Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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La unidad y las elecciones

In Actualidad on 18 octubre, 2011 at 0:02

Alexis Dorta
del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)


El anhelo de unidad de las fuerzas y organizaciones de izquierda se ha convertido, en Tenerife, en una aspiración reiterada en cada convocatoria electoral, últimamente muy reiteradas, por cierto.

Esa voluntad unitaria parte de dos realidades, según interpreto. Una el deterioro, continuado y sistemático,  de las condiciones sociales y políticas, que determinan un empeoramiento acelerado de nuestras condiciones de vida como trabajadores. Otro factor de esa realidad, es el proceso permanente de movilización popular que ha caracterizado la vida social y política de Tenerife, de, al menos, los últimos cuatro años. Eso ha condicionado, en la subjetividad de los sujetos de esas movilizaciones, la necesidad, sentida como imperiosa, de expresar esa unidad, en el campo social,  en el campo político y de la representación.

Creo que hay que partir de este hecho social, porque considero esta circunstancia, como una caracterización sustancial en el panorama insular. La confluencia del movimiento popular y social en torno a la iniciativa de Asamblea por Tenerife, supuso la mayor confluencia de dicho campo popular en los últimos veinte años. Una unidad popular, expresada en miles de contradicciones, pero que sitúo un nivel de confrontación con el proyecto de la oligarquía, que hizo, de este movimiento, una experiencia de acumulación de fuerzas, nítidamente interesante y significativa.

El problema fundamental fue que la unidad y la movilización del movimiento popular, no estuvo acompañada de la necesaria unidad en la dirección política del mismo. El salto a lo político, o bien no se realizó, o bien hubo intentos claramente precipitados y parciales, que impidieron un salto cualitativo fundamental en ese aspecto.

La precipitación y el intento interesado de hegemonizar, bajo determinadas claves reformistas este movimiento, ha tenido como efecto un grave deterioro en el nivel de lucha y organización del movimiento popular y social en Tenerife en el momento actual.

Esto ha colocado al movimiento en una dinámica de desgaste permanente, dado que la objetiva parcialidad del movimiento social en torno a sus luchas concretas,  no se ha visto elevado en la necesaria coordinación entre todas las luchas, orientando a las mismas hacia una dirección política de emancipación como pueblo. Los partidos y organizaciones no han estado a la altura (salvo contadas excepciones) de las necesidades de la lucha de clases en Tenerife y en Canarias. Han primado sus mezquinos intereses de grupo y corporativo, aspirando a una sombra en las instituciones, sirviéndose del movimiento popular para lograrlo. Se han ausentado de la necesidad de aportar a dicho movimiento el programa político necesario para afrontar el nivel de ofensiva capitalista contra las conquistas obreras y democráticas, y han omitido la lucha ideológica que permita elevar la conciencia de nuestro pueblo.

En este panorama, en cada convocatoria electoral se suceden las conversaciones, encuentro y llamadas para confluir unitariamente a esa convocatoria. Ahora, ante el 20 de noviembre, se anuncia, o se anunciaba, un nuevo acuerdo, en este caso, entre Si Se Puede, Socialista por Tenerife, Equo e, inicialmente IU, que luego se descolgaría.

En esas conversaciones se establecieron dos niveles de representación y participación. El primero conformado por las organizaciones antes mencionadas, donde se estableció la lista de candidatos, los perfiles del programa, el nombre de la misma. Y un segundo nivel, al que fue llamado el PCPC, en donde sólo se dejó margen, y muy estrecho, a la aceptación de lo previamente pactado por los del primer nivel.

Evidentemente, desde el PCPC, se recogió esa llamada, se asistió a la reunión informativa, pero, rechazamos, la participación en dicho pacto, por cuestiones que tienen que ver con la forma y el contenido del mismo.

No es de recibo que se establezca esos niveles de participación entre las organizaciones que sí están interesadas en realizar una unidad basadas en el respeto democrático de cada una, en el reconocimiento de la necesaria pluralidad de los elementos que la conforman, y en la, no menos, necesaria independencia organizativa del movimiento social. No es de recibo que se nos inste a decidir, a dos días del cierre legal de inscripción de coaliciones ante la junta electoral. No es de recibo que, a dicha iniciativa, no se invite al conjunto de organizaciones que, hoy, están en el campo popular. No es de recibo que se priorice a organizaciones constituidas hace un mes, frente a otras que han estado en las luchas populares hace décadas.

