino de lo que hoy es la República Dominicana y Haití -el primer internacionalista en nuestro país-, hasta Fidel, que nos ha conducido genialmente por estas situaciones tan complicadas desde el triunfo de la Revolución”.

Lo segundo, que se esté marchando en una dirección capitalista, ha sido varias veces negado por Raúl Castro, cuando el 1 de agosto de 2009 en la Asamblea Nacional de Poder Popular sostuvo: “A mí no me eligieron Presidente para restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la Revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo”.


[Fuente: Cubadebate]




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Kosovo: Crimen sin castigo

In Actualidad on 16 abril, 2011 at 0:01

Elsa Claro


Las primeras pruebas periciales obtenidas en la comarca albanesa Fushë Kruja, cercana al aeropuerto de Tirana, fueron misteriosamente eliminadas hace años. Pese a ello, hay testimonios, obtenidos por investigadores de varias nacionalidades, que usando modernas técnicas forenses lograron obtener huellas de sangre sobre paredes luego pintadas y ocuparon material clínico y anestésicos en una casa de la localidad. Rastros, en definitiva, de que allí fueron ultimados prisioneros serbios a quienes sacaron sus órganos para venderlos en lo que fue un lucrativo y horroroso negocio, a cargo del Ejército de Liberación de Kosovo con cierta connivencia de algunas autoridades del país sede. Es de lamentar que la indagación se frenara y su resultado no fuera tenido en cuenta entonces.

Según Carla del Ponte, la primera fiscal que tuvo el Tribunal especial sobre Yugoslavia, ella recibió esos datos, pero no estaba al alcance del órgano que dirigía, comprometerse en investigaciones sobre el tema, pese a las denuncias realizadas por familiares de las víctimas.

Según afirma en el libro que publicó hace unos 3 años, el jefe de la misión de la ONU, Bernard Kouchner, así como al general francés Valentin, entonces comandante en jefe de la Fuerza de Kosovo (KFOR), la apremiaron a que no indagara nada sobre el comprometedor expediente que involucraba a quines fueron aupados a cargos y reconocimiento inmerecidos.

Quizás para guardarse las espaldas ella afirma en esas memorias: “Estoy segura de que los responsables de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo e incluso de la KFOR temen por su vida y por la vida de los miembros de sus misiones”. Tales consideraciones, como quiera se miren, indican que no desconocía cuán peligrosos eran los encartados si podían lesionar a las tropas internacionales.

EL INFORME DICK MARTY

Debe quedar claro que este diputado y juez suizo no es un hombre de izquierda ni anti norteamericano. Pertenece al Partido Radical, una formación política conservadora de su nación, pero a juzgar por su actuaciones en otro encargo que le diera la Consejo de Europa, mediante el cual puso al descubierto, de forma abundante y documentada, la existencia de cárceles secretas en territorio del viejo continente, donde se torturaba a personas secuestradas, y la valentía empeñada en sostener el resultado de sus indagaciones, lo califica como persona honesta.

Las pruebas están ahí, sólo hay que ir a buscarlas”, dijo al presentar su informe sobre el tráfico de órganos en Kosovo. Una pesquisa anterior fue realizada por la Fiscalía serbia para Crímenes de Guerra, en el 2003. Entre diferentes elementos figuran los testimonios de ocho ex guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) participantes en el transporte, enterramiento y hasta el traslado mismo de órganos extraídos de prisioneros recién asesinados, al aeropuerto de Tirana, rumbo a Estambul. Esos datos fueron verificados por Marty, quien los adiciona a su dossier.

El rastreo sobre el terreno, a pesar del miedo de muchos a dar alegato, permitió completar los macabros sucesos que estuvieron ocurriendo desde finales de los años 90 y hasta después de que la OTAN o la ONU dispusieran su personal en el enclave. Según el resultado, eran raptados de preferencia serbo-kosovares, pero también gitanos y otras minorías, incluyendo a algunos albano-kosovares que no estaban de acuerdo con el ELK y sus métodos. El total oscila entre más de 100 y hasta 500 víctimas.

Algunas deposiciones de partícipes, dan escalofríos, porque aluden a que antes de establecer esta empresa comercial se les permitía atropellar a los prisioneros, romperles brazos y piernas, abusar de ellos. Después les dieron orden de tratarlos bien y alimentarlos mejor. Eran sometidos a estudios médicos y llegada la hora de una solicitud, que lo mismo podía provenir de Canadá que de Israel, el candidato era ultimado y se le extraían los órganos para trasladarlos incluso en vuelos aéreos regulares.

