Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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Mojo, mojito y Revolución: este domingo, Fiesta de Solidaridad Internacionalista en el Centro Cívico de Tres Palmas

In Actualidad, Convocatoria, Cultura on 21 julio, 2011 at 10:15

A PARTIR DE LAS 12:00 HORAS

Organizada por la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, este próximo domingo, 24 de julio, a partir de las 12 de la mañana, se celebra en el Centro Cívico de Tres Palmas, en Las Palmas, la Fiesta de Solidaridad Internacionalista que cuenta con comida, bebida, música y un interesantísimo programa:

12 h.: Conferencia «La lucha del pueblo griego. La experiencia del Frente Militante de los Trabajadores (PAME)» (Vídeo de la Huelga General de junio de 2011).

13 h.: Acto de solidaridad con la Revolución Cubana con motivo del 58 aniversario del asalto al Cuartel Moncada (26 de julio de 1953) por la generación revolucionaria encabezada por Fidel Castro (intervenciones del Cónsul de Cuba y de los presidentes de la Asociación de Cubanos Residentes en Gran Canaria y de la Plataforma Canaria de Solidaridad).

13,30 h.: Música de Cuba en vivo

14 h.: Comida

15,30 h.: Rincón del Baile «Échale salsita» y Parranda canaria

El bono de participación es solo de 12 euros (incluye comida, bebida, número para sorteo de interesantes premios). Por necesidades de organización es imprescindible que reserves tu bono con antelación (hasta el viernes 22) en los teléfonos 650 745 047 ó 629 242 496, o a través del correo electrónico plataformacanaria@gmail.com.






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Grecia víctima del capitalismo

In Actualidad, Economía on 21 julio, 2011 at 0:01

Manuel E. Yepe


Grecia, cuna de la democracia esclavista, parece encaminada a estar entre los países llamados a excavar la ya próxima sepultura de la democracia capitalista.

Para comprender lo que el futuro depara al pueblo de Grecia, usted debe imaginar que un intruso llega a su casa, le apunta a la cabeza con un arma y le exige que le entregue su salario, sus ahorros, su auto, su televisor y su refrigerador”. Así ve la situación el escritor y periodista estadounidense Zoltan Zigedy en su sitio Web “ZZ´s Blog” donde, bajo el título “Capitalism Mugs Greece. Who is Next?”, explica que el pueblo griego no se benefició para nada con las orgíacas ganancias de la banca internacional, ni estimuló su irresponsable conducta y, sin embargo, ahora se le fuerza a pagar el precio de los daños causantes del colapso del sistema capitalista mundial.

Y si la invasión, el robo armado y la extorsión son crímenes, Grecia es sin dudas la víctima de un crimen. Y la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional son los criminales… con los líderes y parlamentarios del Pasok tratando legitimar el crimen”.

Alimentado por una fuerte inyección de fondos públicos, el sector financiero del mundo capitalista desarrollado, que no fue condenado ni castigado por sus acciones conducentes al desastre que se pretendía reparar, retornó con fuerza a la especulación y, ahora, ataca las deudas soberanas de países como Grecia, Irlanda, Portugal y España, los más vulnerables en Europa, forzándoles a la conversión de la deuda privada en deuda pública.

Con pocas excepciones, estos países se vieron obligados a contraer mayores deudas para estimular el crecimiento económico ante la severa caída de la inversión y la demanda general, a nivel global. Las economías capitalistas quedaron sin otra opción que no sea la de seguir hundiéndose.

La fórmula para la recuperación en casos de recesión -que los economistas capitalistas presentaban como ley universal- partía de que el déficit y los gastos generadores de deudas promovían el crecimiento y la inflación que, a su vez, incrementaban los ingresos impositivos y abarataban la deuda permitiendo que la deuda pública se redujera con respecto al producto económico.

Hoy, según Zigedy, dos factores han cambiado esta dinámica. Primero, la dominación casi total de la ideología neo-liberal ha ido conformando en la opinión un gran temor a cualquier grado de deuda pública. En segundo lugar, por décadas, los cambios en la economía global llevaron a una nueva dinámica que manipula y explota la deuda hasta límites nunca antes vistos. Con muchos de los países capitalistas ricos trasladando sus industrias manufactureras a áreas de bajos salarios, las actividades financieras -administración, manipulación y expansión del capital- asumieron un mayor papel en estas economías.

