Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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¡Democracia para el pueblo trabajador!

In Actualidad, Comunicado, Laboral on 29 junio, 2011 at 0:00

HOJA COMUNISTA UNITARIA REPARTIDA EN LAS MARCHAS DEL 19-J

Hoy coincidimos, marchando en estas columnas, trabajadoras y trabajadores afectados por la reforma laboral y de las pensiones, parados, funcionarios a los que recortaron su sueldo, pensionistas con sus pagas congeladas, colectivos sobre los que la crisis y el desempleo se ceban todavía con más virulencia como jóvenes, mujeres, inmigrantes… Todos nosotros somos víctimas de este sistema económico en el que los caprichos del mercado empeoran cada vez más las condiciones de vida de la mayoría de la población. Pero ese mercado al que el gobierno obedece ciegamente y en nombre del cual se hacen todos los recortes, tiene nombre y apellidos, no es otro que los grandes empresarios de este país: Botín, Florentino Pérez, Amancio Ortega, etc. Son ellos los que dictan las políticas del gobierno de turno.

Por tanto, el sistema político que sufrimos – corrupción generalizada, falta de participación ciudadana, ley electoral antiproporcional, …- no es sino el fiel reflejo del sistema económico que condena a condiciones de miseria a los trabajadores y las capas populares, que lleva al pequeño comerciante y al pequeño productor a la ruina, para que el gran capital pueda seguir amasando enormes fortunas.

Detrás de esta aparente democracia con multitud de partidos políticos, no se esconde otra cosa que los intereses de la gran patronal de este país pintados de azul, rosa o verde, dependiendo de las circunstancias. Pero, simplemente raspando esa capa de pintura superficial, descubriremos quien les financia y, por tanto, a quien obedecen. Descubriremos que esos pocos que realmente gobiernan y a los cuales nadie ha votado son capaces de cualquier cosa para seguir incrementando sus ganancias: recortes de derechos laborales y sociales, a escala nacional, y masacrar pueblos enteros para robarles su petróleo y demás riquezas, a escala internacional.

Llegados a este punto es totalmente comprensible y lógico que muchos de nosotros hayamos dicho ¡BASTA! y llenado las calles y plazas de muchas ciudades exigiendo una democracia real, diciendo que estos políticos no nos representan. Y, es cierto, estos políticos sólo representan a ese pequeño y elitista círculo de los grandes empresarios de este país.

Pero para acabar con esta farsa, para conseguir esa democracia real debemos ser capaces de superar algunos prejuicios inculcados por esos mismos que nos gobiernan, porque si inconscientemente reproducimos la misma estructura, la imposición de una minoría sobre la mayoría mediante los consensos, no seremos realmente democráticos. Tampoco podemos dejarnos influir por prejuicios individualistas y rechazar la forma más elevada de los trabajadores para organizarse y defender sus derechos: el Partido Comunista. Porque el problema no son los partidos o los políticos, sino a quien obedecen.

Históricamente los partidos comunistas siempre han defendido los intereses de los trabajadores, han participado en las luchas populares articulando y combinando tanto las luchas políticas por conseguir una democracia más participativa, donde no haya sitio para los corruptos, con representantes electos que puedan ser revocados si no lo están haciendo bien, etc., como las tan importantes luchas económicas, atacando allí donde se sustenta el sistema capitalista y desarrollando la confrontación no sólo en la calle sino en el puesto de trabajo, exigiendo al empresario permanentemente la mejora de las condiciones de la clase obrera y utilizando para ello las dos herramientas básicas que poseemos los trabajadores: la huelga y el sindicato.

No podemos dar la espalda a las personas y organizaciones que llevan años luchando, debemos unirnos todos y todas: trabajadores, estudiantes, jubilados, funcionarios, autónomos, inmigrantes, etc., para arrebatar el poder a la dictadura de los mercados, a esos pocos grandes empresarios que nos gobiernan, utilizando todos los medios a nuestro alcance.

La unidad y la organización son las armas de nuestra clase social, y por eso debemos estar unidos y organizarnos de la mejor forma posible para lograr esa democracia real que no es otra cosa que el socialismo. Así, sindicatos, asociaciones de vecinos, etc. a pesar de las justas críticas que hay que hacer a algunos de sus dirigentes siguen siendo imprescindibles para nuestra lucha.

