Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias

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¿Es inevitable la confrontación entre EEUU e Irán?

In Actualidad on 8 diciembre, 2011 at 0:01

Tian Wenlin


El ataque a la embajada de Gran Bretaña por manifestantes iraníes ha hecho a las relaciones diplomáticas bilaterales descender al nivel más bajo en los últimos 20 años. El premier inglés David Cameron ha jurado vengar el ataque de su embajada en Irán. El presidente Barack Obama ha amenazado con tomar acciones decisivas contra Irán lo más pronto posible. ¿Qué acciones va a tomar los EEUU tras aplicar una sanción financiera contra el país? Lo preocupante es que la pulseada diplomática podría conducir a una confrontación armada. Es posible que esto haga más complicada la crisis nuclear iraní.

Al prestar mucha atención a Irán, EEUU procura evitar la consolidación de in Irán con capacidad nuclear en la región, lo cual cambiaría la correlación de fuerzas en el Medio Oriente y amenazaría los intereses creados de EEUU en la zona. EEUU pugna en consecuencia por mantener el actual status quo regional, aunque no pasa por alto que Irán también puede recurrir a su cuantiosa producción de petróleo como moneda de cambio, la cual sumaría a su eventual poderío nuclear y hegemonía en el Golfo para dominar la zona. Joseph S. Nye cree que EEUU debe usar la fuerza armada sin vacilación cuando sus intereses en la zona del Golfo estén amenazados. Esto muestra que las contradicciones entre EEUU e Irán son irreconciliables y estructurales. Es imposible que EEUU e Israel toleren el “desarrollo pacífico” de la fuerza nuclear iraní.

Para impedirlo EEUU ha recurrido a todos los medios, a excepción de la guerra, tales como la amenaza con el uso de la fuerza armada, sanción económica, aislamiento diplomático, apoyo a la oposición iraní, secuestro y asesinato de especialistas nucleares iraníes. Sin embargo, no logró disuadir a los iraníes de sus propósitos.

No es posible pasar por alto cómo el tiempo se ha ido colocando a favor de Irán, que ha conseguido progresos en la investigación nuclear y el fortalecimiento de su poderío militar. Por su parte, EEUU se encuentra en un impasse estratégico en el Medio Oriente, donde Israel está cada vez más aislado. Esto obligará tarde o temprano a ambas partes a acudir a las armas. Suele suceder que el que cae en un impasse desespera por desencadenar la guerra cuanto antes, mientras que la parte emergente prefiere evitar la guerra antes de robustecerse. Irán se encuentra en ascenso y todavía le queda un itinerario por recorrer para alcanzar su ambiciosa meta. Para Irán, el actual periodo no es el mejor para que ocurran ataques. Pero para EEUU es una oportunidad conveniente de asediar a su adversario. Pasado este periodo, el coste de la guerra será notablemente más alto que la ganancia, lo que haría disminuir la probabilidad del estallido del conflicto armado.

Queda por ver entonces en qué momento cada parte decidirá mover ficha. Al parecer, los drásticos cambios en el Medio Oriente, la crisis económica en EEUU y Europa, la guerra de Libia y otros factores, hacen ver a Occidente que está madurando la oportunidad para usar la fuerza armada contra Irán: el empeoramiento de la crisis económica ha aumentado la posibilidad de aprovechar una guerra para trasladar la crisis, mientras que las revueltas del Medio Oriente han presentado una valiosa oportunidad para poner el punto de gravedad de la intervención occidental en la región. También la guerra de Libia ha estimulado a Occidente a continuar su intervención militar en el Medio Oriente. El ataque de la embajada de Gran Bretaña en Irán ha puesto sobre el tapete lo irreconciliable de las posiciones de los dos países. El acontecimiento sirve de un nuevo pretexto para difamar a Irán y amenazar con tomar medidas de sanción más severas. Todo esto ha agregado leña a las ya ardientes llamas de la crisis iraní haciendo más peligrasa la situación.


[Fuente: Diario del Pueblo]






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La DAM es obstáculo en las relaciones entre Rusia y EEUU

In Actualidad on 8 diciembre, 2011 at 0:00

Fiodor Lukiánov


El despliegue del Sistema de Defensa Antimisiles (DAM) de EEUU en el continente europeo preocupa a las autoridades rusas.

Tras mostrar su actitud negativa hacia el emplazamiento de la DAM estadounidense en Europa el pasado 23 de noviembre, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, volvió a abordar la cuestión esta semana en Kaliningrado (exclave ruso sobre la costa del Báltico, entre Lituania y Polonia), adonde se desplazó para poner en servicio operacional un radar de alerta temprana. Aunque muchos, tanto en Rusia como en Occidente, lo atribuyen a la campaña electoral, es evidente que la DAM es uno de los temas más importantes que se mantendrá mucho tiempo en la agenda.