Nuevas técnicas, instrumentos e instituciones evolucionaron hacia la acumulación de valor excedente -ganancias- en manos de unos pocos comprometidos con el juego financiero.

La combinación de estos dos elementos – uno subjetivo y otro objetivo – ha situado a Grecia en una espiral de la muerte. Con un desempleo en acelerado incremento que ya sobrepasa el 16%, los impuestos que no se cobran, salarios y beneficios recortados, un número creciente de familias sin vivienda y con sus servicios sociales cercenados, los trabajadores griegos encaran un futuro de grave decadencia.

El pueblo griego conoce poco de los exóticos instrumentos urdidos en los centros financieros internacionales para generar las masivas cantidades de capital fantasma que avivan el crecimiento del rapaz sistema y solo indirectamente están familiarizados con las arrogantes e irresponsables acciones de gigantescos bancos internacionales como Bear Stearns, Lehmann Brothers y Goldman Sachs.

Zoltan Zigedy recomienda a sus compatriotas que vean la similitud que tiene el asalto al pueblo griego con la situación que enfrenta la ciudadanía en Estados Unidos. “Debía inspirarnos la resistencia popular en Wisconsin, Ohio y otros estados y reconocer que lo que tenemos por delante es una lucha difícil, muy difícil, sin dejarnos seducir en esta lucha por falsos aliados políticos como el partido demócrata, homólogo en Estados Unidos del Pasok griego”.

Es indudable que para la humanidad toda el colapso del sistema capitalista mundial no será nada fácil, porque nadie duda que hará todo lo posible por retardar la debacle propia descargando sobre el resto del mundo, sus aliados inclusive, los perjuicios coyunturales.


[Fuente: Granma]






El suicidio de soldados y la política de condolencias del presidente

In Actualidad on 21 julio, 2011 at 0:00

Amy Goodman


El Presidente Barak Obama anunció recientemente que será revertida la política de larga data por la que se negaban cartas de condolencia del presidente a las familias de soldados que se hubieran suicidado. Los familiares de soldados muertos en combate reciben cartas del presidente. Sin embargo, el silencio oficial ha significado durante mucho tiempo el estigma de los que se quitan la vida.

Esta medida significa un cambio de postura que se esperaba desde hacía mucho tiempo respecto al reconocimiento de la epidemia de suicidios de soldados y veteranos de guerra en este país, así como de la cantidad de heridas ocultas que deja la guerra.

La negación de cartas de condolencia en los casos de suicidio cobró relevancia a nivel nacional cuando Gregg y Jannett Keesling hablaron acerca del suicidio de su hijo Chancellor Keesling. Chance Keesling se integró al ejército en el año 2003. Luego de prestar servicio activamente en Irak, fue transferido a las Fuerzas de Reserva del Ejército y llamado nuevamente para prestar servicio en Irak en el año 2009. Los años de guerra habían dejado sus huellas en el joven de veinticinco años de edad. Como me dijo su padre, Gregg: “Fue entrenado para la reconstrucción de Irak. Era un ingeniero de combate entrenado. Operaba equipos grandes y amaba dirigir esos grandes equipos. Sin embargo, al final, fue entrenado nuevamente como artillero táctico para sentarse sobre un todoterreno militar, un Humvee. Y todo esto, porque en realidad allá no se estaba haciendo mucha reconstrucción.”

Cuando Chance Keesling regresó a su hogar, intentó acceder a un tratamiento psiquiátrico a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Guerra. Su matrimonio había fracasado y sabía que necesitaba sanar. Rechazó la oferta del Ejército de recibir un pago extra de veintisiete mil dólares para servir nuevamente en Irak. Finalmente, fue de todos modos enviado a Irak. Dos meses después de ser desplegado nuevamente, Chance llevó su revólver a una letrina y se disparó. En el informe que emitió, el Pentágono consideró su muerte como “un incidente no vinculado al combate”. Cinco meses después de su muerte y sumando a la herida el agravio, el Departamento de Asuntos de los Veteranos envió una carta a Chance, la cual fue recibida por sus padres, solicitándole completar su “Reajuste post despliegue.”