Ahora que el capitalismo está en crisis, pretende que renunciemos a nuestras banderas de combate y que quedemos indefensos ante sus agresiones. ¡No lo permitamos!

¡Por la Huelga General!

¡Viva la lucha obrera y popular por la revolución socialista!


Colectivo Comunista 27 de Septiembre

Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE)

Partido de los Trabajadores de España (PTE-ORT)

Unión Proletaria






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Comenzó la Huelga General de 48 horas en Grecia

In Actualidad, Laboral on 28 junio, 2011 at 9:30

Esta medianoche empezó en Grecia la cuarta huelga general del año. Durante 48 horas, las trabajadoras y los trabajadores griegos harán frente a la ofensiva de los grandes bancos europeos y sus lacayos políticos que pretenden asfixiarles aún más y sobreexplotarlos endureciendo sus condiciones de vida.

La Huelga coincide con la votación del nuevo paquete de recortes laborales y sociales impuesto por la Unión Europea y el FMI, al que hace frente la mayoría de la clase obrera griega encabezada por el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME) y el Partido Comunista de Grecia (KKE).

Con la teórica mayoría absoluta de que dispone el gubernamental Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), 155 de 300 diputados, la votación del miércoles debería estar ganada. Pero una sucesión de deserciones en sus filas hace que reine la incertidumbre porque, paradójicamente y por sus propios motivos, la derecha se niega a suicidarse políticamente apoyando el plan de ajuste.

Este fin de semana, dos diputados socialistas manifestaron su renuencia a apoyar el doloroso plan de ajuste, que incrementa la presión fiscal y prevé la desaparición de 150.000 puestos de trabajo en la Administración. A los dos rebeldes se han sumado en las últimas horas otros dos correligionarios, lo que, de confirmarse las deserciones, dejaría al PASOK con una ventaja mínima de 151 diputados, a uno solo del empate.

Los pueblos tienen el poder y jamás se rinden. Organización, Contraataque”. Estas son los lemas en griego e inglés en las pancartas que colgó el PAME en la Acrópolis ayer lunes.  El comunicado del PAME señala que: “Llamamos a los trabajadores, la juventud, los desempleados y las mujeres a un levantamiento popular. Fortalecemos nuestra lucha, junto con los pueblos del mundo, contra la barbarie capitalista. Qué no apliquen las medidas bárbaras que llevan al pueblo a la quiebra.






El plan de desestabilización contra Siria

In Actualidad on 28 junio, 2011 at 0:01

Thierry Meyssan


Aunque el intento de derrocar al gobierno sirio tiene muchos puntos de similitud con la maniobra contra Libia, los resultados son muy diferentes debido a las particularidades sociales y políticas de los países en que se desarrollan. El proyecto tendiente a acabar simultáneamente con esos dos Estados ya había sido enunciado desde el 6 de mayo de 2002 por John Bolton, el entonces subsecretario de Estado de la administración Bush. Nueve años más tarde, su puesta en práctica por parte de la administración Obama está enfrentando numerosos problemas.

Al igual que en Libia, el plan inicial contra Siria consistía era un golpe de Estado militar, lo cual rápidamente resultó imposible a falta de lograr encontrar los oficiales necesarios para ello. Según la información que hemos recibido, también estaba prevista la aplicación de un plan idéntico en el Líbano. En Libia, la existencia del complot se supo antes de tiempo y el coronel Kadhafi logró arrestar al coronel Abdallah Gehani [1]. No quedó entonces otro remedio que someter el plan original a una revisión en medio del inesperado contexto de la «primavera árabe».

LA ACCIÓN MILITAR

La idea principal [en Siria] era provocar desórdenes en una zona bien delimitada y proclamar allí un emirato islámico que pudiera servir de base para desmantelar el país. Se seleccionó el distrito de Daraa porque se encuentra en la frontera siria con Jordania y con el Golán ocupado por Israel, lo cual facilitaba el envío de todo tipo de ayuda material a los secesionistas.

Se orquestó allí un incidente artificial mediante el uso de estudiantes de la enseñanza media que realizaron una serie de provocaciones, táctica que funcionó más que satisfactoriamente debido a la brutalidad y la estupidez del gobernador y del jefe de la policía local. Cuando comenzaron las manifestaciones, francotiradores emplazados en los techos dispararon al azar contra la multitud y contra las fuerzas del orden, escenario idéntico al que se aplicó en Benghazi para suscitar la revuelta.