Es de notar que Serbia pidió que un tribunal independiente se ocupara del caso, pero Estados Unidos usó su veto en el Consejo de Seguridad, negándose a que se removiera la cuestión. De no haber sido promovido por los euro-diputados, bajo presión de las autoridades serbias y de allegados a las desaparecidos, sería uno entre tantos sumarios pendientes que no se cansa de abrir el imperio.

Tras 2 años de trabajo, Marty concluyó que el actual primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, era el “jefe de una red criminal involucrada en el tráfico de armas, drogas y órganos humanos”. Ese tráfico de órganos fue organizado por el “grupo de Drenica”, como llamaron a un clan del ELK dirigido por Hashim Thaci, y su asesor en materia de salud Shaip Muja.

El 21 de diciembre pasado el rotativo serbio Politika, publicó declaraciones del capitán canadiense Stu Kellock, quien se había desempeñado como jefe del Departamento de Policía de la MINUK y quien dijo a ese diario: “No puedo afirmar que Kouchner conocía el tráfico de órganos, pero es imposible que no haya tenido información sobre el crimen organizado en Kosovo” pues entre las tareas principales de las misiones que nos asignaron, estuvo o está la lucha contra el crimen organizado. A todas luces sin el menor éxito.

¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

Por estos días se anunciaba con escasa prosopopeya el nombramiento de una mujer, Atifete Jahjaga, vicejefa de la policía, como presidenta de Kosovo. Con eso concluía una batalla interna que se iniciara con denuncias de fraude tras los comicios parlamentarios recientes. Es de notar que en las deliberaciones a coto cerrado para la designación, estuvieran el embajador norteamericano en Prístina, Christopher Dell y el emisario de la UE, Peter Feit, ambos activos participantes en esas negociaciones. Como jefe del gabinete kosovar continúa Hashim Tachi.

Cuando el encartado participó de los comicios de Kosovo en noviembre del 2007, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos aún lo tenía clasificado como terrorista (UMD Terrorist Organization Member Profile: Hashim Thaci) y desde mucho antes, publicaciones norteamericanas habían aludido a la participación de este individuo en altas capas de la mafia albanesa, que desde finales de los años 90 empleó los réditos del narcotráfico en Europa para financiar al ELK, grupo paramilitar elevado a categoría de movimiento de resistencia , por William Clinton.

Más recientemente, e incluso antes de las denuncias que en Diciembre del 2010 expusiera en todo detalle el investigador Dick Marty, los servicios de inteligencia alemanes elaboraron un texto acusando a Thachi, y otras prominentes figuras albano-kosovares de vínculos, anteriores y actuales, con el crimen organizado del enclave autoproclamado independiente y nexos similares con las mafias checa y albanesa.

Pero la historia de Thaci y sus relaciones con Estados Unidos no comenzó a inicios de enero del 2008 cuando asumió el cargo de primer ministro. Aunque eran otras las figuras opositoras a Milosevich por aquella época, Thaci fue presentado por Washington como principal interlocutor en las negociaciones de Rambouillet, Francia, aunque el nacionalista albanés registrado hasta entonces fue Ibahim Rugosa. Eso ocurre en 1999, poco antes de darle inicio a los sabidos bombardeos sobre la ya troceada pero todavía República de Yugoslavia.

La intervención del gobierno estadounidense en los asuntos serbios, seguido por los europeos, se basó -como fue comprobado más tarde- en una reiterada maña: manipulación de datos y cifras, en esta oportunidad, partiendo de una hipotética limpieza étnica a cargo del ejército federal. No es lo mismo, pero se parece, al argumento usado para bombardear Libia.

Al término de los golpes aéreos sobre infraestructura y objetivos civiles, Kosovo queda en manos extranjeras. Permitieron que Rugova, ascendiera, solo de momento, como controvertida representación, subordinada a las tropas ocupantes. Rugova muere (algunos dicen que fue asesinado, junto con algunos de sus cercanos) y se realizan otros movimientos políticos hasta que Thaci obtiene el poder.

Los dirigentes de la Unión Europea le habían advertido que no proclamara la soberanía de la provincia serbia sin previa consulta con ellos, pero apenas un mes después de asumir un mandato logrado con apenas el 32% de los votos ciudadanos, el 17 de febrero de 2008, anuncia la secesión.

Todavía se discute la legitimidad de ese acto que, pese a los reclamos de Belgrado, concluyeron con la santificación del hecho por la corte de la Haya, para una separación con apoyo, como todo lo demás, de EE. UU. pero que no aceptaron todos los países.