No se trata de una cuestión coyuntural, que sería posible resolver tan sólo celebrando un acuerdo. Es un problema fundamental de la estabilidad estratégica a nivel mundial que siempre ha consistido en la amenaza de exterminio mutuo (EEUU-Rusia). Es imposible desestimarlo, sobre todo teniendo en cuenta los enormes arsenales nucleares acumulados en los años de la Guerra Fría.

El contrapeso de cada uno de estos arsenales es el de la parte opuesta. Nadie puede violar el principio de que el primer golpe no puede quedar impune. De lo contrario, se asistirá a una desestabilización incluso más grave que en los tiempos de la Guerra Fría.

EEUU se posiciona como un país que posee superioridad militar y está dispuesto a aplicar la fuerza, si es necesario.

En otras palabras, el tema del Sistema de Defensa Antimisiles como una posibilidad hipotética de evitar el conflicto no puede mantenerse en la mesa de debate. Cuanto más se tarde en discutir esta cuestión tan seria, más tensión provocará.

Recuerdo que precisamente los planes de la Administración de George W. Bush de desplegar elementos de la DAM en Polonia y en la República Checa, sin importarle lo más mínimo la reacción de Rusia, agravó al ambiente que existió entre Moscú y Washington en el año 2008, siendo una de las premisas de la guerra en el Cáucaso.

El objetivo político de las declaraciones de Medvédev consiste en mostrar claro que la DAM sigue y seguirá siendo un problema y será imposible pasarlo por alto. La reunión sobre el Sistema de Defensa Antimisiles europeo celebrada en noviembre del año pasado después de la cumbre Rusia-OTAN no dio ningún resultado.

Ahora el Kremlin da a entender que cualquier paso nuevo en esta dirección encontrará una resistencia fuerte por parte de Rusia.

Si Moscú no adopta ahora una postura firme, los acontecimientos se desarrollarán según un guión ya conocido: EEUU seguirá materializando sus planes y cuando el proyecto alcance la fase final y Moscú se pronuncie categóricamente en contra, Washington le reprochará el no haber expresado su disconformidad al principio.

Por ahora, es una cuestión hipotética. Las perspectivas de la DAM estadounidense en Europa, incluso en su actual variante modificada, no están claras. Tecnológicamente, el proyecto está lejos de ser realizado, también lo está desde el punto de vista financiero, ya que las restricciones se hacen cada vez más fuertes.

Sin embargo, las iniciativas adelantadas por el presidente ruso, incluyen medidas que Moscú adopte independientemente de la evolución de la situación o amenazas retóricas.

Por ejemplo, parece difícil que Rusia abandone el Tratado de reducción de armas estratégicas ofensivas (START), concertado y ratificado con muchas dificultades. Su promotora fue la propia Rusia. Rusia ya ha cumplido sus compromisos y ahora le toca a EEUU. Así que la rescisión de este documento por parte de Moscú sería un regalo enorme para los republicanos en el Congreso estadounidense.

Pero Rusia insistirá en discutir el tema de la DAM. Hasta la primavera de 2013 no pasará nada. EEUU estará sumergido en su campaña electoral, evitando abordar temas tan complicados y delicados. Pero la nueva Administración en la Casa Blanca, gane Barack Obama (actual presidente) o su opositor republicano, revisará muchas cosas. Los republicanos, por ejemplo, volverán a las ideas de Bush: “no necesitamos ningún compromiso con Rusia”.

Rusia también podría cambiar mucho para ese momento. Por ahora nadie sabe cómo serán las prioridades y metas del nuevo mandato de Putin, si gana las próximas elecciones.

Lo más probable es que la siguiente ronda de las negociaciones sobre la DAM será crucial. Tampoco se descarta que las relaciones pasen a ser más tensas. Rusia se esforzará al máximo para parar a EEUU. Le pude seguir China, que por ahora guarda silencio, pero en realidad se preocupa y mucho por la DAM estadounidense. Al mismo tiempo, parece imposible que EEUU renuncie al proyecto. Los argumentos que tiene a favor pesan más que los en contra.

En este caso, Rusia tendrá que decidir de nuevo cómo actuar, pero ya partiendo de que es imposible mantener los viejos principios de la estabilidad estratégica.


(*) Fiodor Lukiánov, es director de la revista Rusia en la política global y miembro del Consejo de Política Exterior y Defensa y del Consejo Presidencial de Derechos Humanos y Sociedad Civil de Rusia.


[Fuente: RIA Novosti]