La planificación incluía más enfrentamientos, siempre en distritos sirios fronterizos como medio de garantizar bases de retaguardia, primeramente en la frontera norte del Líbano y posteriormente en la frontera con Turquía. La misión de los combates estaba en manos de unidades pequeñas, a menudo de unos 40 hombres, en las que se mezclaron individuos reclutados localmente con una dirección conformada por mercenarios extranjeros provenientes de las redes del príncipe saudita Bandar ben Sultan. El propio Bandar estuvo en Jordania para supervisar el comienzo de las operaciones, en contacto con oficiales de la CIA y del Mossad.

Pero Siria no es lo mismo que Libia y el resultado ha sido contrario a lo esperado. Libia es un Estado creado por las potencias coloniales que unieron por la fuerza las regiones de Tripolitania, Cirenaica y Fezzan mientras que Siria es una nación histórica, que las mismas potencias coloniales redujeron a su más simple expresión. Libia está por lo tanto sometida a fuerzas centrífugas que pueden expresarse de forma espontánea.

En Siria, por el contrario, existen fuerzas unificadoras que esperan reconstruir la Gran Siria, que incluiría la actual Jordania, la Palestina ocupada, el Líbano, Chipre y una parte de Irak. La población del país que actualmente conocemos como Siria se opone por lo tanto, de forma espontánea, a los proyectos tendientes a dividir la nación.

Por otro lado, también es posible comparar la autoridad del coronel Kadhafi y la de Hafez el-Assad –el padre de Bachar el-Assad. Los dos llegaron al poder en la misma época y combinaron la inteligencia y la brutalidad para imponerse. Por el contrario, el actual presidente sirio Bachar el-Assad no tomó el poder. Ni siquiera esperaba heredarlo.

Aceptó la presidencia porque su padre había fallecido y a sabiendas que únicamente su legitimidad familiar podía evitar una guerra de sucesión entre los generales de su padre. El ejército sirio fue a buscarlo a Londres, donde Bachar ejercía apaciblemente su profesión de oftalmólogo, pero fue el pueblo quien lo consolidó en el poder. Bachar el-Assad es, sin dudas, el líder político más popular del Medio Oriente. Hasta hace 2 meses, era también el único que no utilizaba escolta y no tenía el menor reparo en mezclarse con las multitudes.

La operación militar tendiente a desestabilizar Siria y la campaña de propaganda desatada simultáneamente contra ese país fueron organizadas por una coalición de Estados en la que Estados Unidos ejerce el papel de coordinador, exactamente de la misma manera en que la OTAN actúa como coordinador de los Estados –miembros y no miembros de la alianza atlántica– que participan en la campaña militar de bombardeos contra Libia y en la campaña tendiente a denigrar a ese país.

Como ya señalamos anteriormente, los mercenarios fueron proporcionados por el príncipe saudita Bandar, quien tuvo incluso que hacer una gira internacional hasta Pakistán y Malasia para reforzar su ejército personal, desplegado desde Manama hasta Trípoli. Podemos citar también como ejemplo la instalación, en las oficinas del ministerio libanés de Comunicaciones, de un centro de telecomunicaciones creado especialmente para este asunto.

Lejos lograr indisponer a la población siria contra el «régimen», el baño de sangre dio lugar al surgimiento de un movimiento de unidad nacional alrededor del presidente Bachar el-Assad. Concientes de que existe la intención de arrastrarlos a la guerra civil, los sirios conformaron un bloque. Las manifestaciones antigubernamentales han reunido únicamente entre 150 000 y 200 000 personas en un país que cuenta 22 millones de habitantes, mientras que las manifestaciones a favor del gobierno han reunido multitudes nunca vistas anteriormente en Siria.

Ante los incidentes, las autoridades han dado muestra de sangre fría. El presidente ha emprendido finalmente las reformas que desde hace tiempo quería implementar, reformas que la propia población había frenado hasta ahora por temor a una occidentalización de la sociedad.

El partido Baas aceptó el multipartidismo para evitar caer en el arcaísmo. Contrariamente a lo que afirman los medios de prensa de Occidente y Arabia Saudita, el ejército sirio no reprimió a los manifestantes sino que combatió a los grupos armados. Por desgracia, sus oficiales superiores, formados en la desaparecida URSS, no supieron dar muestras de tacto con los civiles atrapados entre dos fuegos.