No es fácil explicar que Thaci se mantenga en el cargo cuando Eulex (Misión Europea de Policía y de Justicia en Kosovo) detuvo a ocho albaneses ahora en abril, todos viejos miembros del ELK, entre ellos varios altos funcionarios, bajo sospecha de cometer crímenes de guerra. Ya se sabrá si como consecuencia del Informe Marty y vinculados a los citados asesinatos. No es imposible que salgan a la luz delitos más recientes. Digo, si no ocurre como con el Tribunal que inaugurara la del Ponte, donde todos los albano-kosovares procesados salieron libres porque los testigos en su contra no fueron a la corte a declarar o murieron. La casualidad excesiva resulta increíble. Sobre todo cuando son absueltos criminales confesos y a otros, como puede verse, ni siquiera les llevan a juicio.


[Fuente: CubaDebate]




Human rights? Libya? It’s the economy, stupid! (I)

In Actualidad, África on 16 abril, 2011 at 0:00

Francisco Javier González


PARTE I. ANTECEDENTES

Considerar que la política es independiente de la economía y viceversa es parte del sueño del neoliberalismo imperante que da por muertas las ideologías, decreta el “Fin de la Historia” y simula creer en la autorregulación del sistema. Habría que aplicarle el tenoriesco verso de “los muertos que vos matáis gozan de buena salud” y acercarnos a la explosión de las contradicciones a que estamos asistiendo con un análisis ideológico que sea capaz de superar el denso manto propagandístico con que los medios desinformativos tapan los acontecimientos.

La guerra imperialista, tanto como la destrucción de las fuerzas productivas, es parte de la receta que aplica la economía capitalista ante las crisis, aunque para la guerra imperialista o para su permanente propaganda de falsificación informativa no sea la crisis una condición previa. Con la actual agresión OTAN sobre Libia y según sus autores se trata de “proteger a la población civil”, “evitar las masacres del ejército mercenario de Gadafi sobre el pueblo libio desarmado” y toda otra serie de “causas morales” aderezadas, eso sí, con el uranio empobrecido ( U 238 ) de sus bombas y misiles con una vida media de “solo” 4.500 millones de años emitiendo radioactividad. Lo malo es que la letra de esta canción imperialista –independientemente del carácter político del gobierno del coronel Gadafi- es sobradamente conocida por lo repetida. Valgan como ejemplos la “democratización” de Afganistán, las “armas de destrucción masiva” de Irak o la guerra de destrucción de la antigua Yugoeslavia del 92, paradigmática esta última en todos los sentidos para mostrarnos cuál es el carácter real de estas humanitarias intervenciones.

La realidad es que una Yugoeslavia fuerte, heredera de un sistema autogestionario y de derechos de las fuerzas del trabajo como el implantado por Tito que era considerado como “muy izquierdista” y “molesto” por su influencia, más aún desde la Conferencia de Bandung del 55 y la formación del Movimiento de Países No Alineados, muchos de ellos excolonias europeas recién llegadas a una independencia más formal que real, era un problema para el control imperial de Centroeuropa. Desde 1979, con Tito moribundo, la CIA apoyaba fuertemente los movimientos croatas, musulmanes y albaneses que buscaban la disgregación yugoeslava, fomentando un malestar nacionalista que se incrementaría con la desaparición en 1989 de la autogestión y de gran parte de los derechos de las clases trabajadoras por imperativo del FMI. Ya en el 92, Alemania arma a croatas y musulmanes para una guerra civil, que los EE.UU y los europeos alimentarían durante más de 3 años, en busca del control de los estratégicos Balcanes y de las rutas del petróleo a la UE.

