En vez de disolver a los reventadores católicos que trataban de bloquear la marcha laica contra los gastos de la visita del papa alemán a Madrid, el gobierno del PSOE ha preferido mandar a la policía a disolver a porrazos a quienes se manifestaban pacífica y legalmente.
Las primeras cargas de los antidisturbios han comenzado hacia las 21:00 (hora canaria). La policía ha detenido a 8 manifestantes y ha herido al menos a otros ocho. Pese a tratarse de una manifestación legal y cuyo trayecto incluía pasar por la Puerta del Sol, los manifestantes vieron como un grupo numeroso de participantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) bloquearon su acceso a la plaza hasta bien entrada al noche al grito de «esta plaza es del papa«. Sin embargo, la gran afluencia de gente a la manifestación obligó a los integristas católicos a abandonar Sol.
Más de 25.000 personas habían salido a manifestarse contra la puesta a disposición del evento católico de dinero y recursos públicos. La cabecera de la protesta, que transcurría bajo un ambiente festivo, portaba una pancarta con el lema «De mis impuestos al Papa cero. Estado laico ya«.
«Menos crucifijos y más trabajo fijo» ha sido una de los lemas más coreados junto a los de «no con mis impuestos» o «menos curas y más cultura«. En las pancartas se podía leer proclamas como «esta no es la juventud del papa«, «menos viajecitos y mas papeo para los negritos«, «Dios sí, Iglesia no» o «separación Iglesia-Estado«.
El movimiento 15-M había decidido no respaldar la manifestación.