En cuanto al contenido programático, aquí sí es necesario insistir en que la fase de la lucha de clase hace imprescindible,  dotar a nuestro pueblo de una dirección que señale la profundidad de la crisis capitalista, de su carácter estructural. De que el actual ataque hacia los trabajadores, sus conquistas, sus derechos laborales y sociales, no son producto de una gestión determinada de los intereses políticos, no es producto de la voluntad malintencionada de algunos grupos, sino responde a las necesidades del capitalismo como sistema. No puede haber otras políticas que las ya implementadas, dentro de los marcos establecidos por el capital. No puede haber un retroceso hacia planteamientos que reivindiquen el estado del bienestar, dado que eso ya no corresponde a la dinámica interna de la sociedad, no es viable.

De lo que se trata, y en eso creemos imprescindible abrir el debate, es situar las propuestas anticapitalistas como el inicio para la toma de conciencia de la realidad que nos viene dada, para superar y revolucionarlas,  en la perspectiva del socialismo como sociedad libre e igualitaria.

El programa no nos puede situar en una trinchera limitada y acosada, de propuestas de reforma que limiten la capacidad de iniciativa de nuestro pueblo a un carácter meramente defensivo y de resistencia.

Por el contrario hay que situar al pueblo, a sus sectores más avanzados, en clave de iniciar un proceso de avance hacia la superación, real y efectiva, del capitalismo y sus proyectos políticos. Un programa, basados en las necesidades reales de la gente, que sirva de proyección hacia una actitud ofensiva de cuestionamiento y enfrentamiento contra las medidas salvajes hacia nuestras condiciones de vida. Un programa de acumulación de fuerzas, de concentración de las mismas y de aclaración de dichas fuerzas.

Un programa que sirva para avanzar.

En eso deberíamos entrar, por parte de la izquierda, y no, en la suma interesada, mezquina y parcial de votos para situar a tal o cual personaje en las instituciones. Supongo que las necesidades harán de virtudes, y pondrán a cada cual en su sitio, creo que así ha sido hasta ahora. A nosotros, digo el PCPC, a los comunistas en general, a los revolucionarios, nos toca ahora, seguir con el esfuerzo unitario en torno a la organización popular, en nuestros barrios, en la organización obrera, en los centro de trabajo, que nos permita crear espacios de resistencia, de experiencias, de luchas y de conciencia. Para, a partir de ahí, dar el salto hacia la unidad política de las organizaciones que si estén dispuestas a enfrentar al capitalismo. En ese proceso las manos de nuestros militantes estarán tendidas.






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Las alianzas electorales de Izquierda Unida Canaria: crónica de una traición anunciada

In Actualidad, Comunicado on 18 octubre, 2011 at 0:01

María Puig Barrios y 19 firmas más


Las prisas electoralistas nunca han sido buenas consejeras para una fuerza de izquierda que pretende acabar con el capitalismo y construir una sociedad socialista. El papel de una izquierda transformadora, revolucionaria, es organizar a la sociedad en torno a sus problemas, para que la clase trabajadora vaya avanzando en la conquista del poder político, para ganar la hegemonía social. El papel de la izquierda, en este momento de fuerte ofensiva capitalista contra los derechos de la clase trabajadora, es “romper el modelo, romper la baraja, con la gente en la calle”, “recomponer el ejército del cambio profundo, el ejército rojo de la transformación”. La labor revolucionaria, pacífica y democrática, pero revolucionaria, de la izquierda transformadora,  de la ciudadanía organizada, de la clase trabajadora concienciada, es esa, la que Julio Anguita resumía, después de un análisis brillante en la Fiesta del PCE, en  “rebelión, rebelión, rebelión”.

Eso poco o nada tiene que ver con la senda emprendida por los que sólo parecen estar interesados en la base electoral del PSOE, en los “réditos” electorales que reportará supuestamente el desastre del PSOE, “réditos” que no se confirmaron en las pasadas elecciones locales y autonómicas. Pero, aun así, en la carrera electoralista en la que no caben ni la reflexión, ni el análisis,  ni los valores de la izquierda, sirve cualquier alianza en la que se exige pastelear, moderarse, someterse, despedazar el proyecto, entregarlo trozo a trozo, sin programa, ni nada de nada.