LA GUERRA ECONÓMICA

Se produjo entonces una evolución en la estrategia común de Occidente y Arabia Saudita. Al darse cuenta de que la acción militar no lograría hundir a Siria en el caos a corto plazo, Washington decidió actuar sobre la sociedad a mediano plazo. La idea es que la política del gobierno de El-Assad estaba dando lugar a la formación de una clase media –única garantía eficaz de democracia– y que es posible utilizar contra esa misma clase media contra el gobierno. Para lograrlo, hay que provocar un derrumbe económico a nivel nacional.

El principal recurso de Siria es el petróleo, aunque su producción no alcanza un volumen comparable al de sus ricos vecinos. Para comercializar ese petróleo, Siria necesita tener en los bancos occidentales los llamados assets (haberes o valores), que sirven como garantía durante las transacciones. Basta con congelar esos haberes para matar el país. Por lo tanto, resulta importante y conveniente manchar lo más posible la imagen de Siria para que la opinión pública occidental acepte la adopción de «sanciones contra el régimen».

Para el congelamiento de los haberes de un país es necesaria, en principio, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que en este caso es algo altamente improbable. China, que en el caso de Libia se vio obligada a renunciar a su derecho de veto so pena de perder todo acceso al petróleo de Arabia Saudita, probablemente tendría que plegarse nuevamente. Pero Rusia sí pudiera recurrir al veto ya que, de no hacerlo, perdería su base naval en el Mediterráneo y su Flota del Mar Negro se ahogaría detrás de los Dardanelos.
Para intimidarla, el Pentágono ha enviado al Mar Negro el crucero USS Monterrey, como estableciendo que de todas maneras las ambiciones navales de Rusia son irrealistas.

En todo caso, la administración Obama puede resucitar la Syrian Accountablity Act de 2003 para congelar los fondos sirios sin esperar por la adopción de una resolución en la ONU ni una votación en el Congreso estadounidense. Como ya lo ha demostrado la historia reciente, específicamente en los casos de Cuba y de Irán, Washington puede convencer fácilmente a sus aliados europeos para que se plieguen a las sanciones que Estados Unidos adopta de forma unilateral.

Es por ello que la verdadera batalla se ha desplazado actualmente hacia los medios de difusión. La opinión pública occidental se traga fácilmente cualquier cuento debido a su total ignorancia sobre Siria y a su fe ciega en la magia de las nuevas tecnologías.

LA GUERRA MEDIÁTICA

En primer lugar, la campaña de propaganda focaliza la atención del público en los crímenes atribuidos al «régimen» para evitar cualquier interrogante sobre la nueva oposición. Estos grupos armados no tienen absolutamente nada que ver con los intelectuales contestatarios que redactaron la Declaración de Damasco. Vienen de medios extremistas religiosos sunnitas y son fanáticos que rechazan el pluralismo religioso del Levante y sueñan con instaurar un Estado concebido a su propia imagen y semejanza. Si luchan contra el presidente Bachar el-Assad no es porque estimen que se trata de un individuo demasiado autoritario sino porque es un alauita, lo que para ellos equivale a ser un hereje.

Desde esa óptica, la propaganda contra Bachar el-Assad está basada en una inversión de la realidad.

Un ejemplo que puede mover a risa es el caso del blog «Gay Girl in Damascus», creado en febrero de 2011. Para muchos medios de la prensa atlantista ese sitio, editado en inglés por la joven Amina, se convirtió en una fuente de información sobre Siria. La autora describía lo difícil que era para una joven lesbiana la vida bajo la dictadura de Bachar el-Assad y la terrible represión desatada contra la revolución que se estaba desarrollando en Siria. Como mujer y gay, Amina gozaba de la protectora simpatía de los internautas occidentales, que llegaron incluso a movilizarse cuando se anunció que los servicios secretos del «régimen» la habían arrestado.

Resultó, sin embargo, que Amina no existía. Su dirección IP permitió comprobar que el verdadero autor del blog de Amina era un «estudiante» estadounidense de 40 años llamado Tom McMaster. Este propagandista, que supuestamente está haciendo un doctorado en Escocia, estaba participando en el congreso de la oposición siria prooccidental que reclamó en Turquía una intervención de la OTAN contra el gobierno de Bachar el-Assad. Por supuesto, no estaba allí en como estudiante [2].

