Las trabajadoras y los trabajadores griegos plaantaron cara este jueves al Gobierno de concentración PASOK-ND-LAOS, presidido por el ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) Lukás Papadimos, con una huelga general que paralizó el país en protesta contra la política de recortes.
El nuevo gobierno, apadrinado desde la Unión Europea, apenas hace veinte días que asumió el poder y ya se ha encontrado con su primera huelga general, la séptima del año.
«El Gobierno ha cambiado pero las políticas siguen siendo las mismas: injustas, inmerecidas e ineficientes y que cargan todo el peso en los empleados, los pensionistas y los parados«, criticó hoy Yanis Panagopulos, presidente de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE).
La GSEE y la Confederación de las Asociaciones de Funcionarios (ADEDY) llamaron a la huelga general en protesta por las medidas de austeridad que se han aprobado hasta ahora y a los nuevos recortes que se prevén en el presupuesto para 2012.
El gabinete de Papadimos se reunió este jueves para preparar nuevas contrarreformas -entre las que se encuentran más recortes salariales y de pensiones y la liberalización de distintos sectores- con las que pretenden colmar las peticiones de sus acreedores internacionales.
Aunque el primer ministro no quiso dar detalles, reconoció que las negociaciones con la banca y los fondos de inversión para la condonación voluntaria de un 50% de la deuda en manos de estos acreedores están siendo «difíciles«.
Los trabajadores griegos son cada vez más conscientes de que ellos están siendo quienes pagan las consecuencias de la debacle financiera, por lo que la pancarta que presidió la manifestación de Atenas fue: «¡Que paguen los culpables y los evasores fiscales! ¡No nosotros!«.
«Las nuevas medidas no son nuevas, son la continuación de las que llevó a cabo el anterior gobierno. Vamos a peor«, señaló a los medios el periodista Stamatis Nikolopulos, del diario Eleftherotypia, cuyos 850 trabajadores llevan cuatro meses sin cobrar.
En su familia, dice, no pasa un día sin que una persona cercana engrose la cola del paro e incluso a su mujer, también periodista, la han amenazado con tener que aceptar la reducción de un 20 % de su salario o, en caso contrario, ir al despido.
«No estoy de acuerdo con las medidas de este Gobierno, que además nadie ha elegido. Carece de legitimidad«, criticó la jubilada Eleni, que ha visto reducida su mensualidad en un 25 % y que hoy salió a la calle para expresar su malestar.
Más de 30.000 personas marcharon en la manifestación de Atenas, una de las muchas ciudades griegas que vivieron demostraciones de protesta.
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