Vamos a hacer, para empezar, un análisis somero de algunas trayectorias políticas en Canarias que ampliamos en anexo, por si alguien no las conoce todavía.

Nueva Canarias (NC) y Román Rodríguez han formado parte de Coalición Canaria (CC) durante más de diez años, han gobernado con el PP en las instituciones canarias y han apoyado al gobierno de José María Aznar, durante dos legislaturas. Román Rodríguez fue presidente del Gobierno de Canarias por CC. Cuando no lo dejaron ser vicepresidente en la siguiente legislatura, se fue de CC, montando NC. Nueva Canarias  sólo existe en la isla de Gran Canaria, con lo cual, en el 2007, se quedó fuera del Parlamento de Canarias, al no alcanzar el 6% regional.

El PIL (Partido Independiente de Lanzarote) tiene a su máximo dirigente, Dimas Martín, en la cárcel por corrupción política. Otros dirigentes del PIL también han sido detenidos en operaciones policiales por corrupción. Fabián Martín, también del PIL, dice estar orgulloso del legado político de su padre, Dimas Martín. El PNL (Nueva Canarias en Lanzarote) también se ha visto involucrado en operaciones policiales.

Santiago Pérez ha sido toda su vida cargo público del PSOE y nunca ha puesto en cuestión sus políticas económicas. Tampoco ahora. En la disputa interna del PSOE en Canarias, se posicionó con Fernando López Aguilar, en contra de José Miguel Pérez, que ganó la Secretaría General y lo dejó fuera de las listas del PSOE en las autonómicas y locales del 2011. La historia terminó con su expulsión que ha recurrido por vía judicial para poder volver al PSOE. Santiago Pérez montó Socialista por Tenerife (SxT). En las elecciones autonómicas y locales del 2011,  Santiago Pérez que era, meses antes, diputado autonómico del PSOE se presentó por dos partidos a la vez: Nueva Canarias  (Parlamento) y Por Tenerife (XT) (Ayuntamiento de La Laguna), lo que demuestra la catadura moral de este personaje que, después,  apoyó la moción de censura presentada por el PP y el PSOE en el Cabildo de El Hierro, no descartando ese mismo pacto (PP-PSOE) para el Gobierno de Canarias.

José Manuel Corrales fue consejero de IUC en  el Cabildo Insular de Tenerife en 1995. Después de perder su cargo en la debacle electoral de IU en 1999, Corrales se fue de IUC, pagando los habituales tributos que exige el PSOE a todo tránsfuga, pero durante 11 años no le dio cargo público alguno. En 2011, la dirección regional del PSOE anuló su candidatura como cabeza de lista por el Ayuntamiento de Santa Cruz, lo expulsó y se fue a Socialistas por Tenerife (SxT), con Santiago Pérez. Paradojas de las extrañas alianzas: IUC le ha regalado por segunda vez el cargo público que  le negó  el PSOE durante los 11 años de militancia en sus filas. Mientras Ramón Trujillo, Secretario Insular de IUC no consiguió entrar en el Cabildo Insular de Tenerife.

Joaquín Sagaseta de Ilurdoz Paradas ha militado, desde los años 70 hasta la fecha, en la UPC (nacionalista e interclasista), en el PCPE, en IUC, en UPCAN en 1999, con la que no consiguió ni 1000 votos, ha apoyado las candidaturas del PSOE y ahora representa en Gran Canaria a  Alternativa Sí Se Puede (ASSP), en un amalgama interclasista bastante curioso.

¿Y qué ocurrió en las elecciones autonómicas y locales de 2011? Que  Fabián Martín y Santiago Pérez fueron candidatos de Nueva Canarias al Parlamento de Canarias, uno por Lanzarote y otro por Tenerife y que IUC no se presentó a las autonómicas en Tenerife, para apoyar a Santiago Pérez y ayudar a Nueva Canarias a conseguir el 6%.  Por mucho que se empeñen en que fue un pacto “técnico”, para romper el abusivo tope del sistema electoral canario (al cual no es ajena NC que tuvo que tomar su propia medicina) y que se acordó un “pack”, según el cual, Socialistas por Tenerife (SxT) montaba, a cambio, candidaturas a los ayuntamientos con IUC – donde la mayoría de las actas de concejales se las llevó SxT-, la lectura política es que avalamos las candidaturas de Nueva Canarias. Esto provocó la dimisión de la dirección nacional de IUC de sus responsabilidades, porque estas alianzas sobrepasaban la raya roja de la coherencia ideológica y de la honradez política. Román Rodríguez y Fabián Martín consiguieron las actas de diputados, con el aval de IUC Tenerife.