Lo más sorprendente de esta historia no es la ingenuidad de los internautas que se tragaron las mentiras de la supuesta Amina, sino la movilización de los defensores de las libertades en defensa de gente que lo que realmente hacen es luchar contra las libertades. En la Siria laica, la vida privada es considerada un santuario. Es posible que sea difícil defender la vida privada en el seno de la familia, pero eso no sucede a nivel de la sociedad.

A pesar de ello, aquellos a quienes los medios de prensa occidentales están presentando como revolucionarios, y a quienes nosotros consideramos contrarrevolucionarios, son en realidad violentamente homófobos e incluso planean instaurar castigos corporales y, en algunos casos, hasta la pena de muerte para castigar de ese «vicio».

Ese principio de inversión de la realidad se está aplicando a gran escala. Sólo hay que recordar los informes de la ONU sobre la crisis humanitaria desatada en Libia: decenas de miles de trabajadores inmigrantes huyen de ese país para escapar a la violencia. Los medios de prensa atlantistas utilizaron ese hecho para concluir que el «régimen» de Kadhafi debe ser derrocado y que hay que apoyar a los sublevados de Benghazi. Pero el responsable de ese drama no es el gobierno de Trípoli sino los supuestos revolucionarios de la región de Cirenaica, que desataron una verdadera cacería de negros.

Movidos por una ideología racista, los «revolucionarios» afirman que los negros están al servicio de Kadhafi y los linchan cuando logran atraparlos. En el caso de Siria, las cadenas de televisión de ese país transmiten imágenes de grupos de hombres armados parapetados en los techos de las casas, desde donde disparan al azar sobre las multitudes y las fuerzas del orden. Pero las cadenas occidentales y sauditas retransmiten esas mismas imágenes atribuyendo los crímenes al gobierno de Damasco.

En definitiva, el plan de desestabilización en marcha contra Siria no está dando los resultados esperados. Si bien ha convencido a la opinión pública occidental de que ese país vive bajo una terrible dictadura, su efecto en Siria ha sido el de unir a la inmensa mayoría de la población en torno de su gobierno. Algo que puede acabar resultando peligroso para los creadores del plan, sobre todo para Tel Aviv. En enero y febrero de 2011 fuimos testigos del surgimiento de una ola revolucionaria en el mundo árabe, a la que ha seguido en abril y mayo una ola contrarrevolucionaria. La balanza todavía está en movimiento.



NOTAS

[1] «Francia estaba preparando el derrocamiento de Kadhafi desde noviembre», por Franco Bechis, Réseau Voltaire, 24 de marzo de 2011.

[2] «Propaganda de guerra: la bloguera lesbiana reprimida de Damasco», Red Voltaire, 13 de junio de 2011.


(*) Thierry Meyssan es un intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).


[Fuente: Voltairenet.org]






¿Porqué el Partido Comunista de China es capaz de garantizar los derechos humanos?

In Actualidad on 28 junio, 2011 at 0:00

Ye Xiaowen


Cuando yo visitaba el Instituto de Asuntos de Asiá Oriental adscrito a la Universidad de Singapur, un estudioso local me dijo que indiscutiblemente el Partido Comunista de China (PCCh) ha logrado promover el desarrollo económico de su país, sin embargo, el Occidente ha puesto en duda la garantía de los derechos humanos en el país. “Entonces, ¿cómo el PCCh garantiza los derechos humanos?”, me preguntó.

Le contesté que todos los seres humanos gozan de los derechos humanos. De acuerdo con la declaración de los derechos del hombre de Francia de 1789, el disfrute de la libertad, propiedad, seguridad y oposición contra la opresión constituyen el derecho invariable. Hay tres vías para garantizar los derechos humanos. La primera, formada en la etapa de la revolución de EEUU y la de Francia, está destinada a promover las ideología individualista, abogar por la liberación del carácter individual y proteger la libertad ciudadana del arbitrariedad gubernamental. La segunda, formada en la etapa de la revolución rusa y del poder del Soviet, consiste en que el gobierno interviene activamente en la vida socio-económica. Y la tercera, formada en la etapa de la lucha tercermundista por la liberación nacional, la independencia y la prosperidad estatales, consiste en defender la independencia estatal y los derechos de su ciudadania. Sin embargo, los derechos no deben exceder de la estructura económica social, ni del nivel de desarrollo cultural social restringida por esta última.