Dije que esta guerra era paradigmática en todos los sentidos y así es. Puede mostrarnos perfeccionada la más sofisticada de las armas desde su uso por Goebbels: los medios de desinformación para la creación de estados de opinión y cortinas de humo, que ya los gringos habían experimentado con éxito en la guerra yanqui-española por el dominio del resto las colonias hispanas en América, Asia y Oceanía. Era fundamental para los intereses del tándem gringo-europeo demostrar las atrocidades criminales de los serbios para lo que, independientemente de lo que fuese la realidad o los crímenes realmente cometidos, se hizo un elaborado montaje contando con “ayudas” de organizaciones a las que se suponía humanitarias y libres de sospecha como fue el caso de “Médicos del Mundo” como demostró ampliamente el periodista belga Michel Collon. Médicos del Mundo publicó ese verano del 92 un fotoreportaje –y llenó de propaganda los muros de Paris- en que mostraba supuestos “campos de exterminio” serbios rodeados de alambres de espino y con torres de vigilancia al más puro estilo nazi. En realidad se trucó un reportaje de la británica ITN colocándole unas falsas alambradas y superponiendo la imagen de una torre de vigilancia del campo nazi de Auschwitz, como reconocieron posteriormente el que fuera máximo dirigente nacionalista musulmán en Sarajevo, Alija Izetbegovic, y el presidente de Médicos del Mundo Bernard Kouchner. Más claro aún: Jacques Merino, periodista de “France 2” donde fue redactor jefe, en su libro “Toutes les vérités ne sont pas bonnes à dire” sobre la propaganda en la guerra yugoeslava (Ed. Albin Mitchel. Paris 1993) reproduce una entrevista con el presidente de la agencia gringa “Ruder&Finn Public Relations” contratada por el gobierno croata de Tudjman desde agosto del 91 a junio del 92 que, orgullosamente, reconocía que había montado la campaña de los “campos de exterminio”, embaucando y embarcando en ella a tres de las mayores organizaciones judías de USA (la B’nai B’rith –extendida hoy por toda Latinoamérica- el American Jewish Committee y el American Jewish Congress) para asimilar serbios con nazis: Conseguimos que para la opinión pública coincidieran. Era un asunto muy complejo porque nadie entendía lo que sucedía en Yugoeslavia pero de un solo golpe pudimos presentar un asunto simple, con sus buenos y sus malos y, cuando el periodista le increpa que lo hicieron mintiendo, con todo cinismo contesta: Si, pero somos profesionales y no se nos paga para hacer moral. Podemos entender como la opinión pública elevaba de las 2.000 víctimas de violación que contabilizaba la Cruz Roja –víctimas de todas las etnias, aunque más abundantes eran las musulmanas y todas igual de brutales- a las 50.000 que publicaban falsamente las agencias de prensa occidental. Cabe preguntarse como entre los 5 serbios condenados por el Tribunal Penal Internacional y los 3 que lo fueron por la Corte de Bosnia y Herzegovina como autores de violaciones comprobadas pudieran realizar tantas monstruosidades.

La guerra en los Balcanes no acabó con la partición de Yugoeslavia ni con los centenares de miles de muertos ni los millones de desplazados. Seguía Serbia viva y quedaba además el problema de Kosovo que, aunque región origen de la Serbia medieval, la población en 1990 era mayoritariamente albanesa y deseaba su constitución como estado independiente. Ya en plena guerra de Bosnia, se había celebrado un Referéndum por la Independencia entre la población albanokosovar, al estilo de los actuales que se celebran en Catalunya que, aunque sin efectos legales, retratan la voluntad popular. El apoyo albanokosovar a la independencia fue masivo y se eligió de presidente de la futura república a I. Rugova. La respuesta del gobierno serbio de S. Miklosevic fue suprimir la autonomía kosovar, ante lo que el Ejército de Liberación de Kosovo ELK comienza sus actividades guerrilleras a las que Milosevic contesta con represiones desplazando a los albanokosovares de los puestos de la administración y obligando a muchos albanos al exilio. En el 97, a raíz de las revueltas en Albania, más de un millón de armas albanesas terminaron en Kosovo y para el 98 el ELK estaba asentado en casi un tercio del territorio con lo que los enfrentamientos entre el Ejército serbio y el ELK tomó características de una verdadera guerra civil que a finales del año estaba empantanada por lo que la ONU plantea un alto el fuego para resolver la crisis mientras la OTAN, de inmediato, amenaza a Serbia con bombardeos como los que ya sufrió en la guerra de Bosnia. Más o menos forzadamente se acepta el alto del fuego con solo pequeñas escaramuzas entre las partes en conflicto.

En una de estas escaramuzas, el 15 de enero de 1999, la policía serbia toma la aldea de Racak, bastión del ELK, con un saldo de 15 muertos entre los guerrilleros del ELK según la crónica en “Le Figaro” (20-1-99) del periodista francés Renaud Girard presente en el combate que indica también la presencia como observadores a miembros de la “Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa” (OSCE) y que, como comprobó la Comisión de Juristas dirigida por la finlandesa Madame Ranta estudiando la grabación del hecho que había realizado Associated Press TV, se trataba de un enfrentamiento bélico entre combatientes. Por la tarde la policía serbia con el arsenal requisado abandona el pueblo que es retomado por el ELK. A la mañana siguiente acude a la zona el responsable de la OSCE, el gringo William Walker, todo un personaje representativo del estilo del imperio: Ex-Subsecretario de Estado para Asuntos de Centroamérica en la etapa del Iran-Contra; ex-Embajador en San Salvador entre 1988 y 1992 cuando los asesinatos por el ejército salvadoreño de los 6 jesuitas y de su cocinera y su hija, donde jugó un importante papel “asesor” de los Escuadrones de la Muerte y protegió a los responsables militares. Clinton intentó nombrarlo en 1993 como embajador en Panamá pero se opusieron rotundamente las autoridades eclesiásticas por considerarlo responsable de aquellos asesinatos.