Después de esto, en IUC, se han multiplicado los actos que vulneran reiteradamente los Estatutos y las mínimas normas democráticas, con el apoyo de dirigentes federales porque como dice uno de nuestros mejores dirigentes “IU está sacudida por un inconsecuente multirrumbo”. Las decisiones políticas se han tomado dejando al margen a los militantes comunistas, y también a los independientes más honestos y comprometidos social y políticamente. Con un grupo de “nuevos” militantes. En Canarias, no es siquiera el multirrumbo. Es el Sinrrumbo.

Y se producen en cascada las traiciones de los “aliados”, traiciones que estaban cantadas para cualquiera con  un mínimo de capacidad política y negociadora.

Si alguien soñó con la aportación de  votos de  Nueva Canarias a las candidaturas de IU en las Generales de 2011, cometió una muy grave equivocación. Una vez conseguidos los diputados, Nueva Canarias, el hijo pródigo de Coalición Canarias, volvió a la casa paterna, a Coalición Canaria, con la que se presenta a las generales.

Si alguien soñó con la aportación de votos de Santiago Pérez y SxT a IU, cometió otro grave error. SxT consiguió de IUC lo que quería: impulsar electoralmente a SxT. A costa de IUC. Ahora que SxT «trincó” espacios de poder en Tenerife, va a por más con ASSP y EQUO. ¿Qué esperaba IUC? SxT, el hijo pródigo del PSOE hace méritos para volver a la casa paterna, como ocurrió con NC y CC.  Cuestión de naturaleza.

Si alguien soñó con la aportación de votos de ASSP por Tenerife, reincidió no sólo en el error de las autonómicas del 2007 y 2011, sino también en estas generales en las que ASSP se niega a sumar sus votos a los de IU, por ser un movimiento político y social federal, a pesar de todas las concesiones y  entregas insólitas de IUC.  En las autonómicas de 2011, IUC se sacrificó por NC, y ASSP aprovechó para reforzarse. Ahora pacta con SxT de los que dijeron hace unos meses, en las Locales, “no tenemos nada que ver con SxT. Esos profesionales de la política están en otro lado”. Y con ese  evidente oportunismo ¿Por qué va a pactar, ahora, en Tenerife con IUC, una fuerza que ha perdido impulso al no presentarse a las autonómicas? ¿Y por qué no va a pactar en Gran Canaria, si ASSP no tiene nada y  quiere “trincar” el espacio de IUC?

¿Quiénes son los brillantes estrategas que hacen gastar energías a la militancia de IU en alianzas tan desacertadas ideológicamente y tan traicioneras, en lugar de trabajar por su propio proyecto, convirtiéndolo en un instrumento fuerte de lucha para la clase trabajadora que rompa el modelo capitalista? A IU le corresponde hallar la respuesta. Colectivamente.


María Puig Barrios
Melchor Ordoñez Sevilla
Fernando Tena Morales
Osvaldo Monteverde Calvo
Enrique Rodríguez Rodríguez
Carmen Betancort Remón
Pablo Ojeda Déniz
Pino Trejo Sánchez
Segundo Martínez Vázquez
José Milán Santana
Luz Marina González Barrera
Antonio Miguel Santana Llarena
Carmiña Martínez Vázquez
Vicente Bolaños Betancor
José Manuel Martín Ruiz
Carmelo Ramos Rodríguez
Beatriz Benth
Miguel Martínez
Alexis Ojeda Déniz
Pedro Pérez Martel



Trayectorias políticas en Canarias





Ahora van por Siria

In Actualidad on 18 octubre, 2011 at 0:00

Ernesto Gómez Abascal


Viví en Siria cinco años y además, antes y después de esto, he visitado el país en muchas ocasiones, lo que me ha permitido entrar en contacto, no solo con personalidades del gobierno y del Partido Baas, sino con gente común representante de todas las capas sociales. He tenido la oportunidad de recorrer el país y visitar posiblemente hasta las aldeas más remotas. Como diplomático cubano revolucionario, nunca me limité a mantener únicamente vínculos oficiales ni a participar en la aburrida vida protocolar, y sostuve intensos intercambios con sindicatos, organizaciones sociales y políticas, de jóvenes, estudiantes, mujeres y campesinos.