El PCCh garantiza los derechos humanos debido a que se adhiere al principio de servir de todo corazón al pueblo, persistir en la lógica historica concienzudamente, basarse en las condiciones reales de China y optar una acertada vía para garantizar el disfrute de los derechos humanos.

En la revolución de nueva democracia, el PCCh promovió una gran campaña de los derechos humanos para derribar las tres grandes montañas (el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático que pesaban como montañas sobre el pueblo chino antes de la Liberación en 1949), para que el pueblo sea el dueño de sus propios asuntos.

Después de su fundación, la nueva China contaba con una población numerosa y una economía subdesarrollada y se enfretaba a la presión del exterior. Lo primero que China debe hacer es garantizar los derechos colectivos de subsistencia y desarrollo. Esto no significa en absoluto desatender los derechos individuales de la ciudadanía, ni tampoco deben considerar los derechos humanos como los disfrutados exclusivamente por la burguesía. Entonces, ¿cómo el PCCh ha garantizado los derechos humanos en los últimos 30 años y tanto desde el inicio de la reforma y la apertura?

Primero, el PCCh ha reafirmado el principio de garantizar los derechos humanos. Señala enfáticamente que la voluntad y los intereses del pueblo constituyen la base para la construcción del partido y la administración del país. Toma en consideración como aspecto esencial los intereses fundamentales de la mayoría de la población. Sirve a la población de todo corazón y usa su poder para buscar beneficios para ella. El PCCh apoya al pueblo a ejercer el poder de gobernar y administrar el país, llevar a cabo las elecciones democráticas, elaborar políticas de manera democrática y realizar la administración y vigilancia democráticas, garantizando el disfrute de sus legígimos derechos y la democracia. En su XV congreso nacional, el PCCh definió el respeto y garantía de los derechos humanos como una meta de importancia primordial para el desarrollo del partido y del país en la nueva etapa del presente siglo.

Segundo, el PCCh administra el país según la ley y garantiza los derechos humanos con la construcción del país de legalidad socialista. El respeto y garantía de los derechos humano han sido incluidos en la constitución. Hay estipulaciones sistemáticas establecidas en las leyes de China sobre los derechos políticos, socio-economicos y culturales para garantizar a la ciudadanía el disfrute, en lo jurídico y sistemático, de los amplios, reales y universales derechos y la libertad básica.

Y tercero, el PCCh garantiza el disfrute de los derechos humanos con la promoción del desarrollo científico y la construcción de una sociedad armoniosa. Los partidarios del concepto tradicional sobre los derechos humanos los han contrapuesto a la opinión de poner la administración gubernamental por encima de todo. Sin embargo, de acuerdo con el concepto sobre el desarrollo científico, hay que sobrepasar el mencionado modo de pensar y pavimentar una vía completamente nueva y equilibrada de los derechos humanos, correspondiente a la lógica histórica y basada en las condiciones de China: respetar el principio universal de los derechos humanos, tomar como base las condiciones de China, poner en primer lugar la garantía del derecho de subsistencia y el derecho de desarrollo y garantizar a todos los miembros de la sociedad el derecho legítimo de participación y desarrollo igualitarios, basándose sobre el rápido desarrollo social; garantizar la libertad de la ciudadanía manteniendo el orden público; y considerar el ser humano como lo primordial, promover la armonía, impulsar el coordinado y sostenible desarrollo socio-económico y hacer realidad el desarrollo y la liberación completa de los seres humanos.

A medida de su desarrollo socio-económico, China continuará progresando en la causa de los derechos humanos.


(*) Ye Xiaowen es comentarista especial del Diario del Pueblo y subdirector del Instituto de Estudio de los Derechos Humanos de China






El Partido Comunista de Grecia denuncia las amenazas de la UE

In Actualidad on 27 junio, 2011 at 10:32

La Secretaria General del Partido Comunista de Grecia (KKE), Aleka Papariga, denunció el pasado sábado el dilema intimidante que plantean a los trabajadores griegos el gobierno y la Unión Europea (UE) para imponer los recortes como solución a la crisis. El ultimátum de la UE y de la Eurozona no se dirige al Gobierno sino al pueblo griego. Le dice que debe bajar la cabeza y que si no se consiente no recibirá la quinta entrega del préstamo, señala en un comunicado circulado por Internet.

