Manuel Trujillo Artiles
[Pollo de la Barranquera 1º]
“Empezando por la Monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional no ha pensado más que en sí mismo” (J. Ortega y Gasset).
Es detestable toda persona que sea arrogante, prepotente, insolente, sentirse el centro del ombligo y así sucesivamente todo lo que no sea una persona normal. Es hasta despreciable y aborrecible.
Hoy es el día que nos enteramos que hay un señor que se permite regalar “un minuto de gloria”.
Los hay que creyéndose de todo lo anterior hasta se supone que para acercarse a él es un milagro cuando también alcanzar el minuto o el tacto del momento más glorioso de su vida o por decirlo de otra manera conseguir el “minuto de gloria de su vida”. Eso debe ser algo que se supone para los dioses. Creerse como tal me imagino que debe caminar sobre alfombras de nubes cuando también sentirse alagado por los que a su alrededor le lame los zapatos y se quedan suspendido como sí de zombis se tratara. Es como si usted se le leyera “El ensayo sobre la ceguera” de José Saramago y creerse de paso que todos son ciegos menos uno quien además teme quedarse sin ver cuando también es el guía del resto de los seres humanos. Siente usted un sosiego de opresión y la necesidad de terminar con este bello libro.
Si usted lee el libro antes mencionado verá que la impresión recibida es que teme que se le pierda la visión llegando hasta un momento de no continuar leyendo por miedo a convertirse uno más del hermoso libro. Cuya tentación es vencida por el gran interés que el mismo le brinda cuando desea terminar cuanto antes.
Dicen a demás que: «Algo hace que esta novela sea muy particular. El autor se da el lujo de obviar los nombres de los múltiples personajes. Sólo la exhaustiva descripción que hace de cada uno de ellos permite que el lector los identifique claramente«.
Uno de los numerosos protagonistas de la trama, por alguna circunstancia no descrita por el autor, no se contagia de la enfermedad y para acompañar a su cónyuge finge sufrirla. Este personaje se convertirá en el «guía» colocado en la obra no solamente para los enfermos de la narración, sino para que los lectores nos hagamos muchas preguntas. En especial: ¿cuál sería nuestro grado de responsabilidad como personas que «veamos la luz» en un mundo de ciegos?
¿Hasta cuándo continuaremos ciegos?
No sé si este tipo de personaje también se acoge al artículo de la Constitución que a su padre le hace infalible e intratable de lo que quiera que haga no pudiéndosele reprochar nada aunque vivan a costa del trabajo de los demás. Lo que es lo mismo del erario público.
¿Se creerán estas personas que el resto de los vivientes nos tragamos que no van al retrete a hacer sus necesidades fisiológicas? Es decir mear, defecar y otras necesidades como cualquier mortal. ¿Se creerán estas personas que cuando se cuesta con su señora para intentar procrear a sus futuras generaciones lo hacen diferentes al resto de los mortales? Y uno se puede preguntar: ¿Lo harán de espaldas, de lado, boca arriba, debajo, delante o detrás? Se creerán diferentes a los demás mortales. ¿Tendrán papeles higiénicos automáticos que cuando se termine de hacer lo que todos cuando terminamos y descansamos vaciando lo que nos sobra en un lugar llamado barriga? ¿Será que los príncipes, princesas, reyes, reyas, dioses y diosas no puede correr el riesgo de ensuciarse los dedos en caso de que el papel se rompa?
Hay que ser muy imbécil cuando estúpido si creen que los demás nos creemos tales disparates.
Ante tanta idiotez siente uno el mismo sosiego antes mencionado. Es decir acabar pronto. Por lo menos dejarles a nuestros hijos y nietos algo más humano.
¿Sabrá este señor que no tiene sangre real? Es decir, sangre azul.
En fin, si unos 40 millones de españoles incluyendo las Ceutas, Melillas y las Islas Canarias alcanzan ese minuto de gloria tendremos REPÚBLICA a la vuelta de la esquina.