También en Damasco me relacionaba con los representantes de casi toda la izquierda árabe que mantenía su sede allí. La capital siria constituía refugio seguro para las diferentes organizaciones palestinas y por muchos años fue el centro político que representaba el rechazo árabe al hegemonismo del poder sionista imperialista. Esto último era muy incómodo para algunos regímenes de la región.

La ideología laica prevaleciente, permitía la convivencia de diferentes sectas islámicas y el respeto a una importante minoría cristiana, que alcanzaba casi el 15% de la población.

En el extenso barrio cristiano de Damasco, a diferencia de la parte musulmana de la ciudad, los viernes se mantenía la actividad normal de la semana, los comercios abrían y los niños iban a las escuelas. Los días festivos, según establecía esta religión, eran los domingos, cuando las iglesias del lugar celebraban con toda normalidad sus misas y se festejaban con gran colorido las fiestas navideñas y la Semana Santa. Importantes santuarios cristianos existentes en diferentes partes del país, podían ser visitados lo mismo por extranjeros que por nacionales.

Antes de ver afectada su economía por las repercusiones de la crisis mundial y por una sequía que en los últimos años afectó seriamente su agricultura, el país había alcanzado no solo niveles de autoabastecimiento, sino que lograba excedentes exportables. Siria, sin poseer grandes recursos económicos, había llegado a niveles mínimos aceptables de satisfacción social y mantenía un sistema de educación y salud pública, que facilitaba el acceso de la población más desfavorecida. Bajo el gobierno del Partido Baas, la mujer logró avanzar en sus derechos mucho más que en casi todos los países de la región.

Por supuesto, no podemos decir que era el paraíso. Ningún país lo es. Los defectos del sistema posiblemente se habían agudizado en los últimos tiempos, especialmente por la corrupción y por cierta apertura neoliberal propiciada por el gobierno, lo que sumado a la repercusión de la crisis económica, provocó un mayor malestar en algunos sectores de la población, que se sintió alentada a protestar siguiendo el ejemplo de lo que estaba sucediendo en otros países árabes.

El enfrentamiento durante tantos años a enemigos tan poderosos como Israel y los Estados Unidos, sin excluir a otros agentes regionales que sirven los intereses de estos, hizo crear en Siria una fuerte estructura militar y de seguridad, que sin duda ha cometido excesos, como los cometió ahora al reprimir las primeras manifestaciones en la sureña ciudad de Daraa. Ello provocó a la vez el estallido de protestas en otras partes del país, algunas ya estimuladas desde el exterior por la implacable campaña de la “prensa canalla”, al igual que por la ayuda material, económica y militar, suministrada por los agentes del imperio. Es verdaderamente ingenuo pensar que no ha existido una injerencia exterior, al igual que existió una temprana intervención de los servicios secretos occidentales en la sublevación libia.

Las leyes represivas y los aparatos de seguridad que se apoyaban en estas, posiblemente propiciaron injusticias y desmanes, abundantes por demás en buena parte del mundo, incluidas las sacrosantas democracias occidentales, que solo lo hacen de forma más refinada y sofisticada, aunque a veces no tanto. Ahí están los crímenes de Abu Ghraib, las torturas en el campo de concentración de Guantánamo, las cárceles secretas en países de Europa y los vuelos fantasmas de la CIA para atestiguarlo. Sin embargo, durante mis visitas y estancias en Siria, jamás pude ver una sola represión policial contra una manifestación, como las brutales acometidas que a diario nos muestra la televisión de los países más desarrollados, con el evidente propósito no de denunciar tales desmanes, sino de acostumbrarnos a ellos para aceptarlos, por cotidiano, como algo normal. ¿De qué respeto a los derechos humanos hablan los dirigentes y la prensa de Occidente?