Kevin y Joyce Lucey entienden bien de qué se trata todo esto. Su hijo Jeffrey formó parte de la invasión a Irak en el año 2003. Luego de regresar a su hogar en Massachusetts, presentó síntomas de trastorno de estrés postraumático. A él y a su familia les fue casi imposible acceder a los servicios que necesitaban recibir a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos. Jeffrey decidió automedicarse: se volcó al alcohol. Se vestía con ropas de camuflaje y caminaba por el barrio con su arma en la mano. Destruyó el automóvil de la familia. Una noche, tras cumplir veintitrés años, Jeffrey se acurrucó en el regazo de su padre, afligido. Kevin, su padre, recordó lo sucedido: “Esa noche me pidió si podía sentarse en mi regazo. Lo acuné durante tres cuartos de hora y luego se fue a su cuarto. Al día siguiente, el 22 de junio, lo tuve nuevamente en mi regazo mientras cortaba la soga que lo sujetaba a una viga.” Jeffrey Lucey se colgó en el sótano de la casa familiar. Sobre su cama yacían las chapas de identificación que había quitado a los soldados iraquíes a los que dijo haber matado.

Dado que Jeffrey era técnicamente un veterano y no estaba en servicio, su suicidio es uno más entre los miles que se sospecha que ocurren. Con frustración, Kevin Lucey resumió: “La cifra formal de suicidios que escuchamos nos parece tremendamente baja con respecto a la real. Debido a que, como decías, el suicidio de Jeff se encuentra entre los que no figuran en los cálculos, entre los que no son conocidos, los que no son reconocidos; es que en este momento ponemos el tema sobre la mesa ante la opinión pública, ya que sentimos, al igual que la familia Keesling, que es una situación que necesita ser discutida. Aunque hayan pasado los años, nuestro hijo murió en 2004, pero casi todos los años se anuncia la creación de una comisión presidencial de investigación. ¿Qué tan seguido es necesario investigar una epidemia de suicidios?”

No existe un sistema para llevar registro de los suicidios de los veteranos. Algunos estudios epidemiológicos llevados a cabo por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, así como otros estudios, sugieren que la tasa de suicidios en veteranos de guerra es siete u ocho veces mayor que en la población en general. Un informe del año 2005 y restringido a dieciséis estados estableció que los suicidios de veteranos de guerra representaban el veinte por ciento del total, un hallazgo extraordinario, considerando que los veteranos representan menos del uno por ciento de la población. Actualmente se cree que el trastorno de estrés postraumático afecta al treinta por ciento de los casi dos millones de soldados en actividad y veteranos de las guerras de Irak y Afganistán. La tasa de desempleo de veteranos de guerra de sexo masculino supera actualmente el veintidós por ciento.

Pensemos en una base: Fort Hood, Texas. El Mayor Nidal Hasan se enfrenta a la pena de muerte por presuntamente haber asesinado a trece personas en noviembre del año 2009 en el marco de un horrendo ataque sumamente difundido por los medios masivos de comunicación. Mucho menos conocida es la epidemia de suicidios que hay en esa base. Veintidós personas se quitaron la vida en ese lugar, tomando en cuenta sólo el año 2010.

Ni la familia Lucey, ni la familia Keesling recibirán una carta de condolencia del presidente a pesar del cambio respecto a esa política. La familia Keesling no la recibirá porque la medida no es retroactiva. La familia Lucey no la recibiría aunque lo fuera, ya que sólo se aplica a los suicidios cometidos por soldados en actividad desplegados en zonas de combate activo.

Quienes padecen trastorno de estrés postraumático pueden abandonar el campo de batalla. Lamentablemente, el campo de batalla nunca los abandona a ellos. Algunos ven en el suicidio su única salida. Ellos también son bajas de guerra.



(*) Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

[Fuente: CubaDebate]