¡¡Vamos muchachas/os toca, pregunta, insístele, provócalo, desafíalo!! Para así conseguir que pronto se le acabe los regalos de “minutos de gloria” y conseguimos la plena LIBERTAD. También aseguró creer «en el sistema». ¡¡¡Coño, menuda sorpresa!!! Su padre le garantizó el futuro con el dinero conseguido, no sabemos cómo, pero lo tiene según la revista norteamericana Forbes. Si nos vamos al libro de Patricia Sverlo titulado “UN REY GOLPE A GOLPE. BIOGRAFIA NO AUTORIZADA DE JUAN CARLOS DE BORBON” nos encontramos en una de sus pagina lo siguiente:
“El rey reconoce que hizo el primer negocio de su vida cuando tenía cinco o seis años. Fue en Lausana. Un español que había ido a visitar a su padre le regaló una pluma de oro. Justo delante del Hotel Royal, donde vivían entonces, había una tienda donde los niños solían comprar caramelos y chocolate. Como “Juanito” no tenía ni un céntimo en el bolsillo, tuvo la idea luminosa de vender la pluma al portero del Hotel por cinco francos, e ir a salto de mata a gastárselo en golosina. Cuando Don Juan se enteró, fue a ver al portero y tuvo que compensarle con diez francos para recuperar la pluma. “¡Me has hecho perder cinco francos!”, riñó al hijo que, con el tiempo, le haría perder muchísimo. Siempre tuvo espíritu de negociador, que afloraba a la mínima ocasión. Cuando ya era adulto, continuó demostrando un talento escaso para los asuntos económicos, y hacía tratos poco afortunados, como cuando le cambió al periodista Jaime Peñafiel, habitual en la Zarzuela, una cámara fotográfica Nikon moderna que éste tenía, por una valiosa Leika-Flex con motor propiedad de la Casa Real”.
Siguiendo el libro mencionado nos encontramos con: “Pero al parecer sí que ha tenido la previsión de colocarla en bancos extranjeros, cosa que no había hechos Alfonso XIII [bisabuelo del personaje en cuestión. Este entre paréntesis es de quien suscribe] y de ahí los problemas que tuvo que padecer su hijo Don Juan. Algún día, si las cosas se tuercen en el Estado y tiene que salir por piernas, tanto él como su familia tendrán las espaldas cubiertas con el dinero ahorrado, depositado en bancos suizos, que actualmente se calcula que es de unos 6.000 millones de pesetas”. De las antiguas pesetas. Esto último es de quien suscribe.
En fecha de 06-07-10 y 15-07-10 en este mismo periódico digital Independencia y Socialismo se publicaron dos artículos bajo el nombre de El milagro de los panes y los peces o ¿El rey Midas? Por entonces nos preguntábamos donde pudieran estar el dinero de los más ricos de España incluyendo el señor en cuestión.
Con fecha del 16-06-11, en el periódico digital Rebelión sale una foto de un león, se supone que sea uno de los que están a la entrada del Congreso de los Diputados, que nos dice: “El Congreso de los Imputados rechaza actuar contra 659 grandes fortunas, titulares de cuentas bancarias sin declarar en Suiza”. ¿…? Es ahora que nos enteramos del silencio de los inspectores. No somos iguales ante la ley ni en la Constitución.
¿A quién no le gusta un sistema así? Cuando puede premiar documentales fascistas como el otorgado a los golpistas venezolanos que siendo mentiras se llevaron un montón de dinero sin haberle, ni a los premiados ni tampoco el que entregaba el premio “Príncipe de Asturias” costado una gota de sudor. Pero se trataba de Hugo Chávez.
En relación a lo que decía J. Ortega y Gasset al principio de este comentario. ¿Algo ha cambiado? No. No ha cambiado nada.
«Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad” (Albert Einstein).
Como decía un gran locutor deportivo de Radio Las Palmas, Pascual Calabuig: “¡¡Pues no faltaba más!!”.
Muchas gracias, compañeros.
Saludos en REPÚBLICA.
¡¡¡LIBERTAD PARA LOS CINCO INOCENTES COMPATRIOTAS CUBANOS PRESOS EN LAS CARCELES DE LOS ESTADOS UNIDOS!!!
La Habana, 17-06-11
¡¡¡ULTIMA HORA!!! Cuando ya tenía el artículo terminado y dispuesto a mandar entro en algunos periódicos y me encuentro con la noticia de que Mohamed VI decide bajar con los terrícolas y se declara no “sagrado” pero continua “inviolable”. Es decir que no se puede violar al muchachito quien tiene sus manos machadas de sangre del pueblo. Y sobre todo asesino del pueblo bravo del Sahara. Pero algo es algo. Mientras otros continúan en la luna de Valencia repartiendo “minutos de gloria”.