Con Walter en escena “aparecen” unos 40 cadáveres alineados en una zanja, y a pesar de las dudas que exponen los periodistas franceses y alemanes, el gringo Walker, indignado, declara textualmente que Es la más horrenda masacre que haya podido contemplar y eso, desde luego, es mucho decir para un embajador USA en El Salvador que, en esos años de su embajada, contempló y justificó la muerte de 75.000 civiles y 9.000 desaparecidos según estableció en la ONU la “Comisión de la Verdad” en 1992, con episodios múltiples de asesinatos masivos como los 1.500 campesinos en El Sumpul y El Mozote o los 500 de Usulutan por nombrar solo algunos de los más conocidos. Casi simultáneamente y en medio del debate sobre el “impeachment” de Clinton por los affaires de Monica Lewinsky y Paula Jones el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, se preguntaba en la CNN como era posible aguantar la cobardía de la NATO y exigiendo el inmediato bombardeo de Serbia para proteger a los kosovares de una masacre.

No hubo que esperar mucho ni los militares de la OTAN –que presidía el español Javier Solana- solicitaron la aprobación de la ONU. Por su cuenta y riesgo, al alba del 24 de marzo y no sé si “con tiempo duro de levante” al estilo Trillo, comenzó la operación “Allied Force” que extendería hasta el 10 de junio sus “bombardeos humanitarios” como los definió para la posteridad el entonces presidente checo Vaclav Havel en una entrevista con “Le Monde” (29/4/99). Los aviones españoles F-18 estacionados en la base italiana de Aviano fueron los primeros en bombardear Belgrado. Por la OTAN participaron en la “humanitaria represión” unos 1.000 aviones en unas 38.000 operaciones de bombardeo, entre ellos los 8 F-18 y los 4 KC-130H españoles que totalizaron unas 300 salidas. Contaron con el apoyo de portaviones, submarinos y barcos de guerra, para lanzar cientos de miles de bombas y misiles sobre Serbia y Kosovo sobre un total de 333 objetivos que incluían puertos y aeropuertos, sedes de los partidos de izquierda, fábricas, centrales eléctricas, telecomunicaciones, la RTV serbia, puentes, vías de comunicación, convoyes ferroviarios…y hasta la Embajada China. Entre los proyectiles, tal vez para recalcar el carácter humanitario de la guerra imperial y según las cifras oficiales OTAN, se emplearon 1.392 bombas de racimo conteniendo para su dispersión indiscriminada 289.536 bombas individuales. Para el general yanqui Joseph W. Ralston, vicejefe del Estado Mayor Conjunto OTAN, a pesar de la cantidad e intensidad de las bombas empleadas, las víctimas civiles serbias han sido increíblemente pocas, estimadas en menos de 1.500 muertos(“Aerospace Power and the Use of Force” AFA Forum 24/9/99). El imperialismo inauguró así un nuevo y temible concepto: la Guerra Humanitaria, certificando además de hecho la muerte civil de la ONU, supeditada al interés de los E.UU de Norteamérica y usando a la OTAN como su punta de lanza.

¿Sentimiento humanitario? ¿Defensa de los albanokosovares masacrados? La explicación más correcta nos la ofrece John Norris, actual Director Ejecutivo de “Sustainable Security and Peacebuilding Initiative” del “Center for American Progress”, que fue jefe del personal del “International Crisis Group” durante la crisis de Kosovo en su libro “Collision Course: NATO, Russia and Kosovo”, prologado por el responsable de la diplomacia yanqui durante la guerra como Secretario Adjunto de Estado de Clinton, Strobe Talbott. Nos aclara Norris que fue la resistencia de Yugoeslavia a sumarse a las tendencias más generales de la reforma política y económica –y no la difícil situación de los albaneses kosovares- lo que mejor explica la guerra de la OTAN.

Creo que podemos tener herramientas suficientes para entender esta nueva etapa imperial y poder asomarnos conscientemente a la realidad de los actuales “bombardeos humanitarios” sobre Libia, cuyos motivos serán el objetivo de un siguiente artículo.