En su discurso pronunciado en la reunión conmemorativa del 90º aniversario de la fundación del Partido Comunista de China (PCCh), el secretario general del PCCh, Hu Jintao, dijo que «siempre que tengamos a las masas en nuestro corazón, éstas nos tendrán en el suyo, y siempre que las tratemos como a parientes cercanos, nos tratarán de igual manera«. Estas declaraciones tienen significado muy profundo además de ser emocionantes para los militantes del partido.
Durante los últimos 90 años, el PCCh ha dirigido al pueblo chino a conquistar excelentes victorias dignas de ser el orgullo de la nación china. Esto se debe principalmeente a que el partido siempre ha trabajado por el pueblo, ha confiado plenamente en él y se ha apoyado firmemente en él. “Sevir al pueblo de todo corazón” es el concepto de valor a que nos adherimos invariablemente. La práctica es el único criterio para comprobar la verdad. La práctica social de las masas populares constituye nuestro concepto de verdad invariable. Tenemos la plena convicción de que el pueblo es la auténtica fuerza propulsora para hacer la historia. Somos partidarios de la unidad de la posición, puntos de vista y métodos y de la unidad de los conceptos de valor, verdad y fuerza propulsora.
Todo esto debe ser integrado en las masas populares como el sector principal, que constituyen una enorme fuerza propulsora que impulsa el avance de la historia y que también contienen potente fuerza espiritual. Las masas populares, potentes en lo material y lo espiritual y capaces de destruir toda la fortaleza, deciden en lo fundamental la orientación del desarrollo de la historia. Ninguna otra fuerza en el largo curso de la historia es capaz de contender con ellas. He aquí la verdadera esencia del materialismo histórico.
En su etapa de ascenso, la clase de funcionarios y hombres de letras feudales en la antigua China eran conscientes de lo invicto de las masas populares. Describían sus relaciones con ellas como las entre el barco y el agua, advirtiéndose a sí mismos de que el agua es capaz de cargar el barco, pero también volcarlo. A las masas populares las consideraban como el instrumento aprovechable para lograr el lucro privado.
Los comunistas chinos, más clarividentes y conocedores de esto, somos conscientes de que las masas populares son nuestros seres queridos ligados como uña y carne. Los comunistas, pertenecientes al pueblo, trabajamos por ellas, les damos crédito y nos apoyamos en ellas.
Los comunistas compartimos los mismos intereses con las masas populares. La naturaleza y el objetivo del partido exigen a sus militantes a comprometerse a trabajar en bien del pueblo. El tratar a las masas populares como a parientes cercanos es un principio fundamental del partido que rige su estilo de trabajo igualmente el estilo de vida de sus cuadros dirigentes. Constituye una piedra angular teórica del concepto histórico materialista del marxismo, determina la naturaleza clasista y la base popular del PCCh como la vanguardia de la nación china y su pueblo, así como el propósito fundamental partidista de servir al pueblo de todo corazón.
Las relaciones entre el PCCh y su pueblo son entrañables como el pez y el agua, en vez de las entre el barco y el agua según las cúales se aprovecha a las masas populares en busca de beneficios. No son como las relaciones entre el agua y el aceite. Aún menos son como las relaciones pragmatistas entre el sapo y el agua. El primero aprovecha al segundo para nadar cuando necesita, y lo abandona tras aprovecharlo. Estas relaciones no deben ser en absoluto incompatibles como el fuego y el agua, ya que las entrañables relaciones con las masas populares es de importancia vital para el PCCh. El partido está decidido a apoyarse firmemente en su pueblo para colocarse siempre en una posición invulnerable como el héroe legendario Antaios.
Nos enfrentamos a oportunidades y desafíos sin precedentes. Debemos actuar de acuerdo con el concepto de desarrollo científico para tomar en consideración la situación de dentro y fuera del país, aprovechar bien las oportunidades y salir al encuentro de los desafíos. Es imperativo confiar firmemente en las masas populares, apoyarse en ellas y trabajar siempre en bien de nuestros seres queridos, la aplastante mayoría de las masas populares.
Solo el socialismo es capaz de salvar a China y solo las masas populares pueden ayudar al PCCh a fortalecerse. Siempre hay que tener presente la lecciones de la desintegración de la ex Unión Soviética y el fracaso del Partido Comunista Soviético ocurridos hace 20 años.
(*) Li Shenming es subdirector e investigador de la Academia China de Ciencias Sociales