La corrupción en determinadas esferas de poder, el nepotismo y el estancamiento de una estructura política que frenaba la práctica democrática, también han sido males achacables al sistema político, pero ninguno de ellos justifica una intervención extranjera. Son problemas que el propio pueblo sirio debe resolver.

Cualquiera de estos defectos son mínimos comparables con lo que sucede en las llamadas democracias occidentales, donde se han alcanzado altos niveles de desarrollo y una gran acumulación de riquezas producto principalmente de la esclavitud, la explotación colonial y el saqueo de nuestros países, a los cuales han subdesarrollado o impedido desarrollar. En ellas, ahora sumidas en profunda crisis, adoptan medidas para repartirse aún más las riquezas entre los banqueros y las grandes empresas financieras, mientras provocan más desempleo, recortan la seguridad social, y afectan los servicios de salud y educación, y un mayor empobrecimiento entre el 99% de la población, como dicen los indignados de Wall Street. Los que pueden ser acusados de corrupción en nuestros países subdesarrollados posiblemente no clasifiquen ni como aprendices al compararlos con la mafia que se embolsa increíbles sumas en la City de Londres, en Wall Street y en otros lugares similares.

Antidemocráticos son también los sistemas que aseguran la alternancia política de una misma clase, que valiéndose de la posesión de poderosos y dominantes medios de información, crean la ilusión de libertad mediante elecciones donde un formal multipartidismo, solo sirve para perpetuar el poder de los privilegiados de siempre. ¿No conllevan nepotismo las parásitas monarquías?, ¿Habrá que bombardearlos por eso?

Reconociendo los defectos del gobierno sirio, habrá también que reconocer que ha sido uno de los países árabes que más firmemente se ha enfrentado a los planes de Israel y los Estados Unidos en la región y eso lo atestigua su participación en varias guerras además de una consecuente posición en los Organismos Internacionales. No pueden tener credibilidad los que afirman que el gobierno de Damasco ha jugado cartas a favor de los ocupantes sionistas, algunos alegando que no ha sido capaz de liberar el Golán ocupado. Es evidente que emprender una acción militar abierta contra Israel, con la correlación militar de fuerzas existentes, es casi suicida y es exponerse a la destrucción del país. El poderío militar sionista, incluye no solo su arsenal que ya es suficientemente poderoso, sino el apoyo ilimitado de Washington y de sus otros aliados occidentales.

Siria ha sido consecuente apoyando a las fuerzas patrióticas libanesas, ha facilitado el apoyo a Hisbulá y a otras fuerzas progresistas del Líbano, para evitar que el país pase a ser un peón de la política occidental. Es también verdad que cometió varios errores en su política libanesa, pero sin la retaguardia siria, hubiera sido muy difícil, sino imposible, derrotar y expulsar a los invasores sionistas en la guerra del 2006.

Es conocido que el plan del Pentágono y de los sionistas que influyen y deciden política en los EEUU, era, aprovechando el ataque terrorista a las Torres Gemelas en New York, liquidar a los gobiernos de siete países que no se le sometían en el Medio Oriente. En esta lista aparecían Irán, Iraq, Siria, Líbano y Libia. Esto ha sido públicamente reconocido por altos militares estadounidenses, entre ellos el General Wesley Clark.

El gobierno de Siria se mantiene como aliado de las fuerzas antiimperialistas de la región y de los países progresistas y revolucionarios en otras zonas del mundo. Sumergirlo en una guerra civil y si es posible someterlo a “bombardeos humanitarios” de la OTAN, es el propósito. La guerra civil probablemente pueda extenderse a Líbano y si cae Siria, será muy difícil que Hisbulá y las fuerzas patrióticas libanesas se mantengan en una posición dominante. Exigir la rendición incondicional del pueblo palestino eliminando cualquier aspiración a un estado independiente y ampliar y perpetuar la ocupación sionista, sería el texto del próximo capítulo.

Por ello, el objetivo ahora debe ser demandar el respeto al derecho a la autodeterminación del pueblo sirio sin ninguna intervención o injerencia extranjera y movilizarnos en contra de los planes del imperialismo, del sionismo y de sus socios en la OTAN, denunciar su hegemonismo rapaz. Esa debe ser la prioridad de todos los revolucionarios y defensores de la justicia, la paz y los verdaderos derechos humanos.


[Fuente: CubaDebate]