Al exhortar a los griegos a responder «con su propio ultimátum«,  la camarada Papariga dijo que no deben aceptar ninguna negociación radical en el espacio de la UE, cuyas estructuras están ligadas a la burguesía, los industriales, armadores, banqueros y comerciantes. La dirigente del KKE llamó a los trabajadores a ignorar los dilemas intimidantes y a sumarse de manera activa a la lucha.

El KKE se abstuvo este viernes de participar en el debate de la Comisión Económica parlamentaria del segundo programa de austeridad que impulsa el gobierno socialista del primer ministro, Giorgios Papandreu. El KKE representa la tercera fuerza política del país con 21 escaños en el Consejo de los Helenos.

Nuestros camaradas griegos respaldaron la convocatoria de las principales centrales sindicales a una nueva jornada de protestas para el martes y miércoles próximos, en coincidencia con las discusiones y votación en el Parlamento del impopular paquete de medidas, incluida una huelga nacional.



[Fuente: Prensa Latina]





La crisis no es griega, es del capitalismo

In Actualidad, Economía on 27 junio, 2011 at 0:01

Atilio Borón


Los medios, las consultoras, los economistas, los bancos de inversión, los presidentes de los bancos centrales, los ministros de hacienda, los gobernantes no hacen otra cosa que hablar de “la crisis griega”. Ante tanta vocinglería mal intencionada es oportuno parafrasear aquella frase de campaña de Bill Clinton para decir e insistir que la crisis es del capitalismo, no de Grecia.

Que este país es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista y que es a causa de ello que por allí hacen eclosión las contradicciones que lo están carcomiendo irremisiblemente.

La alarma de los capitalistas, justificada sin dudas, es que el derrumbe de Grecia puede arrastrar a otros países como España, Irlanda, Portugal y comprometer muy seriamente la estabilidad económica y política de las principales potencias de la Unión Europea.

Según informa la prensa financiera internacional, representativa de los intereses de la “comunidad de negocios” (léase: los gigantescos oligopolios que controlan la economía mundial) la resistencia popular a las brutales medidas de austeridad propuestas por el ex presidente de la Internacional Socialista y actual primer ministro griego, Giorgos Andreas Papandreu, amenazan con arrojar por la borda todos los estériles esfuerzos hasta ahora realizados para paliar la crisis.

La zozobra cunde en el patronato ante las dificultades con que tropieza Atenas para imponer las brutales políticas exigidas por sus supuestos salvadores. Con toda razón y justicia los trabajadores no quieren hacerse cargo de una crisis provocada por los tahúres de las finanzas, y la amenaza de un enorme estallido social, que podría reverberar por toda Europa, tiene paralizada a las dirigencias griega y europea.

La inyección de fondos otorgada por el Banco Central Europeo, el FMI y los principales países de la zona euro no han hecho sino agravar la crisis y fomentar los movimientos especulativos del capital financiero.

El resultado más visible ha sido acrecentar la exposición de los bancos europeos ante lo que ya aparece como un inevitable default griego.

Las conocidas recetas del FMI, el BM y el Banco Central Europeo: reducción de sueldos y jubilaciones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, notablemente la Argentina. Parecería que el curso de los acontecimientos en Grecia se encamina hacia un estrepitoso derrumbe como el que conocieran los argentinos en diciembre del 2001.

Dejando de lado algunas obvias diferencias hay demasiadas semejanzas que abonan este pronóstico. El proyecto económico es el mismo, el neoliberalismo y sus políticas de shoc ; los actores principales son los mismos: el FMI y los perros guardianes del imperialismo a escala global; los ganadores son los mismos: el capital concentrado y muy especialmente la banca y las finanzas; los perdedores son también los mismos: los asalariados, los trabajadores y los sectores populares; y la resistencia social a esas políticas tiene la misma fuerza que supo tener en la Argentina.

Es difícil imaginar un soft landing, un aterrizaje suave, de esta crisis. Lo previsible y lo más probable es precisamente lo contrario, tal como ocurrió en el país sudamericano.

Claro que a diferencia de la crisis argentina, la griega está destinada a tener un impacto global incomparablemente mayor. Por eso el mundo de los negocios contempla con horror el posible “contagio” de la crisis y sus devastadores efectos entre los países del capitalismo metropolitano.

Se estima que la deuda pública griega asciende a 486.000 millones de dólares y que representa un 165 % del PIB de ese país. Pero tal cosa ocurre en una región, la “eurozona” en donde el endeudamiento ya asciende al 120 % del PIB de los países del euro, con casos como Alemania con un 143 %, Francia, 188 % y Gran Bretaña con el 398 %. No debe olvidarse, además, que la deuda pública de Estados Unidos ya asciende al cien por ciento de su PBI. En una palabra: el corazón del capitalismo global está gravemente enfermo.

Por contraposición la deuda pública china en relación a su gigantesco PBI es de apenas el 7 %, la de Corea del Sur 25 % y la de Vietnam 34 %. Hay un momento en que la economía, que siempre es política, se transforma en matemática y los números cantan. Y la melodía que entonan dicen que aquellos países están al borde de un abismo y que su situación es insostenible.

La deuda griega -exitosamente disimulada en su gestación y desarrollo gracias a colusión criminal de intereses entre el gobierno conservador griego de Kostas Karamanlis y el banco de inversión favorito de la Casa Blanca, Goldman Sachs- fue financiada por muchos bancos, principalmente en Alemania y, en menor medida, Francia.

Ahora son acreedores de papeles de una deuda que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) calificó con la peor nota del mundo: CCC, es decir, tienen acreencias sobre un deudor insolvente y que no tiene condiciones de pagar. En igual o peor posición se encuentra el ultraneoliberal Banco Central Europeo, razón por la cual un default griego tendría consecuencias cataclísmicas para este verdadero ministro de finanzas de la Unión Europea, situado al margen de cualquier control democrático.

Las pérdidas que originaría la bancarrota griega no sólo comprometería a los bancos expuestos sino también a los países en problemas, como España, Irlanda, Italia y Portugal, que tendrían que afrontar el pago de intereses mucho más elevados que los actuales para equilibrar sus deterioradas finanzas.

No hace falta mucho esfuerzo para imaginar lo que sucedería si se produjese, como se teme, una cesación unilateral de pagos griega, cuyo primer impacto daría en la línea de flotación de la locomotora europea, Alemania.

Los problemas de la crisis griega (y europea) son de origen estructural. No se deben a errores o a percances inesperados sino que expresan la clase de resultados previsibles y esperables cuando la especulación y el parasitismo rentístico asumen el puesto de comando del proceso de acumulación de capital. Por algo en el fragor de la Gran Depresión de los años treintas John Maynard Keynes recomendaba, en su célebre Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, practicar la eutanasia del rentista como condición indispensable para garantizar el crecimiento económico y reducir las fluctuaciones cíclicas endémicas en el capitalismo.

Su consejo fue desoído y hoy son aquellos sectores los que detentan la hegemonía capitalista, con las consecuencias por todos conocidas.

Comentando sobre esta crisis el Istvan Meszaros decía hace pocos días que “una crisis estructural requiere soluciones estructurales”, algo que quienes están administrando la crisis rechazan terminantemente. Pretenden curar a un enfermo en gravísimo estado con aspirinas.

Es el capitalismo el que está en crisis y para salir de ella se torna imprescindible salir del capitalismo, superar cuanto antes un sistema perverso que conduce a la humanidad al holocausto en medio de enormes sufrimientos y una depredación medioambiental sin precedentes.

Por eso la mal llamada “crisis griega” no es tal; es, en cambio, el síntoma más agudo de la crisis general del capitalismo, esa que los medios de comunicación de la burguesía y el imperialismo aseguran desde hace tres años que ya está en vías de superación, pese a que las cosas están cada vez peor.

El pueblo griego, con su firme resistencia, demuestra estar dispuesto a acabar con un sistema que ya es inviable no en el largo sino en el mediano plazo. Habrá que acompañarlo en su lucha y organizar la solidaridad internacional para tratar de evitar la feroz represión de que es objeto, método predilecto del capital para solucionar los problemas que crea su desorbitada voracidad.

Tal vez Grecia, que hace más de dos mil quinientos años inventó la filosofía, la democracia, el teatro, la tragedia y tantas otras cosas, pueda volver sobre sus fueros e inventar la revolución anticapitalista del siglo veintiuno. La humanidad le estaría profundamente agradecida.



[Fuente: LibreRed]